La detención de Julio De Vido fue cinematográfica. Primero, los diputados le sacaron los fueros en una sesión que duró mucho menos de lo que se creía en un primer momento. Luego, la Justicia ordenó su detención. Pero el exministro ya estaba preparado. Mientras un grupo de gendarmes allanaba su domicilio en Palermo, se estaba entregando en Comodoro Py. Una vez que se presentó ante el juez Luis Rodríguez por la causa del Yacimiento de Río Turbio y eligió no declarar, quedó detenido. En ese momento, se cerró el cerco de la Justicia sobre los responsables durante el kirchnerismo del ex ministerio de Planificación: su cúpula está toda entre las rejas. De Vido ya está en Ezeiza, donde pasará la noche en el Hospital Penitenciario Central (HPC). Allí se quedará hasta que se someta a un chequeo médico y puedan determinar si está en condiciones de ir a Marcos Paz o quedarse en esa cárcel. El exministro llegó sospechado de ser uno de los ejecutores de irregularidades en la ejecución de varios programas gubernamentales que él mismo diseñaba: está comprometido en decenas de causas. La de Río Turbio es una sola. No es el único que está en estas condiciones. Casi como un efecto dominó, sus colaboradores más cercanos fueron cayendo de a uno por diferentes causas judiciales. El primero en ser detenido fue Ricardo Jaime. El exsecretario de Transporte se entregó el 2 de abril de 2016, acorralado por la Justicia. Quedó preso involucrado en la tragedia de Once, pero también en otra causa en la que aceptó haber recibido dádivas. Al poco tiempo, uno de los hombres que más poder tuvo en el Ministerio de Planificación kirchnerista fue apresado tras una noche delirante. José López, exsecretario de Obras Públicas, llegó con bolsos llenos de dinero y armas a un convento al que siempre asistía. Ese fue el principio de su fin: tras ese hecho, el 14 de junio de 2016 quedó preso por enriquecimiento ilícito. Nunca pudo explicar de dónde salieron los casi 9 millones de dólares que llevaba. Luego cayó otro hombre cercano a De Vido, pero no directamente relacionado con su ministerio. El cuñado del exministro, Claudio Minnicelli fue detenidopor la mafia de los contenedores el 6 de agosto de 2017. Está acusado de ser parte de una asociación ilícita en la que se comercializaban en forma ilegal material que se traficaba dentro de los containers que llegaban al Puerto de Buenos Aires. Cuando De Vido supo que otro de sus funcionarios más cercanos quedó preso, sabía que lo estaba rodeando. El 19 de octubre, antes de las elecciones, Roberto Baratta, exsubsecretario de Control y Gestión, quedó detenido acusado de pagar sobreprecios en la compra de barcos de gas licuado. Era el principio del final de la libertad para el exjefe máximo de esa dependencia.
Con Julio De Vido preso en Ezeiza, la ex cúpula de Planificación quedó en la cárcel
Además del ex número 1 de ese Ministerio, también está detenidos sus allegados más cercanos. La infografía para saber quién es quién.