Política

La ruta del dinero K: a pesar de Sebastián Casanello, Cristina Kirchner sería procesada

El viernes pasado, el titular del Juzgado en lo Criminal y Correccional Federal Número 11, el doctor…

El viernes pasado, el titular del Juzgado en lo Criminal y Correccional Federal Número 11, el doctor Sebastián Casanello, dictó la falta de mérito de Cristina Fernández, en la causa conocida como “La Ruta del Dinero K”. Parte de ese caso ya está siendo tratado en un juicio oral y público. El principal acusado en ese proceso es el ex líder de un holding que creció de modo súbito y diverso, siempre alimentándose de multimillonarios contratos de obra pública, Lázaro Báez. Clarín consultó con seis fuentes que están involucradas en esta trama de posible lavado de alrededor 60 millones de dólares. Trabajan en las querellas, el análisis del caso en varias instancias judiciales, e incluso uno de ellos es un procesado célebre. Las opiniones fueron unánimes: todos coincidieron en describir a la falta de mérito a Cristina Fernández como un escrito carente de argumentos sólidos. Casanello, por ejemplo, usó declaraciones del “arrepentido” Leonardo Fariña. ÉSte último, sin embargo, le dijo Clarín que consideraba que esos dichos “fueron tergiversados” por el juez. Este diario puede afirmar, que las querellas en la causa, como la Unidad de Información Financiera (UIF), al mando de Mariano Federici; igual que la Oficina Anticorrupción (OA), manejada por Laura Alonso, apelarán ante la Cámara Federal la decisión del magistrado sobre Cristina. Casanello fue cuestionado por la sala II de ese tribunal de alzada, tres veces, porque se negaba a tomarle declaración indagatoria a la ex presidenta, a pesar de la insistencia del fiscal federal Guillermo Marijuán; de la OA y la UIF. El 31 de agosto pasado, la Cámara Federal directamente le ordenó a Casanello que indague a Cristina Fernández. Pasó el 18 de septiembre. Casanello resolvió hace dos días que no hay pruebas suficientes para procesar a la senadora y ex socia de Báez. Al dictarle al falta de mérito, dejó abierta la posibilidad de que se la siga investigando. De acuerdo a fuentes del Poder Judicial que conocen la causa de “La Ruta del Dinero K” desde que se inició, hace ya un lustro, la Cámara Federal podría procesar a la ex presidenta si se apelara la falta de mérito a la ex presidenta solicitando qeu se tome esa medida. Ese tribunal deberá decidir en ese sentido, supo Clarín por fuentes de la investigación. ¿Casanello incluso podría ser apartado de la instrucción de la causa? Es una posibilidad, admitieron fuentes del Poder Judicial. Dependerá de varias variables, entre ellas, si es que las querellas piden que se tome esa decisión drástica. “La Ruta del Dinero K” se conoció en abril del 2013, tras la difusión en el programa PPT, de canal 13 conducido por Jorge Lanata, en el qeu se demostró, con documentación fehaciente y testimonios de quienes tuvieron un rol protagónico en esta historiam que Lázaro Báez, socio de los Kirchner, inquilino de sus hoteles y de varias de sus propiedades, había creado una red de sociedades en el extranjero para sacar del país, usando métodos ilegales, alrededor de 60 millones de dólares. La última decisión de Casanello será puesta en crisis por las querellas, como se adelantó. Eso podría abrir nuevas puertas judiciales para el laberinto de un juez que, para sus propios superiores de la Cámara Federal, actuó con cierta letanía en este expediente. El doctor Casanello está imputado en una causa ¡en la que se lo denunció como posible “encubridor” de los hechos quizás delictivos cometidos por Báez y la propia Cristina. Él niega esa acusación. Tal vez ahora alguna de las querellas intente impulsar ese caso. En el “autos y vistos” en el que Casanello dictó la falta de mérita a Cristina Fernández -lo que significa que igualmente seguirá siendo investigada-, el magistrado utiliza items variables para defender su hipótesis sobre este punto. Según el juez, la ex presidenta no estaba al tanto de las maniobras de posible lavado que hizo Lázaro Báez para girar esos millones al exterior, siempre a través de la financiera SGI, primero propiedad del procesado Federico Elaskar, y que luego, tal como se acreditó, el constructor terminó comprando. El magistrado señala que el fiscal Marijuán no pidió en su primer dictamen sobre el caso de la “La Ruta del Dinero K” que la entonces Presidenta sea llamada a indagatoria. Ocurre que ese mismo día, el fiscal escuchó la primera declaración como arrepentido de Fariña. Casanello usó a su favor dichos del “imputado colaborador” para intentar justificar que Cristina no sabía nada las maniobras de lavado hacia el exterior. El doctor Casanello sostiene esa tesis contando que Fariña declaró que Báez, a quien llamó “su jefe”, había logrado transformarse en un magnate gracias a la obra pública gracias a su amistad y sociedad que tenía con Néstor Kirchner. Y no con Cristina Fernández. Báez es señalado como testaferro de Kirchner en varios casos más. Casanello citó a Fariña usando algunas de sus revelaciones como “arrepentido”: “Cristina no estaba al tanto de todo lo que Báez tenía”, por ejemplo. Pero hay matiz no azaroso en esa frase. Fariña dijo que la viuda del ex presidente no conocía “todo” lo que Báez “tenía”. El “todo”, es evidente, es también un afirmación de que “algo” o “parte” de lo que su socio había recaudado Báez sí estaba bajo conocimiento de la Presidenta en ejercicio. El propio Fariña le explicó a Clarín por qué no está de acuerdo con la interpretación de sus declaraciones que hizo Casanello: “Está mal sostener eso en mis declaraciones. Fueron tergiversadas. Quizás se le puede dar la razón a Casanello de que Cristina no tenía conocimiento de las operaciones yo hice para Báez. Pero eso no hace al desconocimiento de ella de la plata que tenía Báez”. Y siguió: “De hecho, yo declaro que Cristina mandó a Máximo y otras personas a apretar a empresarios, entre ellos a Lázaro, y que él se negó a darle el dinero que él se adjudicaba como propio”. Para Fariña, “Cristina es encubridora de Báez del conocimiento del hecho del lavado de Lázaro…”. El doctor Casanello afirma, en la falta de mérito para la ex Presidenta, que las operaciones de blanqueo elevadas a juicio oral fueron un ardid del antes empresario exitoso para que su familia pudiese usar esos fondos sin control de los K. El magistrado insiste en remarcar que esto ocurrió siempre después de la muerte de Néstor Kirchner, el verdadero “amigo” comercial del constructor. Aunque Kirchner estaba muerto, nada dice de que Cristina era en esos momentos Presidenta de la República. Y fue ella que la que le siguió otorgando a Báez, su socio, vía sus ministros y secretarios de las áreas correspondientes, contratos multimillnarios de obra pública. Cristina tampoco impulsó, ninguna investigación gubneramental sobre los fondos de Lázaro, aunque se emitieron alertas -por caso, de varios bancos- de posibles desmanejos de millones de pesos del constructor en su ascendente influencia. Algo similar expresó la Cámara Federal cuando le ordenó a Casanello que indague a Cristina. El camarista Martín Irurzúnm, fue sintético y rotundo en su voto: “… en todos los casos -marcados por grupos organizados para delinquir a través de defraudaciones al Estado, cohecho y lavado de activos- hya dos nombres que se repiten: Lázaro Báez y Cristina Kirchner”. Como se dijo, Casanello además está convencido que Báez intentó ocultar el blanqueo de los 60 millones de dólares al exterior para que queden bajo resguardo de los suyos. Eso, a pesar de que su testamento indica que solo después de pasados 30 años de su muerte sus hijos podrían utilizar su fortuna. Para la OA, ese documento es un indicio indudable que la plata de Báez era, en realidad, de los Kirchner. El doctor Casanello tampoco dice nada sobre giros que serían contradictorios con su posición. De los 60 millones de dólares, alrededor de 32 millones volvieron al país a la caja de Austral Construcciones. Es la empresa que usó Báez para hacer fluir dinero que usó para pagar el alquiler de tres hoteles y varias propiedades de los Kirchner. Néstor, su amigo, ya había fallecido. Todo lo manejaba la Presidenta. El retorno de esos 32 millones de dólares fue descubierto en 22 días hábiles, durante el 2013, por el fiscal José María Campagnolli y su equipo, liderado por Ignacio Rodríguez Varela. Fue hace más de cinco años.

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