Política

Para el Gobierno, el Papa avala los gestos de apoyo de la Iglesia a Moyano y sus aliados

"Por acción u omisión", según definió un importante miembro del gabinete de

Mauricio Macri
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"Por acción u omisión", según definió un importante miembro del gabinete de Mauricio Macri , el Gobierno adivina la influencia del papa Francisco detrás de la seguidilla de homilías y gestos críticos de obispos de la Iglesia hacia el plan económico. Una seguidilla que tuvo como capítulo más reciente la misa frente a la Basílica de Luján conducida por el obispo Agustín Radrizzani y a la que asistió el sindicalista Hugo Moyano , adversario de la Casa Rosada y apuntado, al igual que su hijo Pablo , por la Justicia. " Fue raro lo que pasó ayer (por anteayer). Se jugaron demasiado", era la frase más repetida entre funcionarios nacionales y bonaerenses en relación con la foto compartida por monseñor Radrizzani, Moyano y otros sindicalistas duramente enfrentados con el Gobierno, como Roberto Baradel y Hugo Yasky, a quienes se sumaron dirigentes e intendentes bonaerenses del PJ. Más allá de repetir que no habrá represalias y que el vínculo -que se da a través del trabajo común del Ministerio de Desarrollo Social y Sedronar con Cáritas, los obispos villeros y las organizaciones sociales cercanas- continuará como hasta ahora, en Balcarce 50 no creen en las casualidades. "Fernández y Lugones son muy cercanos a Francisco; Radrizzani no tanto, pero igualmente quedaron pegados", afirmó otro funcionario que trabaja con la Iglesia en la contención social. El viernes 5, el obispo de La Plata, Víctor Fernández, considerado un "soldado" del Papa, participó de una oración por la paz social junto con dirigentes sociales como Emilio Pérsico (Movimiento Evita) y sindicalistas como Roberto Baradel, enfrentado con la gobernadora María Eugenia Vidal. El miércoles pasado, el titular de la Pastoral Social, Jorge Lugones, otro religioso cercano a Francisco, recibió a Moyano en medio de la polémica por el pedido de detención de su hijo Pablo. "En la Iglesia hay muchas internas, pero esa foto es una foto del pasado. Se les va a complicar explicar esa foto", afirmó un funcionario bonaerense. Algo más enojado, otro miembro del gabinete muy cercano al Presidente se mostró extrañado porque "entre las cosas que pidió (Radrizzani), no estuvo la lucha contra la corrupción, que es lo que más afecta a la gente", se despachó. "Habrá sido un descuido", coincidió el diputado radical Mario Negri al referirse a la misma omisión. Cerca del jefe de Gabinete, Marcos Peña, y la Secretaría de Culto, que encabeza Alfredo Abriani, se comunicaron con el Episcopado para conocer en detalle la "cocina" de la misa en Luján, que algunos funcionarios califican sin dobles lecturas de "acto político". "Nos explicaron que una misa no se le niega a nadie y que el Episcopado como tal no tuvo nada que ver con la organización, que estuvo a cargo de Radrizzani", explicaron fuentes oficiales que dialogan con los obispos. " ¿Si tuvo que ver el Papa? No me consta, difícil saberlo", se disculpó ante LA NACION un funcionario que responde a Peña. Más allá de los buenos modales, las diferencias entre el presidente Mauricio Macri y el papa Bergoglio, que quedaron en evidencia en aquel primer y frío encuentro en Roma a fines de 2016, se acentuaron con la decisión presidencial de habilitar el debate parlamentario por la despenalización del aborto, a mediados de este año, con heridas que aún no sanaron a pesar del fracaso del proyecto en el Senado. Cerca de la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley -de aceitada relación con obispos y referentes sociales-, afirmaron que la ministra se comunicará "en los próximos días" con referentes de la Iglesia para acercar posiciones. "Como mínimo, los obispos se dejaron usar, nosotros tenemos una muy buena relación con ellos y nunca los usamos", respondieron desde la "pata" social del Gobierno. También el ministro de Desarrollo Social bonaerense, Santiago López Medrano, tiene previsto seguir dialogando "como siempre" con miembros de la Iglesia, más allá de la incomodidad que generaron las recientes críticas al plan económico del ministro Nicolás Dujovne. "Que tanto el oficialismo como la oposición cambien el modelo económico y convoquen a un acuerdo social", pidió Radrizzani. Ayer, ante las criticas por la misa, Radrizzani dijo a través de un comunicado que "no podía negarse". El Presidente no dirá una palabra de la Iglesia y seguirá atacando a Moyano. A través del ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, seguirá impulsando la baja en los "costos logísticos", que en los hechos redundará en "limar" poco a poco al camionero y su familia.

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