Sociedad

El perro que esperó por años a su dueño fallecido, fue adoptado por Gendarmería y hoy es una estrella en desfiles militares

Hay historias que tocan las fibras más sensibles de las personas aunque intenten evitarlo. Esto suce…

Hay historias que tocan las fibras más sensibles de las personas aunque intenten evitarlo. Esto sucede cada vez más los protagonistas son mascotas. El relato de lealtad y amor perruno de Ángel entra en esa categoría. Es un perro mestizo que, al igual que en la reconocida película Hachiko, acompañó durante dos años a su dueño hasta la estación de Martín Coronado, donde lo esperaba con paciencia férrea hasta que volviera. Tanto, que estuvo seis años en las inmediaciones del tren Mitre cuando el vecino del barrio falleció como consecuencia de un paro cardíaco. De a poco, "Ángel" se acostumbró a estar con los gendarmes que todos los días hacían horas adicionales en el lugar. Cuando en enero de 2017 dejaron de vigilar la estación, el perrito se deprimió y los vecinos no sabían cómo hacer que volviera a jugar. Obstinados y encariñados, removieron cielo y tierra y lograron ubicar a Javier Carlos Monzón, el gendarme que trabaja en Campo de Mayo, donde hoy su socio de cuatro patas se convirtió en uno más del regimiento. Todos los viernes, Ángel viste su uniforme para desfilar junto a los gendarmes y perros. "Angelito llega a Campo de Mayo porque nos enteramos que se encontraba mal luego de la partida de Gendarmería de Coronado. Es que donde hay gendarmes hay un perro: comparten todo, desde caricias hasta comida", cuenta Claudia Kusiuk, veterinaria de la Región I de Campo de Mayo y quien, además, rescató a Ángel. Luego de escuchar lo que le estaba sucediendo, ella decidió ir a Martín Coronado para conocer a Ángel junto a un grupo de agentes. "En cuanto vio a los uniformes verdes le cambió la carita. Se levantó y empezó a correr con todo hacia donde estaban los chicos. Les saltaba y movía la cola como diciendo 'volvieron'. Fue una situación muy emocionante", detalla Claudia. Según la veterinaria, ese fue el preciso momento en el que decidió que llevarse a "Angelito" a Campo de Mayo para que el enorme regimiento al aire libre se convirtiera en su nueva casa. "Cuando vi cómo reaccionaba agarré el celular y llamé a mi jefe de ese entonces para que lo ubicara en la escuela de adiestramiento. Traerlo acá tenía como objetivo que él siguiera haciendo la misma vida, pero más cuidado y controlado. Cuando le pusimos la correa y lo guiamos hasta el canil nos dimos cuenta que ya sabía qué hacer, parecía un perro de operativo. Además, todos los vecinos estaban contentos porque sabían que él iba a estar alegre otra vez", dice su veterinaria. El cambio de Ángel en cuanto llegó a Bella Vista fue instantáneo. "Se sintió mejor muy rápido. Esa noche ya se lo veía como amo y señor del lugar. Comió y hasta durmió con los gendarmes y también se hizo amigo de 'Wachin', con quien corrían cada moto que pasaba por el otro lado de la reja. Obviamente, estaba fascinado", recuerda Claudia con una sonrisa. Hoy Ángel es un perro con una mirada dulce que transmite bondad y agradecimiento. "Ahora vive la vida de un perro feliz. Duerme en su colchón que está al lado de la estufa, va de acá para allá con los efectivos y siempre está acompañado. Hasta saluda a todos dándoles la patita. De verdad que es un ángel, no tiene problemas con nada ni nadie", agrega su veterinaria. El gendarme Javier Monzón desfila junto a Ángel durante un evento en Campo de Mayo. Acaso el mayor mérito y la sorpresa de Ángel es que se convirtió en un perro de desfiles militares. "Al Comandante General Claudio Brilloni le encantó su historia y decidió que él comenzara a desfilar todos los viernes junto a su guía, Javier Carlos Monzón. De hecho, por un tiempo fue a la Escuela de entrenamiento de la UBA. Lo ves caminando con su guía y es fantástico, súper equilibrado. Sabe que acá es una estrella", agrega Claudia.

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