Consultado por el pedido de desafuero y detención de Cristina Kirchner por la causa de los cuadernos de las coimas , el Ministro de Justicia, Germán Garavano volvió hoy a marcar sus reparos frente a las prisiones preventivas en general. "Nunca es bueno para un país que un expresidente esté detenido o se pida su detención. Por el hecho en sí y porque en principio uno tendería a pensar que no debería haber sospecha de que esta persona se fugue o entorpezca el accionar de la Justicia", señaló Garavano, en diálogo con El Destape Radio. "Es algo que debe resolver la Justicia y luego eventualmente el Senado, si la Justicia insiste", agregó el ministro, que evitó referirse puntualmente al caso de la senadora de Unidad Ciudadana. Es un terreno minado para Cambiemos, que se mueve cómodo ante la idea de enfrentar a Cristina Kirchner en 2019, a la vez que tiene el mandato de sus votantes de dar señales claras contra la corrupción. Las declaraciones de Garavano generaron la reacción de Elisa Carrió, que expresó su bronca a través de las redes sociales. Garavano fue más enfático al cuestionar las prisiones preventivas en general. "Argentina es un país que ha tenido un uso errático de la prisión preventiva y donde no se han fijado nunca normas claras" para su aplicación, sostuvo. "Nunca es una herramienta buena, sobre todo cuando son prisiones preventivas prolongadas", continuó, para completar: "La solución para esto es que los casos lleguen a juicio oral rápidamente". El ministro también hizo referencia a la denuncia del juez Sebastián Casanello, que acusó a un exfuncionario de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) de inventar testigos en su contra para apartarlo de la investigación de " la ruta del dinero K ". Garavano resaltó que el exfuncionario apuntado pertenecía a la gestión anterior de la AFI. "Son resabios que vienen de una cultura que el Gobierno quiere dejar atrás, que lamentablemente tuvo una fuerte expansión durante el gobierno anterior: la relación entre servicios de inteligencia y la Justicia", dijo. El ministro apuntó al menemismo y al kirchnerismo por las relaciones "promiscuas" con la Justicia, y sostuvo que es algo que está "quedando atrás" con Cambiemos. Pero, cuando le preguntaron si ya no existen más presiones del Gobierno a la Justicia, abrió un paréntesis: "No puedo afirmar que no existan presiones sobre la Justicia, sí que el Ministerio no ejerce ningún tipo de apriete".
