En una de sus habituales visitas sorpresivas que Mauricio Macri suele hacer cuando viaja al interior, el presidente dialogó Laura, una emprendedora mendocina, y su familia acerca de su día a día en la Casa Rosada y de qué manera transitó los últimos meses, marcados por las turbulencias económicas. En una charla distendida con el matrimonio y sus tres hijos, en la provincia de Mendoza -a donde viajó para participar de actividades del G20 y mantener un encuentro con empresarios turísticos-, la dueña de casa le dijo al Presidente que "se lo ve bien y sonriente", lo que la llevó a preguntarle algo elemental pero importante, más allá de la coyuntura económica: "¿Cómo hace para poder descansar?". "Trabajo mucho conmigo mismo, en mi interior, tratando de mantener la calma", comenzó a explicar el mandatario ante la atenta mirada de la familia mendocina. Luego, Macri hizo alusión a una de las cuestiones que más preocuparon durante estos meses: "Me tocaron seis tormentas seguidas", afirmó. A pesar de la coyuntura, el Presidente subrayó: "Tengo que estar tranquilo, no volverme loco porque si me vuelvo loco les puedo hacer mucho daño a todos ustedes". En ese sentido, destacó el rol importante que cumple su entorno más íntimo: "Tengo que mantener la calma, y en eso suman mucho siempre los afectos, mi mujer, mis hijos, los amigos y formar un espacio para poder relajarme". Y dio un ejemplo sobre cuáles son sus actividades: "Soy un experto en rompecabezas con Antonia". Luego. el padre de la familia recordó las últimas reacciones de los mercados ante los anuncios del Gobierno: "El mercado te cuesta recuperarlo, no es que hacés una cosa y sucede. Tenés que hacer varias y un día gira", respondió Macri. Al finalizar la conversación, Laura agradeció la visita y la conversación sincera que ofreció el Presidente en la cocina de su casa: "Gracias por comprometerse con nuestro país y con la gente".
