La causa judicial conocida como los “cuadernos de las coimas” tiene al menos un punto de unión con el caso que investiga “La ruta del dinero K”. Los senderos de los presuntos fondos de la corrupción de la obra pública de las tres gestiones presidenciales pasadas se bifurcan, pero se juntan en un paraíso fiscal. Las Islas Seychelles, un archipiélago en el océano Índico. La ex presidenta Cristina Fernández viajó en secreto hacia allí el 22 de enero del 2013, haciendo desviar de imprevisto al jet privado que contrató con dinero público para que la trajera de vuelta de una gira internacional que terminaba en Vietnam. Tras despegar de ese país, la nave cambió su destino y se detuvo durante trece hora en Victoria, la capital de Seychelles. El dato fue publicado en el Boletín Oficial dos meses después. Ella negó que esa travesía haya tenido que ver con posibles negocios irregulares de su socio, Lázaro Báez, hoy preso. En Seychelles está inscripta la sociedad Gairns LTD, controlante de decenas de empresas “cáscara” del constructor y millonario súbito. Clarín pudo confirmar que efectivamente esas sociedades estaban -o están- a nombre de él o de sus hijos. Pero se agrega otra noticia: son firmas que recibieron pagos millonarios de al menos un imputado en la causa de los “cuadernos”. La enigmática Helvetic Services Group fue utilizada por Báez, probó la Justicia. Entonces, al mismo tiempo era destinataria de transferencias de quienes pagaban coimas al Ministerio de Planificación Federal, de Julio De Vido. Clarín pudo confirmar la información gracias documentos oficiales de bancos que los “fondos buitres” usaron para litigar en contra del Gobierno de los Kirchner. Y también utilizando la base de datos de las compañías off-shore conocida como “Panamá Papers”. Los “fondos buitres”, en especial NML, de Paul Singer, levantó el secreto de bancos como el HSBC, el UBS, el Citibank, el Ocean Bank, o el Standard Chartered Bank. En esos papeles no aparecen los verdaderos dueños de empresas que en “Panamá Papers” figuran como controladas por Gairns Ltd. Que mediante una telaraña administrativa también incluye a Helvetic Services Group. Por ejemplo, NML logró que el HSBC le abriera las transferencias de Neymar Investments. Es una de las firmas que aparece como controlada por Gairns Ltd. El trabajo tribunalicio del fondo “NML”, que no tenía como objetivo la búsqueda de transparencia, si no presionar para cobrar el dinero que le debía el Estado Nacional, usó todas las herramientas a su alcance. Así se llegaron a conocer los nombres de los verdaderos dueños de las compañías satélites de Gairns en Seychelles, y por ende de Helvetic También, cuánta plata transfirieron. Y por dónde. Por ejemplo, la empresa Decavial, del constructor Carlos Wagner, “arrepentido” en la causa de los “cuadernos”, hizo varias transferencias a Helvetic Services Group. Todo terminaba en Seychelles, según indica la documentación en poder de Clarín. Wagner fue quien con su testimonio en el caso “cuadernos”, admitió que la obra pública durante las gestiones de los Kirchner estaba “cartelizada”, e incluso aceptó que pagó coimas para ganar contratos con el Estado. El caso es instruido por el juez Claudio Bonadio, que logró en un solo mes avances impensados. El fiscal es Carlos Stornelli, a quien ayuda en sus tareas su colega Carlos Rivolo. Según los documentos bancarios aportados por NML, la constructora Decavial, de Wagner, giró mucho dinero a Helvetic, vía varios bancos, pero sobre todo el UBS. Por ejemplo: Decavial le pagó a Helvetic US$ 199.975 usando como vía primaria el Standard Chartered Bank; le abonó con el mismo método US$ 399.975. Y usó esa operatoria para girarle a la misma compañía con terminal en Seychelles más pagos. Entre otros, por US$ 500.000 y por US$ 1.099.975. ¿Por qué la constructora de Wagner le transfirió tanto dinero a Helvetic Services Group? Wagner le confesó al juez Bonadio y a los fiscales Stornelli y Rivolo cómo se manejaba la trastienda de las coimas que narró el chofer Oscar Centeno en su cuadernos. Según fuentes del caso, involucró a las más altas autoridades del Gobierno K en este esquema, como Julio De Vido. Para Bonadio, este ex funcionario, hoy preso, es el organizador de la “asociación ilícita” comandada por Cristina Fernández para usar al Estado para recaudar millones de dólares de modo ilegal. La sociedad Gairns, de Seychelles, según se explica en un libro del periodista de Clarín Daniel Santoro, llamado “La Ruta del Dinero K”, era un “espejo” de Aldyne, la primera sociedad de Seychelles investigada por sus vínculos por Báez por el fiscal José Campagnolli y su equipo, liderado por Ignacio Rodríguez Varela. En los papeles de los “buitres” obtenidos del banco HSBC, se puede conocer, además, que otra de las sociedades que abonó cifras millonarias en Seychelles fue Neymar Investments. Quien aparece como propietario de esa compañía es uno de los hijos de Lázaro Baez, su primogénito, Martín, quien también hizo negocios inmobiliarios con los Kirchner en la Argentina. La documentación aportada por los “buitres” a la Justicia de los Estados Unidos estuvo en poder de la Procuradora General del Tesoro de la era K, Angelina Abbona. Ella recibió por correos electrónicos de los abogados que representaban a nuestro país en el litigio con los holdouts, Cleary & Gottlieb, la información que se iba revelando sobre estas transacciones. Abbona le respondió que mantengan el tema en reserva. Cuando dejó su cargo, se llevó su computadora. Alguien la encontró. El primer Procurador del Tesoro de la gestión de Mauricio Macri, Carlos Balbín, aportó la documentación al juez del caso de “La ruta del dinero K”, Sebastián Casanello. El fiscal Guillermo Marijuán había redactado un dictamen rotundo sobre la cuestión pero el magistrado se negaba a elevar la causa a juicio oral. La diputada Graciela Ocaña acercó también a esas autoridades judiciales parte de esta información. El viernes, la sala II de la Cámara Federal, integrada por Martín Irurzún y Mariano Llorens, le ordenaron a Casanello que le tome declaración indagatoria a la ex presidenta Cristina Fernández, algo a lo que el juez se negaba a hacer. Se lo habían pedido antes el fiscal Marijuán, la Unidad de Información Financiera (UIF), de Mariano Federici; y la Oficina Anticorrupción, de Laura Alonso. La hipótesis de los camaristas es que Báez es “testaferro” de Cristina. El primer diputado que detectó y pidió públicamente información sobre la escala de la ex presidenta en Seychelles había sido el actual Secretario de Seguridad Interior, Gerardo Millman. El viaje fue ocultado. Hoy, Millman dice estar convencido de que “la visita de Cristina a Seychelles debe tener como motivo real su vinculación con la familia Báez y con el ex presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, Wagner”. Cuando llegó a Seychelles, Cristina Kirchner paró en un hotel de los más caros de ese país. Ordenó que empleados del lugar cargasen a mano su cinta para ejercitarse a pesar de que el lugar donde se hospedó estaba ubicado en las alturas de un cerro. Seychelles es un paraíso fiscal y geográfico. Allí los mas grandes inversionistas del mundo que buscan esconder dinero de origen ilegal guardan sus “tesoros”. Las playas son visitadas por personajes del jet set o las monarquías. Entre su fauna se destacan las tortugas gigantes. Están en peligro de extinción.
El nexo entre los cuadernos y la ruta del dinero K con Seychelles
La ex Presidenta Cristina Kirchner hizo un viaje secreto a esas islas en enero de 2013. Detectaron giros del constructor Carlos Wagner a cuentas de Báez. La causa judicial conocida como los “cuadernos de las coimas” tiene al menos un punto de unión con el caso que investiga “La ruta del dinero K”. Los senderos de los