El interbloque Cambiemos y sus aliados del massismo fracasaron en su intento de “excluir” al diputado del FpV-PJ Julio De Vido de la Cámara baja. La propuesta empujada desde el Gobierno nacional cosechó 138 votos a favor, 20 menos que los dos tercios necesarios entre los 237 diputados presentes en la sesión. Los 95 votos en contra de la expulsión del ex ministro de Planificación –que el oficialismo conocía de antemano–, se habían transformado en un escollo difícil de sortear pese a las presiones sobre gobernadores y legisladores que se ejercieron incluso desde la Casa Rosada. La certeza de la derrota hizo que el macrismo finalmente desistiera de su amenaza de no permitir abstenciones, de las que hubo solo tres y que lejos quedaron de modificar el final anunciado. De todas maneras, el oficialismo no salió insatisfecho: transformó a lo largo de casi diez horas al recinto de la Cámara de Diputados en un escenario electoral retransmitido en vivo en todos los canales de noticias, con la idea de mostrarse como los abanderados de la lucha anticorrupción. El montaje electoral de ayer no resultó gratis para Cambiemos. Por casi dos horas tuvo que resistir los embates de todos los bloques opositores, y hasta de sus aliados del massismo, que reclamaron que se incorporen al temario otros temas. El FIT propuso declarar la emergencia laboral para frenar los despidos, iniciativa que hizo propia el FpV-PJ, además de limitar el endeudamiento externo, entre otros temas. El oficialismo logró rechazar todos, porque los votos opositores no alcanzaron los dos tercios para incorporarlo a la sesión especial que solo incluye la agenda propia. Acompañaron a Cambiemos en la derrota, el interbloque massista y sus aliados como el GEN, Libres del Sur y los neuquinos del MPN, el socialismo el bloque de Darío Giustozzi, algunos del Bloque Justicialista como los salteños que responden al gobernador Juan Manuel Urtubey y el ex titular de la Anses, Diego Bossio, y otros monobloques. De la vereda de enfrente estuvieron el FpV-PJ y sus aliados, el PpV-Movimiento Evita, los santiagueños del Frente Cívico, el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT), Proyecto Sur, entre bloques más pequeños. Las abstenciones fueron de Juan Carlos Giordano (FIT-IS), el peronista pampeano Sergio Ziliotto, del BJ, y la santafesina Silvina Frana del FpV-PJ. Los misioneros del Frente de la Concordia figuraron entre los 20 ausentes de la sesión. El macrista Pablo Tonelli, que llevó adelante el proceso sumario contra De Vido en la comisión de Asuntos Constitucionales, fue el miembro informante del dictamen de mayoría. “Es el responsable político de los grandes desaguisados cometidos desde el Ministerio de Planificación; de los grandes errores, por llamarlos de una manera alegre, que han causado enormes perjuicios al Estado y a los argentinos”, sostuvo. “Inclusive, estas malas decisiones tienen su correlato en las causas penales en las que está involucrado”, continuó Tonelli y cuantificó las causas contra el ex ministro: “está denunciado más de 100 veces, imputado en 26 causas y procesado en cinco”. El diputado macrista defendió la “exclusión” de De Vido “por indignidad moral” y afirmó que se trata de “una facultad disciplinaria que le otorga a la Cámara la Constitución”, además de sostener que el ex ministro “atentó contra el Estado democrático”. “La responsabilidad penal la están juzgando los jueces, es otro poder. Nosotros tenemos que juzgar la responsabilidad política y no tenemos duda alguna de la responsabilidad política”, insistió Tonelli. La réplica llegó a través de la diputada kirchnerista Diana Conti, quien sostuvo que la exclusión de De Vido “es absolutamente inconstitucional y violatoria de las pautas internacionales en materia de derechos humanos y políticos”. “No se permite que un legislador votado por el pueblo sea expulsado porque se considera al año y medio de ser legislador y en plena campaña que ahora lo quieren ‘chivar expiatoriamente’ por su gestión como ministro”, siguió Conti y calificó la iniciativa como “un acto reaccionario y fascista”. “Los procesos en trámite que soporta el legislador sobre el que nos referimos son todos referidos a su gestión como ministro”, volvió Conti para insistir en que los motivos disciplinarios deben ser “sobrevinientes”, es decir sobre su labor como diputado y no anteriores. Luego vinculó la embestida oficialista con la campaña electoral. “Como el juez no hizo lugar (al pedido de desafuero), les salió mal la jugada, y lamentablemente son algunos legisladores que están haciendo el trabajo sucio que algunos sectores necesitan para ver si ganan algún voto más. Y como esa es la única verdad, no es De Vido el que le saca honorabilidad a esta Cámara: son ustedes”, esgrimió Conti dirigiéndose a la bancada oficialista. El massismo arrancó la defensa de su propio dictamen confrontando con el kirchnerismo. “Proponemos excluirlo por su manifiesta indignidad moral, en virtud de lo expresado en el artículo 66”, sentenció el delasotista Juan Brugge. “La honorabilidad de este cuerpo hace al decoro parlamentario, y el decoro parlamentario no está dado por la opinión nuestra, está dado por la opinión del pueblo y el pueblo quiere tener representantes que realmente los representen, no representantes que estén cuestionados ante la Justicia”, concluyó. “El proceso contra De Vido reviste una enorme gravedad institucional”, sostuvo el diputado del Movimiento Evita, Remo Carlotto. “No había ninguna justificación para poner (el tema) en agenda ahora”, insistió Carlotto, que calificó de “muy pobre” el dictamen del oficialismo y señaló que en la comisión de Asuntos Constitucionales “se vertieron conceptos políticos, prácticamente de actitudes de revancha”. Fue una referencia a la amenaza que Carrió reconoció como propia en el recinto, cuando soltó “el próximo sos vos” dirigiéndose al diputado del FpV-PJ y ex ministro de Economía, Axel Kicillof. Carlotto se refirió luego sobre el principio de la presunción de inocencia. “Me sorprendería que nosotros afirmemos como hechos concretos lo que la justicia todavía no tomó como condena firme”. Después recordó que Tonelli esgrimió “efusivamente” este argumento en contra del rechazo del diputado Luis Abelardo Patti por crímenes de lesa humanidad. “Conmigo no lo van a lograr, desde el lugar en el que tenga que estar seguiré batallando en contra de este programa neoliberal que lleva al hambre y la miseria al pueblo argentino”, argumentó el propio De Vido al hacer uso de la palabra. “No vengo a ejercer el derecho de mi defensa porque no hallo legitimidad en el método que utilizaron para imputarme, dado que es violatorio como explicó muy bien la diputada Conti y también Carlotto”, sostuvo. “Soy el blanco de un plan sistemático de marketing escrito con precisión en muchos libros del asesor extranjero (Jaime Durán Barba) del presidente Macri donde el enemigo tiene que ser destruido, desmoralizado, aniquilado, hasta llevarlo a terminar incluso con su propia vida; lo que leo es textual de ‘El arte de ganar’”, insistió antes de agregar que siempre actuó “de la mano de la ley” y afirmar que nunca se amparó en los fueros. En un extenso descargo leído, De Vido repasó todas las tareas que abordó como ministro como las estatizaciones de Aysa, Aerolíneas Argentinas, YPF y el Correo Argentino, donde volvió a cargar contra Macri: “vino para destruir, para desmantelar, para desarticular nuestra tarea de 12 años de gobierno. Por eso molesto, porque hay que sacar del medio a Julio De Vido, por todo lo que sé, por todo lo que hicimos y les he reseñado, por eso el armado de causa en mi contra”, concluyó. Carrió tomó la palabra para responderle a De Vido. La diputada repasó todas las denuncias que realizó contra el ex ministro y reclamó su exclusión “por infame traidor a la patria”. La chaqueña admitió en el recinto que no alcanzarían los dos tercios y atacó a los diputados de izquierda por no plegarse al oficialismo. “De Vido ya fue, es bueno que en los procesos históricos primero se devele la verdad, quién es quién, y que cada nombre y apellido figure en todos los lugares”, dijo. “Esto no es electoral para mí, yo recé durante años que el más corrupto de la historia de este país, llamado De Vido y Néstor Kirchner, que Dios los tenga en su gloria, yo esperaba este momento para denunciar este saqueo, y gracias a Dios por darme esta oportunidad”, se congració antes de retirarse del recinto. El socialismo y Libres del Sur se plegaron a la “exclusión” de De Vido en nombre del progresismo pero alineados con el massismo. Los puntanos que responden a los hermanos Rodríguez Saá no sucumbieron ante las presiones del oficialismo. Las diferencias dentro del Bloque Justicialista, referenciado en Bossio y Oscar Romero llevaron a que ninguno de sus integrantes hablara en el recinto. “El intento de destitución por parte del gobierno macrista y sus aliados massistas forma parte de una maniobra política encubridora. En primer lugar, del ajuste en marcha. En segundo término, de la corruptela del oficialismo, cuyo entramado de negocios tiene una continuidad con el gobierno pasado. Y, finalmente, de la propia Justicia”, dijo Pablo López del FIT-PO, cuya bancada resistió toda la embestida oficialista para modificar su voto. Con la suerte echada, el jefe del interbloque de Cambiemos, Mario Negri buscó minimizar la derrota: “No nos importa si alcanzamos el objetivo de la exclusión, lo que tenemos que hacer hoy es sembrar valores y protegerlos; no se trata de ganar o perder, hay que tratar de ser o no ser, no solo parecer”, dijo en tono de campaña.
Un montaje mediático como premio consuelo
Pese a la presión de la Casa Rosada, el macrismo, el massismo y otros aliados consiguieron sumar 138 votos, 20 menos que los necesarios. El FpV-PJ, el Movimiento Evita, el Frente Cívico Santiagueño, el FIT y Proyecto Sur votaron en contra.