Aquellos meses de 2010, los seis anteriores a la muerte de Néstor Kirchner , el 27 de octubre, fueron frenéticos. El sistema de recaudación de retornos relatado en los cuadernos de Oscar Centeno estaba perfectamente aceitado, tanto que acumuló 53, 73 millones de dólares entre el 16 de mayo y el 24 de noviembre. Así surge del análisis de los registros del cuaderno número 6 realizado por LN Data, que empieza seis meses antes de la muerte del expresidente. El relevamiento termina un mes después de la muerte de Kirchner. De aquellos meses vertiginosos por la ciudad, no todo fue a parar a manos de Néstor Kirchner. Los empresarios, contratistas del Estado todos ellos, entregaron solo en el auto que manejaba Oscar Centeno, el hombre que manejaba el remise y que escribió los cuadernos que hoy están en la Justicia, 53, 73 millones de dólares. Pero no todo terminó en manos del último eslabón de la cadena de corrupción. Según datos que surgen del relato de Centeno, del dinero entregado en la quinta de Olivos o en el edificio que habita aún hoy la expresidenta, en plena Recoleta, suma 48, 70. Es decir, alrededor de 9% del dinero se repartió como comisión entre los involucrados en el operativo de corrupción. La logística de millones no es gratis. El 77% del monto total entregado durante el período del cuaderno 6 (US$37, 6 millones) se depositó en el edificio en el que la familia Kirchner tiene al menos un departamento: Uruguay 1306. Siempre la recepción la realizó Daniel Muñoz, el exsecretario privado de Néstor Kirchner. En todos los casos, él fue el responsable de recibir los bolsos de dinero que llegaban al departamento. El otro 22% (US$10, 8 millones) se dejó en la quinta de Olivos. En dos ocasiones en las que el bolso de dinero superó los cuatro millones, Roberto Baratta tuvo que entregarle el dinero a Néstor Kirchner "en mano propia" y obligó a Centeno a bajarse del auto para entrar a la residencia presidencial solo. En la causa, que tomó estado público hace menos de dos semanas y que ya tiene media docena de arrepentidos, declarará hoy la expresidenta Cristina Kirchner frente al juez Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli . Según lo que publicó ayer LA NACION, la estrategia de la defensa no irá por el lado de la negación de los hechos, sino que la actual senadora va a negar haber conocido el sistema de coimas en la obra pública . No será un trabajo fácil convencer al magistrado que la expresidenta no estaba enterada de lo que hacía su marido, entonces diputado nacional, y que continuó durante toda su gestión, según reconoció Carlos Wagner, el presidente de la Cámara de la Construcción, y el exjefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina . Solo en estos meses, por semana se llenaban bolsos por alrededor de dos millones de dólares, algo así como 59 millones de pesos por cada siete días. Según el relato de Centeno, que reconoció como verdadero en su declaración como arrepentido, la recaudación de esos 53, 73 se realizó en 32 de los traslados consignados en los cuadernos. La dirección en la que más dinero se retiró fue en avenida Callao 1175. Allí fueron cuatro traslados que en total sumaron 16, 5 millones de dólares, siempre según los relatos de Centeno. Los detalles que surgen del registro dan cuenta de que entregaba "un hombre de barba" que traía dinero proveniente de una obra "en el Comahue". Creen que se trata de coimas por las obras de transporte de alta tensión que, por entonces, se realizaban en la parte norte de la Patagonia. Electroingeniería era una de las principales contratistas. El segundo lugar de recaudación fue el edificio Le Parc, en Azucena Villaflor 450, en pleno Puerto Madero. Allí se realizaron entregas por 7, 5 millones de dólares. La Justicia estableció que en ese lugar esperaba Jorge Neira, el director comercial de Electroingeniería. El ejecutivo fue detenido el miércoles de la semana pasada junto a Gerardo Ferreyra, el socio minoritario de la empresa. Neira salió en libertad después de quedar como arrepentido colaborador. Fue Ferreyra el que asumió la responsabilidad del dinero entregado, aunque no reconocieron los montos. Además argumentó en una ampliación de la declaración indagatoria que eran aportes para la campaña y que él era un militante. La empresa eléctrica, según trascendió, alquilaba algunas cocheras en el edificio de la avenida Leandro Alem 454, edificio que la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME) compró en un remate. De ese estacionamiento, cuya planta baja estaba prácticamente abandonada, se retiraron dos traslados que sumaron siete millones de dólares. En un edificio de Cerrito y Juncal también consta un traslado, por 4, 5 millones de dólares. La Justicia sospecha de una empresa constructora ubicada por esa zona, cuyo ejecutivo ya fue indagado. A su vez, surgen dos direcciones a las que Roberto Baratta y sus secuaces iban en forma periódica. La primera es Maipú 741, donde según reconoció Juan Carlos De Goycoechea, entonces CEO de Isolux, pagaba retornos. Allí funcionaba una oficina que era su estudio jurídico. Otra de las direcciones frecuentadas ese año fue Belgrano y Azopardo, donde funciona la Administración General de Puertos. No hay registros de montos en esos lugares; apenas menciones que retiraban bolsos con dinero. La operatoria también está detallada en los cuadernos de esos meses. Los miércoles realizaban la mayor cantidad de recaudaciones. Si se suman todos los retiros que se hicieron en ese día de la semana durante ese período, la suma alcanza los 22, 95 millones de dólares, 43% del monto total de dinero registrado en el cuaderno. Le siguen los jueves, con siete traslados por una cifra de 17, 15 millones de dólares, y los viernes, con seis viajes, en los que se retiró 13, 38 millones. Los fines de semana y los lunes y martes casi no hay actividad alguna. El día en el que se recaudó la mayor cantidad de dinero fue el 30 de septiembre de 2010. Esa fecha se retiró un total de 6, 3 millones de dólares en dos traslados.
Seis meses frenéticos para recaudar coimas por US$53 millones
Aquellos meses de 2010, los seis anteriores a la muerte de Néstor Kirchner , el 27 de octubre, fueron