"Antes de comenzar a desarrollar el tema, porque esta es una noche histórica -para bien y para mal por supuesto- debo expresarle, señora presidenta (del Senado, Gabriela Michetti ), por el respeto que le tengo, mi sorpresa y disgusto por la falta de amplitud y la descortesía que la conducción de este cuerpo tuvo para un personaje histórico de los argentinos". El senador Fernando "Pino" Solanas se refería a la cofundadora de Madres de Plaza de Mayo Nora Cortiñas, y señaló que se le negó el acceso al recinto a pesar de estar en silla de ruedas y mojada por la lluvia, por la "exigencia" de las normas. Solanas contó que se acercó al estrado de Michetti para pedirle que la dejara pasar: "Le pedí una excepción a la regla porque no es igual Nora Cortiñas a los demás ciudadanos, porque carga el capital simbólico de una tragedia argentina". Según el senador, Michetti le respondió que "ya había comprometido su palabra" a cumplir las reglas y que no iba a ser posible que Cortiñas ingresara. El senador prosiguió diciendo que hasta había voluntad de "llevarla en andas" hasta el primer piso. Fue entonces cuando Michetti tomó la palabra y le dijo que, lejos de ignorar la situación, había ido a recibir a Cortiñas. "La saludé, estuve con ella, charlé como cinco o 10 minutos, no es que no tuve ningún tipo de contacto", dijo. "Pero, qué bueno, señora Presidenta", ironizó Pino. Le dijo que por suerte sabe saludar. "Me parece lamentable, y un signo de los miedos antidemocráticos que existen, las medidas de seguridad y el siniestro Congreso vallado, que viene de épocas inmemoriables y que le cierra las puertas a los mejores referentes del pueblo para presenciar los debates. Esa Argentina queremos cambiar. Hablo en nombre de otra Argentina, que quiere acabar con los miedos, que sufrió todas las represiones, que no quiere una juventud reprimida", continuó Solanas. Así hizo alusión a "la oleada verde de chicas" que lucha por sus derechos. El senador prosiguió con un enardecido discurso donde habló del "derecho a gozar" y a "decidir sobre su cuerpo" de las mujeres. Para Solanas, en los discursos expresados tanto en Comisión como en el recinto de la cámara de Senadores durante la jornada de ayer, "hubo un gran y lamentable ausente: la mujer". Así, enfatizó que, entre discursos basados en análisis científicos, jurídicos y médicos, la mujer "era un objeto, un objeto descartado". Mencionó también la diferencia entre ser rica o pobre a la hora de elegir interrumpir un embarazo: "Hay miles de mujeres que no tienen otra opción que el aborto clandestino, porque ninguna ley represiva pudo a lo largo de la historia impedir los abortos. Sinceremos el discursos, acabemos con la hipocresía de una clase dirigente que sabiendo que las más pudientes podían acudir a los abortos seguros, las menos pudientes estaban condenadas a la infección o a la muerte". Luego, manifestó su desacuerdo con que "una mayoría" del Senado crea que puede imponerle a la mitad o más de la mitad de las mujeres argentinas "su mirada y su manera de ver el mundo". "Yo lo sufrí en carne propia, a los 16 años me recibí en el bachiller y me enamoré profundamente. Ella también, y nos enamoramos tanto -con la oposición de la familia de ella- que nos escapamos, y nos amamos", contó. "Por supuesto, ella quedó embarazada, al tiempo desapareció, o no la ví por un tiempo, y luego me enteré que, la verdad, había entrado en pánico, estaba tan perseguida por el miedo a la represión de sus padres y la represión social que terminó haciéndose un aborto clandestino". Luego contó que la mujer en cuestión casi se muere a causa de una infección.
El duro cruce entre Pino Solanas y Gabriela Michetti por no permitirle la entrada al recinto a Nora Cortiñas
"Antes de comenzar a desarrollar el tema, porque esta es una noche histórica -para bien y para mal po