Los consultores amigos del Gobierno ya hablan de una inflación del 32 al 35 por ciento para este año. Los que no son amigos llegan hasta el 40 por ciento. Todo esto si el dólar se mantiene en 28 pesos. Si supera los 30, como todo indica, la inflación será mayor aún que en 2016. Fuentes de UCA señalaron a El Destapeque esperan que la pobreza llegue al 37 por ciento a fin de año, con un dólar a 28. Si sube y los precios lo acompañan, el índice de pobreza superará el 40 por ciento. Un informe de la Universidad Nacional de Avellaneda señala que en el primer semestre el aceite de girasol subió un 26, 2 por ciento; el arroz blanco, un 34, 2 por ciento; el pan francés, un 35, 9 por ciento, los fideos secos, un 39, 9 por ciento; los huevos, un 50, 2 por ciento y la harina de trigo un 87, 7 por ciento. Estos incrementos dispararon el hambre en amplias franjas de la sociedad. El gobierno se apura a distribuir alimentos, pero piensa los saqueos llegarán, más temprano que tarde. La industria cayó un 8, 1 por ciento, el peor derrape desde 2002 y la UIA asegura que será peor. De los 15 mil millones que envió el FMI, 7500 fueron a las arcas del Banco Central. Ese dinero se está acabando. Cuando se recibió el préstamo las reservas llegaron a 63.274 millones, pero desde allí fueron paulatinamente descendiendo para ubicarse al 26 de julio en 59.112 y al 31 de julio en 57.996 millones de dólares. Los 5000 millones perdidos se suman a los 15 mil que se fueron entre enero y junio. De acuerdo a los datos publicados por ITE, Fundación Germán Abdala, el nivel de endeudamiento externo total a diciembre de 2016 era de 275.446 millones de dólares y a junio de este año ronda los 359.683 millones, cifras nunca vistas en otros tiempos de la historia financiera del país. Según indica el último informe publicado por ITE, “Con la reciente devaluación del peso y el desembolso del primer tramo del acuerdo con el FMI, estimamos que en el primer semestre del año la deuda pública en términos del PIB habría aumentado en 29, 9 puntos desde fines de 2017, alcanzando un nivel de 87 por ciento”. De la Rua cayó en default con una deuda del 69 por ciento del PBI. Además, con una inflación en los últimos doce meses del 32 por ciento, la recaudación creció solo un 23, 8 por ciento. Es decir, a pesar del tremendo ajuste fiscal, el déficit crece. Así, Argentina está llegando a niveles de pobreza cercanos a 2001, con una inflación creciente y aún no cayó en default, un destino que parece inevitable, incluso antes de finales de 2019. Con un presente pavoroso y un futuro incierto hasta el punto de poner en duda la llegada de Macri a la próxima elección, por primera vez Cristina aparece liderando encuestas. Aunque la ex presidenta perdió, ella o sus candidatos, en 2013, 2015 y 2017, la próxima elección se enfrentará a un candidato al que todos querrán sacarse de encima. Y quizá los cuatro años pasados sirvan para extrañar una vida mejor. Así, dicen en Cambiemos, piensa Jaime Duran Barba. Es en ese contexto que la troica Poder Ejecutivo, prensa hegemónica y Comodoro Py lanzó este Mani Pulite argento atado con alambre que hasta ahora tiene como origen unos cuadernos que no aparecen y como testigos a familiares y socios del presidente. Siempre hubo coimas en la obra pública, acá y en casi todos los países del mundo, en menor o mayor medida. Y la familia Macri ha sido uno de los mayores beneficiados. Políticos de toda laya opinan que en su momento fue un obstáculo para terminar obras. Un ejemplo fue Yacyretá, una obra que comenzó Perón. Durante el kirchnerismo se terminó Yacyretá y también la autopista Buenos Aires-Córdoba, que también había comenzado Perón. Y la ruta 14 al Mercosur. También Atucha 1 y 2. El interconectado eléctrico nacional que por primera vez le dio 500 voltios industriales al hasta entonces inviable norte argentino. Se hicieron 2000 escuelas, más que las que hicieron Alfonsín, Menem, De la Rua y Duhalde juntos. Es decir, el problema disminuyó y estuvo lejos de ser impedimento para el desarrollo y está lejísimo de ser un problema que legitime ser tapa en letras de guerra de los principales medios del país. La estrategia es proscribir a Cristina, la única persona a la que el poder económico teme, porque ya demostró que es capaz de enfrentarlos. Pasó en Brasil, se está armando en Ecuador y en Venezuela se está intentando asesinar a Maduro, un destino que podría tocarle a otros líderes si se resisten a la ola neoliberal con dependencia que propone Estados Unidos. En Argentina el plan del norte puede cruzarse con un entramado de organizaciones sociales, sindicatos y una masa crítica del pueblo que está movilizada de manera casi constante en cantidades que en todo el país superan las dos millones de personas. Hay un tema que debería bastar para entender que todo es una farsa: ¿dónde está la plata que supuestamente se robó Cristina? No apareció en ninguna de las grandes investigaciones que impulsó la OCDE en estos años. Por ejemplo, Panamá Pepers y Paradise Papers, donde si apareció Macri. No aparece en blanqueos ni en las aventuras con excavadoras de Marijuan. La pelota está en juego: de un lado la troica del poder; del otro, el Pueblo.
