Política

Seis mujeres que fueron clave para destapar delitos y allanar el camino de la Justicia

La causa Ciccone, el robo al banco Río de Acassuso y el contrabando de armas, algunas de las historias donde las mujeres tuvieron un rol trascendente. Un nuevo escándalo de corrupción estalló esta semana en Argentina. La aparición de ocho cuadernos donde se describía la ruta de millones de dólares en bolsos durante el

Un nuevo escándalo de corrupción estalló esta semana en Argentina. La aparición de ocho cuadernos donde se describía la ruta de millones de dólares en bolsos durante el gobierno kirchnerista derivó en múltiples detenciones de ex dirigentes y empresarios, entre ellos Roberto Baratta, ex número dos de Julio De Vido en el desaparecido Ministerio de Planificación Federal. Sin embargo, la investigación judicial comenzó casi un año antes gracias a una mujer: Hilda Horovitz. Furiosa después de la separación, en noviembre de 2017 se presentó entre el juez federal Claudio Bonadio para delatar a quien fuera su pareja por más de diez años, Oscar Centeno, ex chofer de Baratta y autor de los cuadernos que abrieron una nueva caja de Pandora de la corrupción K. Horovitz no el primer caso de una mujer que termina destapando las “irregularidades” de sus ex parejas. Aquí, un repaso por los casos más conocidos. "Boudou es el típico chanta argentino”. La afirmación tajante pertenece Daniela Andriuolo, quien se casó en 1993 con el ex vicepresidente Amado Boudou y se separó de él solo un año después. Andriuolo impulsó una de las primeras denuncias contra el ex funcionario K por adulteran los papeles de un auto Honda Civic con el objetivo de ocultarlo en la división de bienes del divorcio. Daniela Andriuolo, ex esposa de Boudou, denunció que el ex vice adulteró el origen de su auto. En el juicio como “cómplice de falsificación ideológica”, el Tribunal Oral Federal 1 absolvió a Boudou en agosto de 2017 al considerar que el delito del cual se lo acusaba había prescripto. En cambio, en diciembre pasado, la Cámara Federal de Casación Penal ordenó hacer un nuevo juicio. En la misma causa, Agustina Seguín, ex pareja de Boudou, denunció que el ex ministro de Economía la utilizó en la maniobra para ocultar su patrimonio. En un principio, Seguín fue procesada como partícipe necesaria, aunque luego resultó absuelta. El caso Ciccone, uno de los escándalos de corrupción más grandes de los últimos años, nació a partir del testimonio de otra mujer: Laura Muñoz. En febrero de 2012, la mendocina reveló que su ex marido Alejandro Vandenbroele era testaferro del entonces vicepresidente de la Nación. Ambos formaban parte de en una compleja maniobra cuyo fin era quedarse con la imprenta privada Ciccone para luego otorgarle contratos millonarios para hacer billetes. Laura Muñoz, ex esposa del presunto testaferro del ex vicepresidente Boudou. Aquel verano, Muñoz contó a Clarín lo que su ex marido le decía sobre aquellos negocios y trapicheos. Pero no tenía papeles, y mientras Vandenbroele la desmentía, todo el peso del Estado y sus agencias se volcaron contra ella para callarla. Tras una sinuosa investigación judicial -acelerada y realentada en distintos momentos según los ritmos de la política- la trama quedó al descubierto y el mismo Vandenbroele izó la bandera blanca de la confesión a fines del año pasado. Laura tenía razón. Cuando en 2011 Karina Jelinek se casó con Leonardo Fariña, nunca se imaginó que tiempo después iba a verse implicada en maniobras de lavado de dinero. La modelo incluso llegó a declarar en contra de su ex marido en la causa donde se lo investigaba por la compra de un campo en Mendoza, en una presunta maniobra de lavado. Karina Jelinek y Leonardo Fariña, en tiempos felices. Al declarar como testigo, Jelinek reveló que Fariña tenía un vínculo estrecho con Fabián Rossi y Federico Elaskar, ambos procesados en la causa por lavado de activos vinculada al detenido Lázaro Báez. "El ex marido de Eliana (Calabró), Rossi, era como su mandadero, su asistente, iba hasta el supermercado", declaró ante el Tribunal Oral en lo Penal Económico 1. En cuanto a Elaskar, el ex dueño de la financiera SGI vinculada al lavado de dinero de las empresas de Lázaro Báez, sostuvo que era "muy amigo" de su ex marido. Los cinco hombres señalados como los responsables de robar en enero de 2006 el Banco Río de Acassuso, uno de los asaltos más espectaculares de la historia, cayeron por la declaración de una mujer despechada que aseguró que su marido había participado del golpe. Alicia Beatriz Di Tullio delató Alberto Rubén "Beto" De la Torre, un especialista en robos a bancos y camiones blindados, porque la había dejado por otra. De la Torre fue detenido el sábado 18 de febrero de 2006. Rubén "Beto" De la Torre, uno de los implicados en el robo al banco Río de Acassuso. El delincuente, en cambio, dio otra versión y aseguró que su ex pareja y la hija de esta lo extorsionaban. “Me decían: ‘Dale, fuiste vos. Danos plata. No me creían que no tuve nada que ver. Después de eso, peleamos fuerte y me denunció. Encima, la Policía le dijo que yo me estaba escapando a Paraguay con otra mujer", le afirmó a Clarín. La mujer, en tanto, volvió a enamorarse tiempo después, pero del policía que la empezó a custodiar cuando su esposo fue preso. Trabajó con Néstor Kirchner durante casi una década. Fue su asistente más influyente y cercana. Lo acompañó en las campañas electorales, ocupó una oficina estratégica en la Casa Rosada, compartía la intimidad política de la Quinta de Olivos. Se llama Miriam Quiroga y reveló algunos de los secretos más impactantes de la era K: afirmó que cuando estaba el ex presidente solían llevarse a Santa Cruz bolsos negros repletos de dinero en efectivo que antes le habían hecho llegar empresarios como Lázaro Báez y Cristóbal López. Quiroga, cuando era secretaria de Kirchner. "Yo lo que vi son los bolsos. Vi personas, vi movimiento y después un compañero mío de trabajo me dijo, agarrá. Tomá el peso. ¿Cuánto hay acá? No tengo ni idea. Mucha plata. Se pesa. Es más, dije pasame algunos para mí. Están contados, están muy bien contados mejor dicho, me dijo. Esos bolsos iban a Olivos y de ahí al sur”, reveló la mujer, quien aseguró haber sido amante de Kirchner por diez años. Sin embargo, luego de ciertas contradicciones en su declaración ante la Justicia, la Cámara de Casación cerró la causa y dejó firme la decisión del juez Rodríguez que estableció que "los hechos no existieron". Lourdes Di Natale fue una de las testigos clave en la causa por el contrabando de armas en los 90. Ex secretaria del empresario Emir Yoma, cuñado y ex asesor de Carlos Menem, denunció vínculos con el tráfico de armas a Ecuador y Croacia. En marzo de 2003, fue hallada sin vida en el patio interno de un edificio de Barrio Norte de Buenos Aires. Las versiones contradictorias hablaron desde un intento de suicidio hasta que cayó al vacío al intentar cortarle el cable a un vecino. La muerte de la mujer, ex esposa del abogado Mariano Cuneo Libarona, ocurrió poco después de su declaración en la causa por la voladura de la fábrica de Río Tercero que, según la Fiscalía, fue un intento de tapar el faltante de armamento enviado a Croacia y Ecuador. En septiembre de 2015, la Corte Suprema de la Nación ordenó reabrir la investigación de su deceso, aunque no hubo novedades. Di Natale afirmó en la Justicia que Emir Yoma recibía en sus oficinas al traficante de armas Diego Palleros y a Luis Sarlenga, ex interventor de Fabricaciones Militares. La mujer atribuyó a su ex pareja Cúneo Libarona haber confesado que Yoma cobró 400 mil dólares como coima por su intervención en la venta ilegal de armas. Las pruebas que aportó a la Justicia abrieron el camino que condujo luego al procesamiento y posterior prisión de Yoma.

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