Richard Branson, el multimillonario británico y fundador del grupo Virgin, sobrevivió al devastador huracán Irma atrincherándose en la bodega subterránea de su isla privada en el Caribe. A pesar de las advertencias sobre la ferocidad del fenómeno (que dejó casi 40 muertos e innumerables daños materiales en su paso por el Caribe y el sureste de los Estados Unidos), el magnate decidió no abandonar la isla Necker, donde vive desde 2013. Se trata de una superficie de 300.000 metros cuadrados que se encuentra en las Islas Vírgenes Británicas, al este de Puerto Rico. El lugar funciona como un complejo turístico exclusivo con capacidad para alojar a unas 35 personas. La isla tiene una casa principal grande y otras pequeñas, de estilo balinés, que son alquiladas a grupos privados por 80.000 dólares la noche. Para su funcionamiento cuenta con más de 100 trabajadores. Tras el paso de Irma la isla quedó devastada. Branson se encargó de mostrar las consecuencias del temporal en su cuenta de Instagram. En un video se puede ver una parte del complejo arruinada por completo: puertas y vidrios rotos y palmeras estropeadas. Sin embargo, a pesar de las consecuencias materiales, el empresario y los huéspedes que resistieron bajo tierra resultaron intactos. El miércoles pasado, poco antes de que Irma pasara por encima de la isla, Branson publicó una foto en la que se lo ve jugando a los dados y tomando vino, en una actitud de absoluto relax. "Esperando la fuerza completa en cerca de 4 horas, nos recluiremos en una bodega debajo de la casa. Maravilloso equipo, tranquilo y optimista", contó en esa ocasión. Al otro día, en el blog de Virgin, Branson escribió: "Nunca vi algo como este huracán. Necker y toda la zona han sido completamente devastadas. Todavía estamos evaluando el daño, pero casas enteras y árboles han desaparecido". A través de la misma red social el magnate explicó que se encuentra coordinando ayuda a las familias vecinas de las Islas Vírgenes Británicas y difundió un link para quienes quieran colaborar con la causa. La decisión de vivir en una isla En 2013 Branson vendió a sus hijos la mansión que tenía en Oxfordshire, un condado en el sur de Inglaterra, luego de vivir ahí durante más de 20 años. La transacción fue por 1, 6 millones de euros. La decisión fue consecuencia de una modificación en materia impositiva, realizada por el primer ministro del Reino Unido, que endureció los términos sobre los impuestos que deben ser pagados sobre las ganancias obtenidas fuera del Reino Unido. Al vivir en el extranjero, el magnate no tendría que pagar impuestos por los ingresos que obtuviera fuera del país.
