LA PLATA. - Las lluvias que azotan desde ayer a La Plata y Quilmes ya provocaron una gran cantidad de calles anegadas y caídas de postes en los barrios de esas ciudades. Dos mujeres cayeron al agua pero ya se encuentran fuera de peligro. El tiempo mejorará recién a partir del lunes en la zona. El municipio de Quilmes informó que se puso en marcha desde las 3 de la mañana el protocolo de emergencia para prevenir incidentes y garantizar asistencia a los vecinos. El subsecretario de Emergencias, Protección Civil y Movilidad Urbana local, Juan Manuel Mendizabal dijo: "Cayeron más de 100 milímetros en 45 minutos". Hoy desde temprano trabajaban junto al SAME, Bomberos y Defensa Civil. La zona oeste es la más afectada. Los arroyos San Francisco y Las Piedras desbordaron -alcanzando los 300 metros en algunos sectores- y las autoridades indicaron que "desembocaron muchos desechos desde la zona que viene de Almirante Brown". Además, dos mujeres se cayeron al agua en arroyo y 844, quienes fueron rescatadas por Bomberos y trasladadas al hospital Oller, donde fueron atendidas y ya se encuentran fuera de peligro. El río alcanzó una altura de 1 metro 70. Hay calles anegadas en Villa Alcira y Villa Luján. Los bajo vías de la ciudad están cerrados al tránsito. En el de Guido quedaron dos vehículos varados que fueron rescatados por personal municipal y bomberos. Como medida preventiva se asignó al área de Desarrollo Social armar dos centros de evacuados en la zona oeste con agua potable y viandas para las familias. A las 12 del mediodía se reunía el comité de crisis para monitorear el estado de situación y analizar cómo seguir. En la capital provincial, el agua caída rondó entre los 35 y 40 milímetros y las precipitaciones más intensas ocurrieron entre las 4 y las 6 de la mañana de hoy, según informó la Direccion de Hidrometeorología de la municipalidad de La Plata. En el barrio platense de Villa Garibaldi y en la localidad de Villa Elvira se inundaron las calles a causa de que los desagües pluviales rebalsaron y el drenaje se lentificó por la acumulación de agua. Además, diferentes zonas del centro y de Tolosa y de Ringuelet sufrieron interrupciones en el servicio eléctrico. El Servicio Meteorológico Nacional renovó esta mañana el alerta por tormentas fuertes, lluvias abundantes y posible caída de granizo en un área que abarca el Río de La Plata, incluidas la Capital Federal y la región del gran La Plata. Algunas de estas tormentas "pueden alcanzar intensidad fuerte o severa con intensas ráfagas de viento, importante cantidad de relámpagos, caída de granizo y abundante caída de agua en cortos períodos de tiempo", advirtió. El Servicio Meteorológico señaló además que "los fenómenos más intensos donde las tormentas pueden adquirir características severas se prevén sobre el centro y norte de Santa Fe, Entre Ríos y extremo norte de la Provincia de Buenos Aires. Posteriormente con el avance de un frente frío los fenómenos más intensos se desplazarán hacia el norte argentino". Asimismo, estableció que "los valores de precipitaciones acumulada en todo el período desde el inicio de las precipitaciones pueden oscilar entre 50 y 100 milímetros con máximos localmente superiores. "Las condiciones tenderán a mejorar paulatinamente de oeste a este a partir de la noche de hoy a excepción de la Provincia de Buenos Aires, donde mejorarán durante el transcurso del lunes", apuntó. Vecinos de vastos sectores del conurbano veían con temor el avance de las aguas hacia sus viviendas. Los llamados más acuciantes se recibieron de vecinos del barrio La Matera, en el partido de Quilmes. Allí, la desesperación es total: cientos de familias se vieron afectadas por el desborde de los arroyos San Francisco y Las Piedras. "Es imposible entrar o salir. Estamos totalmente aislados", se quejaron algunos vecinos ante LA NACION. Hace años que el asentamiento clama por mejoras y limpieza en los arroyos que permita desagotar la constante inundación. "El intendente Martiniano Molina nos pide que tengamos paciencia, pero ya no damos más y nuestros hijos se enferman", dijeron. Pasado el mediodía los vecinos llamaban a Bomberos para pedir ayuda en la asistencia de las zonas más afectadas, en las calles 890 y 822, donde la correntada se llevó literalmente parte de las viviendas más humildes. Otros hacían esfuerzos como podían para evitar correr la misma suerte. Pero poco podían hacer contra la fuerza de la corriente. Con la colaboración de Silvia Pisani
