Sociedad

"Al Ministro de Salud le diría que no traicione a los médicos, que juramos defender la vida desde la concepción”

Ginecóloga y obstetra, María de Urraza atiende a mujeres muy humildes del conurbano bonaerense, en Florencio Varela. “Si la opción es exterminar a tu propia descendencia porque maternar implica un riesgo social o laboral, estamos fallando como sociedad”, advierte

En una década de trabajo en el hospital "Mi pueblo", de Florencio Va rela, cuya maternidad es la más grande de la provincia -se atienden seis mil partos por año-, María de Urraza (m.p. 116182) afirma haber visto sólo dos casos de muertes por complicaciones de un aborto. En cambio, año a año, mueren mujeres pobres -esas en cuyo nombre se promueve el aborto legal- dando a luz a sus hijos o por complicaciones "que en un embarazo bien controlado se pueden evitar", dice. "Las estadísticas están para establecer prioridades", sostiene De Urraza, y la prioridad es la atención a esas madres gestantes. Por ejemplo, recuerda, cuando se extendió la AUH a las embarazadas, la situación mejoró. Es lo que le diría al ministro de Salud, Adolfo Rubinstein, que en el Congreso fundamentó la necesidad de legalizar el aborto como solución a un problema de salud pública. "Soy objetora y el 80 por ciento de los ginecólogos comos objetores", responde sin dudar ante la pregunta de qué haría si se legaliza el aborto. En esta charla con Infobae, cuenta su experiencia en la atención a una población vulnerable y asegura que es posible disminuir el número de muertes maternas "sin aprobar esta cultura del descarte". — ¿Cuál es la extracción social de la mayor parte de la gente que asisten en el hospital "Mi pueblo" de Florencio Varela? — Es gente humilde. Mucha gente extranjera también. Inmigrantes. Hacemos seis mil partos al año. Tenemos mucha casuística. — A partir de esa experiencia, ¿cómo se evitarían más muertes maternas?, ¿cuál es el problema prioritario a atender? — Sin duda son las muertes por complicaciones del embarazo. En nuestro servicio todos los años tenemos alguna paciente fallecida por esas complicaciones. Eclampsias, hemorragias posparto, estados hipertensivos, sepsis puerperal, complicaciones de las cesáreas. Son pacientes que tal vez no tienen el acceso al sistema de salud que deberían tener. Porque en un embarazo bien controlado este tipo de patologías se pueden prever, se puede hacer terminar el embarazo de forma oportuna. Cuando las pacientes no se controlan adecuadamente, llegan con estados graves que ya no se pueden solucionar a tiempo. Además de que el sistema de salud también tiene sus deficiencias. Nuestro hospital es muy grande, es una maternidad muy grande, y dentro de todo estamos bien, pero faltan insumos, Por ejemplo, hay un balón que se usa para frenar la hemorragia. Nosotros tenemos dos nada más, pero hay otros hospitales que directamente no lo tienen. Eso previene las muertes por hemorragia posparto. Esa sí es una prioridad. Pero así están los hospitales de la provincia: con falta de insumos, con falta de profesionales y con falta de infraestructura. A eso sumemosle una población que es vulnerable, que nos llega a la salita … — Normalmente, una mujer cuando se embaraza, empieza a hacerse controles, enseguida elige un ginecólogo y desde muy temprano decide dónde va a tener a su hijo y así. ¿Cuál es la dificultad para que eso pase en un lugar como Florencio Varela? — ¿La dificultad para llegar al sistema de salud? Y… viven el día a día, la dificultad es la marginalidad en la que viven muchas mujeres. En Florencio Varela atendemos por ejemplo a pacientes de Ingeniero Allan. que queda por Ruta 2. Hay pacientes que caminan kilómetros para ir al hospital. O van en colectivo y tienen alrededor de dos horas para llegar a las urgencias. Y para la atención en la salita pasa lo mismo. Son chicas que viven el día a día. — ¿O sea que es frecuente que lleguen mujeres a dar a luz sin haber visto un médico hasta ese momento? — Embarazos sin control, sí, tenemos internaciones en el mes por embarazos sin control. Cuando nosotras las captamos directamente las internamos para poder hacerles todo porque nos damos cuenta de que no lo logran por fuera del hospital. — Cuando la ex presidente Cristina Kirchner extendió la Asignación Universal por Hijo a las madres embarazadas, ¿eso mejoró la situación?, ¿ayudó a que esas mujeres estuviesen más controladas? — Sí, sí, totalmente, para mí fue excelente esa decisión, sí. — Una buena medida. — De hecho la mortalidad materna viene disminuyendo. Y creo que la Asignación ayudó mucho. — El aborto, ¿es un problema de salud pública urgente a atender como se plantea actualmente en el debate hoy? — No, no. Las estadísticas están para establecer prioridades. En Varela veo muchas pacientes que fallecen por complicaciones del embarazo. He visto muy poquitas que fallecieron por complicaciones del aborto. Sin duda no es una prioridad en salud pública. Además, viene descendiendo la cantidad de muertes. En 2001 teníamos alrededor de 100 mujeres que fallecían por abortos, hoy tenemos 30. — En todo el país en un año. — Sí, sí. — ¿Y en estos 10 años en Florencio Varela, ¿cuántos casos hubo de muertes por complicaciones por aborto? — Dos casos. En cambio, por complicaciones del embarazo, todos los años fallecen pacientes. Las mujeres de Varela quieren tener a sus hijos. Y yo siempre lo digo, ellas, digamos, su gran valor en la vida es su matriarcado, tienen muchos hijos. Hace poco me pasó algo que me dejó muy impresionada. Vino una paciente a verme, de 20 semanas, hipertensa, y me contó que a las 17 semanas de embarazo hizo un pico de presión. Y cuando le diagnosticaron el embarazo alguien le dijo: "Si vos no te hacés un aborto te vas a morir. " A mí esas cosas la verdad es que me dan bronca porque, una mujer que está en situación de vulnerabilidad que escucha a su médico que le diga eso… A mí no me cabe ninguna duda de que se ofrece el aborto como una de las primeras alternativas. — Y no es lo que ellas quieren… — No, me pasa en mi consultorio, es mi experiencia. Una chica que se embaraza a los 16 años hace lo que hizo su mamá y lo que hizo su abuela: se va a vivir con el novio y tiene a su bebé. Hay una cuestión cultural ahí también. O se queda con la madre. Hacen redes también entre las mujeres, se acompañan y se ayudan en sus embarazos. Es otra forma de pensar, otra forma de asumir la responsabilidad de las relaciones sexuales. Ellas saben que se pueden quedar embarazadas y se hacen cargo de esa situación. — ¿El hospital tiene también una política de prevención? Si va una mujer y dice que no quiere tener más hijos, ¿hay una respuesta del sistema? — El Plan de Salud Sexual y Procreación Responsable no está siendo ejecutado. No están repartiendo anticonceptivos. Hay DIU que están vencidos. — ¿Eso es responsabilidad del Ministerio? ¿El hospital no está recibiendo esos insumos? — No, no los reciben. También se suma el problema de la falta de llegada de la paciente al consultorio. Por los paros, porque una cosa es la guardia y otra los consultorios que tal vez no atienden por meses por los paros, porque no pueden llegar, cuando llegan no tienen turno, si les dan turno se los dan dentro de dos meses y bueno, se va armando una bola por la cual finalmente no llega la paciente. — Por eso preguntaba, a la paciente que va y dice o no puedo o no quiero tener más hijos, o no quiero tenerlos por ahora, ¿se le da un asesoramiento? — Es limitado. — ¿Porque no hay recursos? — No hay recursos, no hay turnos. Barreras burocráticas. Con la gestión anterior, había mucho hincapié en la cuestión de la prevención. Las ligaduras tubarias se hacían muchísimo. — ¿Si se legaliza el aborto, qué harías? — Yo soy objetora. Yo soy objetora y el 80 por ciento de los ginecólogos somos objetores. Porque se trata de nuestra actividad profesional. Nosotros somos los que tenemos que hacer ese trabajo sucio. Y es un horror. Creo que la gente no toma dimensión de lo que es, no ve la tremenda agresión que es para la mujer un aborto. Y es exponerla a un riesgo, porque todo aborto implica un riesgo. Además de tener que descartar a un ser humano. Es tremendo, para nosotros los médicos es algo tremendo. — ¿Es por un motivo religioso, por el juramento hipocrático…? — No, es… es inherente al ser humano. Cuando vos ves lo que estás haciendo… Yo tuve que hacer muchos raspados porque soy ginecóloga. Un aborto es eso, es extraer, es exterminar un ser humano y poner en riesgo a la mujer. De una manera cruenta. Un raspado no es nada agradable de hacer. Además de que nosotros juramos proteger la vida desde el momento de la concepción. — ¿El juramento hipocrático lo dice así expresamente? — Sí, nosotros juramos proteger la vida desde el momento de la concepción, aún bajo amenaza. Sí, sí, sí. — Si tuvieras que aconsejar al Ministro de Salud ¿qué le dirías? — Si yo tuviera que decirle algo al Ministro de Salud le diría que no traicione a los médicos, que no se olvide de lo que estamos llamados a hacer que es a cuidar y a salvar las vidas, proteger las vidas. A nunca hacer daño a otra persona. Y le diría que ya está más que probado que existen otras alternativas superadoras para disminuir toda la mortalidad materna. Porque cuando se mejora el sistema de salud y se mejoran las condiciones de vida de las personas, todos los índices mejoran. La mortalidad materna es un indicador de pobreza de un país. Pero inclusive viene descendiendo en nuestro país y en toda Latinoamérica. — Sin legalizar el aborto. — Sin legalizar el aborto. Todos hablan de Uruguay, pero Uruguay no disminuyó sus muertes por aborto legalizando. Ya había descendido antes, con otras políticas de salud. Entonces se puede lograr de otra manera sin aprobar esta cultura que es del descarte. Y que va en contra de todo lo que somos nosotros como médicos. — Los promotores del proyecto de legalización dicen que no es sólo de aborto, también de prevención, de educación sexual. Ahora, todo eso ya existe, hay leyes, Educación Sexual, Procreación Responsable… — Y el aborto es el fracaso de todas esas medidas, ¿no? — ¿Pero si se aprueba esta ley sí habrá prevención? ¿O será lo mismo que ahora? — Si se aprueba la ley, no solamente va a ser lo mismo sino que va a haber muchos más abortos, muchos más abortos. Y eso será en detrimento de todo el sistema de salud que procura proteger a la embarazada. Es sencillo: si tenemos cincuenta camas y están ocupadas todos los días de la semana, todo el año, y no damos abasto con las pacientes que recibimos todos los años, imaginate… — Es sumar una práctica más, claro. — Aparte, aunque hay personas que lo hacen con buena intención pensando que el aborto es una solución para la mujer, yo creo firmemente que hay una idea en el inconsciente colectivo de muchas personas que trabajan en salud de que la ayuda para la mujer que es vulnerable es esterilizarla. Esa es una gran mentira, es un gran error. Entonces, no me cabe ninguna duda de que si se legaliza el aborto va a aumentar el número de abortos año tras año. — ¿Es lo primero que le van a ofrecer a la mujer como alternativa? — Una mujer que está en situación de aborto, al margen de que es victimaria de su hijo, también es víctima de una situación social tremenda, Porque si la opción es exterminar a tu propia descendencia porque maternar implica un riesgo social o laboral estamos fallando como sociedad ¿no es cierto? Y peor aún, a una mujer humilde ofrecerle la opción del aborto… — Como "solución"… — Como "solución", en vez de ofrecerle una mejora en su calidad de vida, directamente es un fracaso, fracasamos como seres humanos. Seguí leyendo: Wanda Nara se manifestó en contra de la legalización del aborto: "Matar es ir a lo más fácil"

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