La vida de Bautista Surra Iacchetti se transformó en abril, cuando dejó de ir a clases en su colegio del barrio porteño de Caballito. El nene de siete años había estado tres semanas con fiebres esporádicas y se sentía demasiado cansado. Finalmente, los médicos del Hospital Italiano le diagnosticaron leucemia. Bautista quiere vivir y necesita un trasplante de médula ósea. Según contó Diego, su papá, a TN. com. ar en este momento está en la última etapa del tratamiento de quimioterapia. Su hijo padece leucemia linfoblástica aguda ph1+ (cromosoma Filadelfia positivo). Siempre la primera opción es encontrar un donante dentro del grupo familiar, pero las pruebas de compatibilidad que le hicieron a la familia dieron negativas. Por eso, los Surra Iacchetti siguen en la búsqueda de una persona que compatibilice con el pequeño luchador, que ya está anotado en el Incucai. “Bauti sabe que tiene una enfermedad en la sangre. Está bien, pero cuando tiene que estar internado se pone mal por los pinchazos y las transfusiones”, explicó el papá del nene. La situación de los Surra Iacchetti es especialmente delicada porque, por momentos Bautista puede volver a su casa, pero si le da fiebre tienen que correr a internarlo a la clínica. Cientos de personas le dejan mensajes de aliento a su hijo en la cuenta de Facebook Un dibujo para Bauti. Para donar hay que acercarse al Hospital Italiano (Tte. Gral. Juan Domingo Perón 4190. Teléfono: 011 4959-0200) o al Incucai (Ramsay 2250. Teléfono:0800-555-4628) a nombre de Bautista Surra Iachetti. Si el código genético del donante no es compatible con el del paciente, quedará en un banco a la espera de otros pacientes. Diego remarcó que acercarse a donar puede no solo salvar la vida a su hijo, sino la de miles de personas que esperan un trasplante de médula. “Es un proceso sencillo. La leucemia se puede curar y este es uno de los pasos para poder terminar con la enfermedad”, concluyó. Donar médula ósea es sencillo y rápido, no causa dolor ni riesgo de vida. Hay que tener en cuenta que ser donante de órganos no significa ser donante de médula. El proceso consiste en dejar una prueba de sangre para comprobar si el donante es compatible con el código genético (HLA) del paciente. En ese caso el donador dará la médula, que se regenera por completo a los pocos días. Los requisitos son estar sano, tener entre 18 y 55 años y pesar más de 50 kilos. Una vez hecha la autorización (consentimiento informado), se tomará una pequeña muestra de la unidad de sangre del donante para realizar el análisis de su código genético (HLA). Los datos de HLA se incorporan a la base informatizada del Registro Nacional que, a su vez, integra una Red Internacional que agrupa a más de 28 millones de donantes en todo el mundo. Las CPH sólo se donan si hay alguien que lo necesite y si su código genético (HLA) es en un 100% compatible.
