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Mundial Rusia 2018: el hincha que perdió a toda su familia hace menos de dos meses y viajó a cumplirle su sueño

Gilberto es mexicano y estaba casado con una argentina. Ella y sus dos hijos murieron en un accidente. Y él les hizo un homenaje único.

Verónica Raschiotto se mudó de Lanús a México por trabajo. Era 2001 y tenía 25 años. Terminó como financial controller en una de las desarrolladoras inmobiliarias más grandes de Estados Unidos. Fue el puesto de su vida. Pero antes, apenas llegó al D.F. también conoció al hombre de su vida. El 18 de diciembre de 2004 se casó con un reconocido abogado mexicano en el Hotel Panamericano de la 9 de Julio. Tuvieron dos hijos. Dividían vacaciones entre las playas del Caribe y temporadas de esquí en Bariloche. La historia era perfecta. Y estaba marcada por la pasión por el fútbol, que vibraba en los dos países. Pero llegó la tragedia. Verónica, Diego y Mía. En Miami. "Es la foto con la que me gusta recordarlos, felices, en paz, antes de un viaje en tren", dice Gilberto. Gilberto Martínez (41) es el único sobreviviente de esta familia. No estaba en la minivan que el 28 de abril de este año, en Delray Beach, Florida, recibió el impacto de una camioneta 4x4 que un chico de 21 años manejaba a toda velocidad. Verónica, que estaba por cumplir 43, Mía, de 6 años, y Diego, de 8, murieron en el acto. Habían viajado a Estados Unidos para visitar al hermano de la mujer, quien también falleció. Antes -cuando la historia era perfecta- habían organizado un viaje igual de perfecto: los cuatro al Mundial. A menos de dos meses de la muerte de su familia, Gilberto viajó igual a Rusia. El último domingo, en el Día del Padre -que argentinos y mexicanos celebraron el mismo día- vio el triunfo de México frente a Alemania, con los Fan ID's de su mujer y sus hijos colgados. Gilberto Martínez, con la remera de su hijo, Diego. Viajó igual, como cuenta a Clarín desde Peterhof Island, en San Petersburgo, por recomendación de su psicóloga. "Para cerrar el único tema pendiente en una familia hermosa. Cumplir el sueño de los cuatro y el de mi hijo, Diego, que iba a estar en su primer Mundial y en el sexto mío", dice. "Vero era mi amiga desde hacía mas de 35 años, desde Lanús. Gilberto y Dieguito son fanáticos del fútbol, pero fanáticos mal. Cada vez que visitaban Argentina, que era seguido, iban a ver cualquier partido y tenían todo planeado desde septiembre para ir a Rusia los cuatro", dice Paula Dorso, que escribió a este diario para contar la historia de este "sobreviviente". Considera que el mexicano, de 41 años, "pese a haber perdido todo" tiene fortaleza para llevar adelante "este homenaje único para su familia". Tres de las remeras en homenaje a su familia. "Fue muy difícil llamar a la aerolínea y a los hoteles y pedir que cambien los nombres de los pasajes y reservas. Vinieron dos amigos en lugar de ellos. Uno, argentino. También usan estas camisetas para recordarlos", cuenta. Gilberto aclara que, para respetar lo planeado, "no se cambió nada del viaje". Eso incluye haber viajado en tren y no en avión de Moscú a San Petersburgo "porque así lo quería Vero". Y como su hijo quería ver a Neymar, sacó entradas para Brasil-Costa Rica, el viernes. El sábado, Gilberto vio a Messi contra Islandia. Ese fue el primer sueño que le cumplió a su hijo, que jugaba en tres equipos de las inferiores en México y quería ser futbolista profesional. También usó una de las remeras de México y Argentina que en la espalda dice: "Vero, Diego, Mía, siempre conmigo". Un argentino y un mexicano, los amigos que acompañaron a Gilberto a Rusia. Diego era fanático de "la Pulga" y se cumplió un año desde la primera vez que lo vio en Miami, en un partido del Barcelona. "Me encantaría que Messi firmara una camiseta para mi hijo acá. Estoy haciendo lo posible para llegar a él. " "El partido de México fue terrible. Día del Padre. Era muy difícil. Era el momento de llegar, de vivirlo, de pensar en ellos. Hubo momentos muy fuertes, el momento del gol, el himno, cuando termina el partido. Drené mucho y saqué mucho. Este es un viaje que cada momento tiene un recuerdo", cuenta. Subió el video del gol a Facebook y recibió más de 3 mil mensajes de apoyo. "Imaginate si será una persona espectacular que pidió que todo el que se acerque al velorio de su esposa e hijos lleve una muñeca y una pelota para donar a instituciones. Con el momento que estaba viviendo... nunca dejo de pensar en el otro", sigue Paula, sobre el esposo de su amiga. Pero hay algo más por lo que decidió viajar igual a Rusia. Conoce al representante de Guillermo Ochoa y el arquero de México le mandó un video a Diego cuando cumplió 5 años. "Cuando yo estaba camino a la funeraria, me mandó un mensaje clave: 'tu hijo va a ser un ángel que me ayude a volar'. Por eso quise venir, a regalarle los guantes que usaba mi hijo", relata Gilberto, que llora al teléfono entre frase y frase. Gilberto, Verónica, Mía y Diego, hace dos años, en Bariloche El arquero mexicano tuvo una actitud destacada el domingo en la victoria histórica contra Alemania. Esa misma noche, Ochoa volvió a escribirle por WhatsApp: "Esto fue por tu familia". Sobre el terrible accidente en Delray Beach, y el conductor de la 4x4, Gilberto dice que no sabe ni averiguó nada. "No miré cuando salió en las noticias. No quise leer nada en la web. Es que lo último que necesito y quiero es sentir odio o buscar culpables. Lo único en lo que me preocupé en saber, y lo sé, es que la muerte fue instantánea. Que no sufrieron", cierra el "sobreviviente", antes de viajar a Rostov, para ver a México contra Corea del Sur. El 30 de junio volverá al DF, con las dos valijas igual de llenas que cuando salió de México. Llenas de fotos, los Fan ID's, las remeras y los recuerdos de su familia, no llegaron con él a Moscú porque la aerolínea las perdió. La compañía las encontró el domingo a la mañana. El Día del Padre. El día del partido de México.

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