Política

Finalmente triunfó en la Selección la postura de Hebe de Bonafini de no jugar con Israel

El lunes por la noche la titular de Madres de Plaza de Mayo había grabado un mensaje dirigido a Jorge Sampaoli y a los futbolistas: "Si ustedes van a jugar ahí van a seguir matando a más palestinos y van a cargar con esa culpa"

"Tal vez les va a llamar la atención estoy que voy hablar ahora, pero quiero que todos los que estén de acuerdo lo hagan correr. Tiene que ser rápido, que corra mucho", comienza Bonafini en el video. "No vayan a jugar el partido a Jerusalén, que lo jueguen en Tel Aviv como estaba previsto —pide la titular de Madres de Plaza de Mayo —. Eso va a servir para matar a más palestinos. Están haciendo una masacre y ustedes, los jugadores, no pueden ser parte de esa masacre". "Está muy bien que los israelíes vean fútbol, pero no en Jerusalén porque eso va a servir para matar más palestinos, están haciendo una masacre y ustedes, los jugadores, no pueden ser parte de esa masacre", agrega. Y señala: "Hace poquito que el presidente de Estados Unidos les dio la mano a los israelíes para que se queden con Jerusalén que les pertenece a los palestinos, pero dejemos esa historia". "La matanza de palestinos es terrible y si ustedes van a jugar ahí van a seguir matando más palestinos, y ustedes también van a cargar con esa culpa. Chicos, ustedes que tienen tanto éxito en los pies, esta vez pongan la cabeza también", completa Bonafini. Luego de conocerse la noticia de la suspensión del partido en Jerusalén, el ministro israelí de Relaciones Exteriores, Avigdor Lieberman, acusó a la Argentina de haber cedido a "los que predican el odio contra Israel". "Es lamentable que la élite del fútbol argentino no haya podido resistir a las presiones de los que predican el odio contra Israel y cuyo único objetivo es violar el derecho fundamental a defendernos y destruir Israel", afirmó Lieberman a través de sus redes sociales. Jorge Sampaoli ya había expresado su descontento con la disputa del amistoso, dado que el arreglo implicaba interrumpir la preparación para el Mundial e incluía traslado desde Barcelona hasta Israel y actividades como la visita al Muro de los Lamentos, que cercenaban minutos de descanso o entrenamiento.

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