El primer ministro de Jordania, Hani al-Mulki, presentó su renuncia luego de enfrentar una fuerte protesta que fue brutalmente reprimida, contra su propuesta de incrementar los impuestos y las tarifas de servicios públicos a la población. Las reformas habían sido pedidas por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Como un deja-vú eterno, un país que recurre al FMI termina en una grave crisis social por aplicar sus recetas. Y esta vez ocurre en una de las naciones más estables de Medio Oriente. Según reportó la agencia Bloomberg, masivas movilizaciones tuvieron lugar en Jordania, producto de la propuesta de al-Mulki de aumentar la recaudación impositiva a partir de reducir el mínimo no imponible del impuesto a los ingresos (el equivalente a nuestro impuesto a las Ganancias). Además, reducía varias exenciones impositivas y promovía el aumento de las tarifas de los servicios públicos. Por ese motivo, el rey de Jordania, Abdalá II le pidió al actual ministro de Educación, Omar Al Razzaz, para que forme un nuevo gobierno. Jordania tiene un stock de deuda equivalente al 94% de su PBI y su desempleo se encuentra en el 18%, el más elevado en los últimos 20 años. Las recetas del FMI para Jordania son muy similares a las que pidió a la Argentina. En la revisión de cuentas basadas en el artículo IV, el Fondo pedía aumentar la recaudación a través de aumentar la cantidad de personas alcanzadas por Ganancias y la reducción de subsidios a los servicios públicos.
Renunció el primer ministro de Jordania por aplicar las reformas del FMI
Hani al-Mulki debió enfrentar una fuerte resistencia social a la propuesta de aumentar los impuestos y un tarifazo reclamado por el Fondo Monetario.