El caso de Fabricio Álvarez Albarracín, una violador serial condenado en 2009 a 50 años de prisión por haber abusado de ocho mujeres en distintos barrios porteños, nunca paso inadvertido ante la opinión pública. En primer lugar porque la sentencia que le había sido impuesta es muy alta para lo que se acostumbra a ver y segundo porque desde un sector judicial consideraron que la pena era "cruel e inhumana", lo que despertó una fuerte polémica. En su presentación, Álvarez Albarracín argumentó que el medio siglo equivale a la pena de muerte, ya que por su edad, recién saldría a los 70. Pero el planteo fue rechazado al ser considerado "improcedente", poque legalmente no es una cuestión federal que habilitara esa instancia extraordinaria. "De esta manera, permanecerá tras las rejas hasta el 18 de marzo del 2056, tal cual lo había establecido el Tribunal al realizar el cómputo de pena, debido a que ya lleva privado de su libertad más de 12 años, cuando quedó detenido. Por este motivo, al delincuente le restan por cumplir 37 años, 10 meses y algunos días tras las rejas", dijo a Infobae la abogada de las víctimas, Deborah Huckek. El aberrante modus opeandi y la reincidencia En junio de 2011, el Tribunal Oral 16 de Capital Federal condenó al hombre a 50 años de prisión, tras comprobar que era un violador serial que actuaba siempre del mismo modo: se movía en una moto, abordaba a las mujeres por la noche, cuando estaban por ingresar a sus domicilios, y las sometía a todo tipo de abusos. Actuaba en los barrios porteños de Villa Urquiza, La Paternal y Agronomía. Algunas de las mujeres fueron sometidas dentro de sus propias casas. Según relataron, cuando estaban abriendo la puerta, las empujaba, las golpeaba e ingresaba con ellas. Una vez adentro, las violaba. En varios de esos casos, se dejaba el casco puesto para que no lo identificaran. Finalmente fue sentenciado por los delitos de robo, tentativa de abuso, abuso sexual simple, privación ilegal de la libertad y abuso agravado, por haber causado grave daño a la salud de sus víctimas. Lo que es aún más grave es que estas violaciones las cometió mientras gozaba del beneficio de libertad condicional por otra condena que había recibido otras violaciones. Por eso, la abogada no duda en asegurar que la cárcel para este hombre no sirvió como mecanismo para lograr una correcta reinserción en la sociedad. "Demostró que la prisión en él no tuvo efectos positivos y que no está preparado para vivir en sociedad. Los jueces al confirmar la pena de 50 años recordaron la crueldad de los hechos y se refirieron a él como un depredador que realizó una verdadera cacería humana", señaló la letrada. La intervención de "Justicia Legítima" y la rebaja de la condena Seguí leyendo Habló una de las víctimas del violador serial al que le quieren bajar la pena: "Es un monstruo" Así, el único camino que le quedaba al abusador era un pedir un recurso extraordinario a la Corte Suprema, pero su estrategia no funcionó y ahora deberá purgar la totalidad de la condena no sólo por la gravedad del hecho, sino por haber reincidido. "El caso de Fabricio Álvarez tiene, además, la situación de una firme declaración de reincidencia que le impide obtener libertad condicional a los 2/3 de la condena (pasados los 33 años), con lo cual deberá cumplir efectivamente en prisión hasta agotar la condena", explicó Huczek.
La Corte Suprema confirmó una histórica condena para un violador serial: estará preso hasta el 2056
Al acusado le habían rebajado la pena a 37 años por considerarla “cruel y degradante”. La Corte Suprema rechazó revisar el caso y deberá cumplir la totalidad de la sentencia