Mohamed Salah es ídolo en todo Egipto. Y no sólo por su talento futbolístico, que le permitió liderar al Liverpool a la final de la Champions e incluso ser pedido por muchos para el Balón de Oro. Sus gestos hacia su pueblo son algo para destacar. En esta oportunidad, le donó 450 mil dólares a Nagrig, su pueblo natal, para que construyan plantas potabilizadoras de agua. Y no es la primera vez que lo hace ya que anteriormente ha colaborado con hospitales y escuelas. Esto explica lo que ocurrió a finales de marzo, cuando su nombre apareció en las elecciones presidenciales de Egipto. Sí, porque entre el millón y medio de votos nulos hubo muchos que elegían al delantero e incluso habría sido 'elegido' por más gente que quienes votaron por el político que terminó en segundo lugar, detrás de Abdelfatá al Sisi, el ganador con el 92% de los votos.
