Terrenos de juego que no llegan a la calificación de "potreros", instalaciones sin las mínimas comodidades para los aficionados y los jugadores, equipos que se mantienen con polladas y hamburgueseadas ante la orfandad total de las autoridades de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF) y la Unión de Fútbol del Interior (UFI), son solo algunas de las características de los equipos que participan de este torneo en el que compiten las ligas del interior con las divisiones de intermedia, la "B", la "C" y la División de Honor del fútbol paraguayo. El torneo "Copa Paraguay", que este año se disputa por primera vez en tierras guaraníes, es oficial y está organizado por la APF, dirigida actualmente por Robert Harrison, en forma conjunta con la UFI, cuyo titular es Enrique Benítez. El programa de periodismo de investigación paraguayo Sin Falta dedicó una edición a la Copa Paraguay con imágenes exclusivas de algunos de los escenarios donde se llevan a cabo los encuentros de fútbol en el marco de este torneo mostrando la precariedad en la que se desenvuelven las instituciones que participan. Por ejemplo, el Club Deportivo Alto Paraguay (CDAP), institución creada en 1978, con sede en la ciudad de Fuerte Olimpo (760 km. al norte de Asunción), en el Departamento de Alto Paraguay, afiliado a la Liga Olimpeña de Fútbol y esta a su vez a la Federación de Fútbol del Decimosexto Departamento Alto Paraguay y a la UFI. El campo de juego es impracticable, la mayor parte un talcal que apenas se moja se convierte en lodo y la otra mitad un pastizal con yuyos utilizado para alimentar animales. Los hombres hacen sus necesidades fisiológicas literalmente en "cualquier parte" mientras que para las mujeres hay una letrina imposible de usar por las condiciones en las que se encuentra. Las graderías que sirven para albergar a los hinchas están peligrosamente sostenidas con palmas y práticamente no existe vallado que impida a los vecinos mirar el partido desde la calle, lo que a su vez imposibilita el cobro de entradas. Para alcanzar la "gloria" los jugadores y cuerpo técnico deben pasar innumerables penurias como traslados en canoas, en camionetas, varadas en el barro, dormidas en el suelo, además del cansancio, la sed y el hambre que siempre acompañan a los auténticos representantes del fútbol de tierra adentro en el Paraguay. Aun en estas condiciones y a pesar de ser amateur, el aguerrido club de Alto Paraguay ha salido campeón del Departamento de Alto Paraguay y se encuentra actualmente disputando el selectivo interdepartamental, manteniendo intactos los sueños de disputar encuentros con los clubes profesionales en la siguiente fase de la Copa Paraguay. Otra institución visitada por el equipo periodístico de Sin Falta, que también participa del citado torneo, es el Club Cerro Corá de la ciudad de Emboscada, ubicada a 39 kilómetros al este de Asunción, en el departamento de Cordillera. Si bien las instalaciones de este club son mucho mejores que las del equipo chaqueño anteriormente citado, las carencias económicas siguen siendo muy altas. Según los dirigentes del Club Cerro Corá, al mes tienen un gasto aproximado de US$ 5.000 que sale de las actividades sociales polladas, hamburgueseadas o churrascos que cada semana hace la comisión directiva en colaboración con los vecinos del club, más el aporte de tres dirigentes de la institución. El Cerro Corá es campeón invicto del Departamento de Cordillera y para llegar a ese título habilitante para el selectivo de la Copa Paraguay, tuvo que disputar siete partidos en diferentes localidades de la zona con el consecuente costo en traslados, hospedajes y alimentación de los jugadores. Al igual que el club Alto Paraguay, el Cerro Corá no ha recibido una sola moneda de la directa responsable de la fase selectiva, que es la UFI. "Por el contrario, a partir de la semifinal, es el club el que debe aportar a la UFI el 10% de la recaudación en concepto de entradas. Asimismo, una vez que salimos campeones departamentales la UFI nos avisa que si queremos entrar a la fase interdepartamental tenemos que pagar una inscripción de G. 7, 5 millones (US$ 1.360), cifra que luego bajó a G. 2, 5 millones (US$ 454) tras hacerse público el reclamo generalizado de los clubes", manifestó el vicepresidente del club, Ignacio Zárate. De esta forma y a pesar de la horfandad total en la que se manejan éstos clubes, nadie les saca a los jugadores, cuerpo técnico, dirigentes e hinchas, el sueño de llegar lo más lejos posible en esta Copa Paraguay y lograr, por qué no, el ansiado cupo para la Copa Sudamericana. APF rechaza nombre en Guaraní Una anécdota más sobre este peculiar torneo paraguayo es que en el seno de la misma APF se rechazó el nombre en guaraní Copa Mbareté (Copa Fuerte) que el mismo había propuesto en una elección popular para la nominación de la competencia. En efecto, el asesor de comunicaciones de la APF, Andrés Riquelme, también conductor de varios programas deportivos, en un mensaje por Whatsapp instó a un grupo de colegas periodistas y amigos a votar por el nombre "Copa Paraguay" porque "Copa Mbareté" (que ganaba lejos en la votación), era "feo y poco representativo".
