El Banco Central logró frenar, por el momento, la corrida al dólar, gracias a dos medidas de alto impacto en el mercado financiero. Primero, subió la tasa de referencia de la política monetaria al 40%, con lo cual quedó 12, 75 puntos arriba de cuando se inició la corrida hace diez días (27, 25%). Segundo, redujo el tope a la cantidad de dólares que pueden tener los bancos en su activo, obligándolos a desprenderse de divisas propias. El complemento de esas medidas fue más simbólico: el anuncio de Dujovne de que la meta de déficit primario (antes del pago de intereses) fijada en 3, 2% del PBI ahora será de 2, 7%. En realidad, era una señal que Macri ya había decidido enviar a los mercados. Lo que se hizo fue blanquear que para alcanzar ese objetivo se recortarán $30.000 millones del presupuesto de la obra pública nacional. Ya habíamos contado en Infobae que en el primer trimestre del año el Gobierno subejecutó $ 12.000 millones en obra pública, una caída de 23% respecto de igual período del año anterior, para mostrar una mejora en las cuentas públicas. Con ese combo, el BCRA logró que dólar retrocediera en el minorista de casi 23 pesos promedio (algunos bancos como el Nación llegaron a marcarlo a 23, 27) el jueves a 22, 28 pesos en el cierre de la semana. Mientras que el mayorista cerró en $21, 80 frente, 1, 20 pesos menos que el día anterior. Además, por primera vez en los últimos 8 días hábiles, el BCRA no se desprendió de reservas. Si se toma como punto de partida el miércoles de la semana pasada, cuando el Central vendió casi USD 1500 millones, para defender una paridad de $ 20, 50 la semana termina con un dólar 8, 7% más alto. Algunas preguntas sobre cuál será el impacto de lo sucedido en los últimos días: ¿Está terminada la corrida y éste es el valor en el que se estabilizará el dólar? Nadie lo sabe. Habrá que esperar al menos un par de semanas para saber cuál es el nuevo valor de equilibrio del dólar, tasas de interés, inflación y nivel de actividad en Argentina. Y lo más importante: saber si a éste u otro nivel del dólar vuelve a restablecerse una oferta de dólares financieros. ¿Cuál son las alternativas? Teniendo en cuenta el rendimiento actual de las Lebacs con vencimiento a septiembre, el dólar tendría que escalar a más de 26 pesos en los próximos 5 meses (14% más) para que quien compre hoy esos títulos en pesos pierda frente al dólar. La ideal sería que se restableciera una oferta de dólares a estos valores y el BCRA lograra gradualmente ir bajando las tasas de interés y recomprando reservas. Si, en cambio, es necesario mantener por mucho tiempo los actuales niveles de tasas para sujetado al dólar las cosas se complican. ¿Hay algún test peligroso en el corto plazo? Sí, dentro de 10 días el Central debe renovar Lebacs por $670.000 millones de pesos. Y si bien una parte grande está en manos de los bancos, otra no menor está en poder de inversores minoritas. Como ha ocurrido en otras ocasiones, los pesos que deberá emitir el Central para pagar a aquellos no quieran renovar y prefieran su plata de vuelta se irán al dólar. ¿Qué pasará con la inflación? Si el actual es el nuevo piso del dólar, como lo admitió Dujovne, la inflación en mayo será alta, principalmente por el impacto en combustibles, alimentos, productos importados e insumos de uso difundido, como aluminio y papel, entre otros. De hecho, el propio BCRA, estima que el traspaso a precios de los saltos del dólar en la economía argentina es de alrededor del 20% del aumento del tipo de cambio en los 4 meses subsiguientes. Dicho de otro modo: si terminara acá, éste episodio podría agregarle casi 2 puntos más a la inflación de este año, que oscilaría entre 23 y 25%. ¿Cómo será el impacto en la actividad economía? También lo reconoció Dujovne. De persistir tasas de interés tan elevadas, la economía se enfriará. Habrá un golpe fuerte al crédito, que fue el año pasado un motor del crecimiento. Crédito al consumo, prendario, hipotecario, en tarjetas de créditos, todo se encarecerá y se recortará. Lo mismo que la inversión productiva. También es cierto que el mismo efecto negativo sobre el consumo y la inversión ocurriría de continuar la corrida al dólar. Habrá que ver cuál es el impacto del recorte de la obra pública. El gobierno confía poder reemplazar ese ajuste con las obras por PPP. Pero en el mejor de los casos, suponiendo que la tormenta queda atrás y no se lleva también los proyectos de PPP, esas obras recién arrancarían en los últimos meses del año. El anuncio oficial es que la obra pública se mantendrá en términos nominales en el mismo monto del año pasado ($200.000 millones), con una caída real de 20 a 25%. Pero en privado reconocen que el ajuste podría ser todavía mayor. ¿Cómo sigue el modelo económico "gradualista" de Macri hasta 2019? Todo dependerá de los dólares que haya disponibles para el país en los mercados de capitales. Caputo ratificó que este año no volverá a tomar deuda en divisas en el exterior, porque ya tiene cerrado entre el 80 a 85% del esquema de financiamiento del sector público. Y que buscará pesos en el mercado local para cubrir el bache. El problema es que Argentina tiene una demanda estructural de dólares al año de unos USD 30.000 millones (el déficit comercial, de turismo, pago de intereses de la deuda externa y la remesa de utilidades y dividendos). Una gran demanda de dólares para un país que no genera sus propios dólares: las exportaciones este año serán 25% menores que en 2011, que no alcanzan ni siquiera para pagar las importaciones. Hasta ahora, del lado de la oferta de dólares sólo estaban la deuda que colocaba Caputo, los inversiones de cartera de corto plazo que apostaban a la tasa en pesos (que en los últimos días huyeron en manada) y en una porción menor (alrededor de un 10%) la inversión extranjera directa de las multinacionales. Si Caputo dice que no buscará más dólares (que mataban dos pájaros de un tiro: cubrir el agujero fiscal y el déficit del sector externo), ¿quién traerá las divisas?. Si no se rearma el ingreso de capitales financiero (tentados por las tasas de interés en pesos para bicicletear en Lebacs), el Central seguirá perdiendo reservas. A menos que el gobierno acepte que el modelo, con menos financiamiento externo, requiere otro equilibrio: dólar más alto, más inflación, menos crecimiento y un déficit externo que se achica. Pero la pregunta clave con miras a 2019 es cuándo logrará Caputo encontrar la llave que perdió para acceder de nuevo a los dólares y a qué costo. SEGUÍ LEYENDO:
El Central logró ponerle un freno al dólar pero quedan abiertos demasiados interrogantes
¿Se estabilizará el dólar? ¿Qué pasará con la inflación? ¿Cómo sigue el "gradualismo" de Mauricio Macri?