Quienes estaban cerca de concretar el sueño de la casa propia vivieron una pesadilla cambiaria en los últimos días por la oscilación del peso y su relación con el dólar . Desde el 24 de abril hasta hoy, la moneda local se devaluó un 12%. Eso derivó en que quien tenía el equivalente en pesos a US$100.000, una cifra con la que se puede comprar un departamento de dos ambientes en la ciudad de Buenos Aires, hoy necesita $246.000 más para alcanzar el monto en dólares de la propiedad . La brecha es mucho mayor cuando se trata de propiedades más caras. Una propiedad de US$100.000 representa, en precio promedio apto crédito, unos 41, 5 metros cuadrados en Villa Devoto y unos 21, 9 metros cuadrados en Puerto Madero, de acuerdo con un relevamiento del sitio Properati. El pasado martes, un día antes de la intervención récord de US$1471, 7 millones, el dólar minorista se vendía a $20, 54 y se necesitaban $2.054.000 para adquirir una vivienda equivalente. Hoy, se necesitan $2.300.000. En otras palabras: el comprador debió salir a buscar $246.000 adicionales. En el caso de las propiedades de US$250.000, el equivalente en pesos el pasado martes era de 5.135.000, y 10 días después, fue 5.750.000, lo que significó un monto extra de $615.000. Aquellos que escrituraron esta semana, entonces, debieron salir a negociar un tipo de cambio "intermedio" con sus respectivos bancos o a buscar recursos. Para las de US$150.000, se precisaron juntar $369.000 más y para las de US$200.000, $492.000. En agosto de 2017, y ante el escenario de 25.000 hipotecas en el mercado frenadas por la suba del dólar, se hablaba de la posibilidad de que el Banco Nación ofreciera la posibilidad de contratar un seguro cambiario durante el período de vigencia del preacuerdo del crédito. Ante la consulta de LA NACION, fuentes de la entidad confirmaron que esta cobertura "no se ofrece por el momento". Algunas instituciones financieras habían anunciado extensión de plazos de crédito y aumento de la relación cuota/ingreso de hasta cinco puntos porcentuales. José Rozados, presidente de Reporte Inmobiliario, explicó que el problema existe sobre todo para aquéllos que adquieren propiedades en la Capital Federal o en Gran Buenos Aires, donde las unidades están valuadas en dólares, y en menor medida para algunas plazas en el interior del país. "El consejo más sensato en este momento es que aquel que tomará un crédito tenga bien presente que, si asume una deuda en UVA, eso no se licuará con el tiempo y que, cuando esa persona firme un boleto o una reserva atada a la cotización en dólares, que sea consciente de que asume un riesgo", dijo. Recomendó estar "preparado mentalmente" para esa situación en la medida en que la macroeconomía "no esté definitivamente acomodada". Para quienes todavía lo están consultando con la almohada, Rozados recomendó estar preparado económicamente para asumir la diferencia en pesos por una posible devaluación. Es decir, no asumir un crédito si se está al límite de los ingresos. Consultado por la posibilidad de que la volatilidad en el tipo de cambio desacelere la demanda de hipotecas, el presidente de Reporte Inmobiliario opinó que es "otro factor desfavorable" que se suma a la suba de tasas del Banco Nación que entró en vigencia a partir de mayo. Tampoco cree que se establezca una compensación: "En el corto plazo es difícil pensar que, en este momento de devaluación, bajen los valores en dólares de las propiedades", concluyó.
Por la suba del dólar, se necesitan $246.000 más que hace 10 días para comprar un dos ambientes en Capital
Quienes estaban cerca de concretar el sueño de la casa propia vivieron una pesadilla cambiaria en los