Parecía un allanamiento de rutina. Los policías ingresaron al lugar, en Bernardo de Irigoyen al 400, con la orden de secuestrar pruebas sobre la causa que investiga el patrimonio de ex juez federal Norberto Oyarbide. En ese lugar funciona, o funcionaba, la empresa Oeste Broker SA, dedicada al rubro de los seguros. Cuando la documentación llegó a Comodoro Py, los investigadores se toparon con una sorpresa: en las cajas había papeles vinculados a la Fundación Madres de Plaza de Mayo, "investigada" por Oyarbide hasta que fue apartado por la Cámara Federal. Al revisar las cajas, descubrieron que había documentos sobre la Fundación Madres de Plaza de Mayo. Concretamente, encontraron pólizas de seguros de las construcciones que se hicieron dentro del programa Sueños Compartidos. ¿Es solo una casualidad? Por el momento nadie se anima a dar una respuesta. El escándalo de las viviendas estalló en mayo de 2011. Desde el comienzo, Oyarbide direccionó la causa sobre los hermanos Schoklender, pero terminó eyectado dos años después por una sumatoria de irregularidades. Los mismos jueces que acaban de liberar al empresario Cristóbal López, Jorge Ballestero y Eduardo Farah, le sacaron el expediente de las manos y lo acusaron de apilar allanamientos para las cámaras de TV. "Resulta relevante destacar que los serios defectos que hemos advertido en las imputaciones cursadas no son sino el reflejo de una investigación igualmente defectuosa que, ya desde sus inicios, evidenció un direccionamiento erróneo -o bien, la ausencia del mismo-, que alertaba sobre el riesgo del fracaso de la pesquisa", dijeron los integrantes de la Sala I de la Cámara Federal en aquel momento. Bajo la dirección del kirchnerismo, que le daba ordenes por teléfono, Oyarbide investigó mal y nunca puso en duda el rol de Hebe de Bonafini, luego procesada por el juez Marcelo Martínez De Giorgi, que concentra toda la investigación. El ex juez ahora quedó del otro lado del mostrador: es investigado por haberse enriquecido de manera ilícita. La causa está centrada en sus posibles testaferros: su pareja Claudio Blanco, y el vecino del country Abril, Ariel Roperti, un "coleccionista" de autos de alta gama.
