Mientras Brasil se sacude al ritmo del expresidente Luiz Inacio Lula da Silva por el Lava Jato, y en la Argentina la Justicia procesó al exministro Julio De Vido por favorecer a Odebrecht, nuevos documentos que obtuvo LA NACION aportan más pistas sobre cómo se pagaron sobornos millonarios a través del Banco Privado de Andorra (BPA) por el proyecto para el soterramiento del tren Sarmiento. Esos documentos, que hasta ahora permanecían bajo "sigilo" en la Justicia brasileña y que obtuvo LA NACION, complican aún más al medio hermano del expresidente uruguayo Julio María Sanguinetti, Andrés, quien fue extraditado desde Montevideo y permanece detenido en el Principado de Andorra, desde el 19 de febrero, por su presunto rol delictivo con Odebrecht, algo que él niega con énfasis. Sin embargo, estos documentos del Lava Jato -la investigación que comenzó en 2014 en Brasil y que esta semana dispararon la orden de detención de Lula-, exponen que "Betingo" Sanguinetti era uno de los catorce contactos bancarios de Odebrecht para pagar coimas en la Argentina y otros países de América Latina. El "delator" que aportó los documentos al juez brasileño Sergio Moro es Hilberto Mascarenhas da Silva, el ex número uno de la División de Operaciones Estructuradas -la rama delictiva de Odebrecht-, que identificó a Sanguinetti y a los restantes ejecutivos de ocho bancos en seis países que los ayudaron a delinquir. Mascarenhas identificó a Sanguinetti en una declaración que firmó el 22 de noviembre de 2016, en Salvador de Bahía, pero que se desconocía hasta ahora, cuando la obtuvo LA NACION como parte de la Red de Periodismo de Investigación Estructurado, que lidera el portal peruano IDL Reporteros. A su vez, la declaración aporta nuevos indicios sobre cómo la empresa Odebrecht pagó sobornos por la obra del soterramiento del tren Sarmiento, que operó en consorcio con IECSA -la constructora que entonces controlaba Angelo Calcaterra, primo del presidente Mauricio Macri-, y las firmas Ghella y Comsa. Otros exejecutivos de Odebrechet devenidos "delatores", como Luiz Antonio Mameri, señalaron en Brasil a otros tres supuestos partícipes de esos sobornos, como reveló LA NACION el año pasado. Ellos eran la mano derecha de Calcaterra, Javier Sánchez Caballero, el entonces presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, Carlos Wagner, y el lobbista Jorge "Corcho" Rodríguez. Asimismo, como parte de su propia delación, Mascarenhas complementó la confesión de Mameri y aportó "anexos temáticos" con material que respaldaba sus afirmaciones. Entre ellos, uno identificado como "relación con bancos internacionales". En ese anexo temático, Mascarenhas detalló que su equipo en el área criminal de Odebrecht lo integraron Fernando Migliaccio y Luiz Eduardo Soares, quien se encargaba de "los detalles" operativos. Pero aún así, aclaró, "sé que los oficiales de los bancos cobraban un fee mayor que el normal para hacer nuestras operaciones". Es decir, las ilícitas. Mascarenhas aportó a continuación los nombres de cada uno de esos ejecutivos de cuentas, tal como los recordaba. Por eso a Sanguinetti lo identificó por su apodo y con errores de ortografía en su apellido: "Betingo Sanguinete", por el "BPA Andorra", y aclaró que con "base Uruguai". Mascarenhas también identificó a dos ejecutivos en Suiza -Heitor Duarte, con el banco PKB, y Patrick Valiton, con el Pictet-, en Portugal -Gladistone y Rui Garcia, por el banco Banif-, en Panamá -Humberto de León, por el banco Credicoorp-, Austria -Moskovises, en el Winter, y Peter Wenzerl, en el Meinl-, y en Antigua -Mark y Luiz Franca, en el Overseas Bank, y Luiz Franca, Marco Bilinski y Vinicius Borin, en la filial del Meinl-. Ex mano derecha de Marcelo Odebrecht en la constructora, Mascarenhas fue protagonista decisivo del reparto de sobornos por toda América Latina. Por eso, un tercer "delator" del holding, Marcio Faria, lo identificó como el aprobador final de las coimas que se pagaron a funcionarios argentinos en los proyectos para extender las redes troncales de gasoductos y el tren Sarmiento, como reveló LA NACION el año pasado. Por su parte, Migliaccio y Soares, los lugartenientes de Mascarenhas en la relación con Sanguinetti y los restantes ejecutivos bancarios, también acumularon antecedentes delictivos vinculados a la Argentina. En particular, la obra de soterramiento del ferrocarril Sarmiento, según correos electrónicos que recuperó la Justicia brasileña y que exponen sus roles en la coordinación de los pagos de esos sobornos. Con Sanguinetti detenido en Andorra, la jueza a cargo de la pesquisa con más de 30 acusados en ese principado europeo, Canólic Mingorance, ya mantuvo un primer contacto con magistrados argentinos. Les informó que encontró datos sobre ilícitos vinculados a negocios en la Argentina que debían solicitarle por exhorto. En esa línea, dos de los fiscales a cargo de investigar la trama argentina del Lava Jato, Franco Picardi y Sergio Rodríguez, solicitaron en noviembre que se librara ese exhorto, que el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi remitió a principios de este año. También a fines de noviembre, Picardi requirió al juez Martínez de Giorgi que embargue bienes de Calcaterra por $54 millones, y que avance sobre los bienes del "Corcho" Rodríguez y de los exfuncionarios Ricardo Jaime y José López, mientras que dejó afuera al exministro De Vido, que esta semana sumó un nuevo traspié judicial. A De Vido lo procesó el juez federal Daniel Rafecas en otra causa, por favorecer a Odebrecht en el proyecto para la extensión de las redes troncales de gasoductos, con contratos durante su gestión por más de US$2300 millones. Al pedir el exhorto con destino a Andorra, en tanto, Picardi y Rodríguez indicaron que "la Policía del Principado califica como 'clave' la participación de este exfinancista (por Sanguinetti) y lo sitúa como partícipe de la 'alambicada madeja mercantil que tejió la mayor contratista de Latinoamérica para desembolsar comisiones millonarias'". Basados en publicaciones del diario español El País, los fiscales añadieron que "según el informe de la Policía de Andorra, un consorcio donde figuró Odebrecht junto a las constructoras IECSA, Ghella y COMSA desembolsó, al menos, 395.000 euros en negro a una subcontratista vinculada al soterramiento del Ferrocarril Sarmiento. La fuerza policial concluye esta cifra tras analizar las actas secretas del Departamento de Compliance de la Banca Privada d'Andorra. Una de estas actas confidenciales recoge cómo el antiguo responsable del banco andorrano en Uruguay, 'Betingo', pidió a la entidad pagar con dinero negro a una firma de una obra en Argentina". Pero antes de viajar a Andorra, donde pidió su excarcelación, Sanguinetti negó las acusaciones, al igual que su abogado uruguayo, Jorge Barrera. "Estaba sujeto a subordinación y tenía a tres jerarcas por encima de su puesto de trabajo", dijo el letrado. "No tenía posibilidad de abrir cuentas de clientes y no puede responder por actos en los cuales actuó como subordinado". La declaración El "delator" Hilberto Mascarenhas da Silva entregó documentos a la Justicia de Brasil que identifican a Andrés Sanguinetti y a otros ejecutivos de ocho bancos en seis países que participaron en el reparto de sobornos. Además aportó indicios sobre cómo Odebrecht pagó coimas por el soterramiento del Sarmiento. Andrés Sanguinetti, empresario Apodo: Betingo Origen: Uruguay Aparece involucrado en el pago de sobornos millonarios a través del Banco Privado de Andorra (BPA). Por ese caso, Angelo Calcaterra enfrenta un embargo de $54 millones y se investiga a Jorge "Corcho" Rodríguez.
Un familiar de Sanguinetti implicado en la red de sobornos de Odebrecht
Mientras Brasil se sacude al ritmo del expresidente Luiz Inacio Lula da Silva por el Lava Jato, y en