Política

La defensa privada de Amado Boudou sobre Ciccone: "Néstor me dio la orden. Yo le cumplí"

Repite que la indicación de Kirchner fue para sacarle ese negocio a Duhalde. Cuando el caso estalló, CFK le ordenó a su vice: Andá a 6, 7, 8 y defendete.

Amado Boudou repetía la frase como un mantra, en medio del estallido del caso Ciccone: “Néstor me dio la orden. Me dijo ‘andá y sacale ese negocio a Duhalde’. Yo le cumplí”. Corría el año 2012 y al entonces vicepresidente de la Nación le detonaba la crisis política que lo llevó al ostracismo, cuando se conoció la trama por la compra de la imprenta que confecciona los billetes argentinos por parte de “The Old Fund”, una empresa que presidía Alejandro Vandenbroele y que, en el expediente judicial, aparece como testaferro de Amado Boudou. En abril de 2012, el vicepresidente recibió el apoyo total de la jefa de Estado, quien le permitió llevarse puesto ni más ni menos que al procurador General de la Nación, un histórico peronista y prestigios abogado como Esteban Righi. Luego de eso, como anticipó también Clarín en ese entonces, Cristina llamó al orden a su segundo y le ordenó: “Andá a 6, 7, 8 y defendete”. Ante el avance de la llamada causa Ciccone, el vice fue al programa insignia del kirchnerismo -emitido por la TV Pública- y se defendió públicamente frente a los pedidos de renuncia o de licencia que comenzaron a llover sobre él, tras el rechazo de la Cámara de Casación a su pedido de sobreseimiento en el caso Ciccone. Estas dos frases, reveladas en 2012 por Clarín, mostraron a un Boudou ya complicado por la investigación judicial que, finalmente, llegará a juicio oral desde el 3 de octubre de 2017. La orden que Boudou repetía a los suyos -y a los ministros del Gabinete nacional de entonces- remitía a que Néstor Kirchner le había indicado terminar con la influencia en Ciccone de Eduardo Duhalde, en la suposición de que el ex presidente y ex gobernador mantenía poder en la imprenta de los billetes gracias a la empresa Boldt. Públicamente, el vicepresidente Boudou denunciaba que el presidente de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Adelmo Gabbi, le había recomendado en marzo de 2011 que se encontrara con el vicepresidente de Boldt, Antonio Tabanelli, y que "pusiera el precio" para zanjar la disputa acerca de la ex Ciccone. Pero Boudou, tras la difusión del caso, perdió poder e influencia ante Cristina y dejó de ser el preferido político -y el sucesor del proyecto, como Amado soñaba- en detrimento del ministro de Economía, Axel Kicillof, y el jefe de Gabinete Jorge Milton Capitanich. Además, perdió toda línea con Máximo Kirchner, el hijo de la entonces Presidenta y creador de la naciente La Cámpora. Hoy, Boudou sigue repitiendo por qué habría intervenido en el caso de la imprenta: “Néstor me dio la orden. Me dijo ‘andá y sacale ese negocio a Duhalde’. Yo le cumplí”, recita. Pero poco puede explicar a la hora de por qué quedaron involucrados en el caso buena parte de sus amigos de Mar del Plata, como José María Núñez Carmona. Gabriel Mariotto, Fernando Vaca Narvaja y Fernando Esteche resultan hoy la poca compañía que el ahora miembro del minúsculo partido “Patria Para Todos” tiene a la hora de hablar de política. Como canta en un tema su amigo Manu Quieto: “La banda grita tu nombre y ves, como la popular se va a caer. Pero tu estrella no está más, se la llevó la mañana…”.

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