El Gobierno fracasó en su intento de aprobar el año pasado la polémica reforma laboral por el rechazo de parte de la CGT al texto de la norma. Ahora, desde la Casa Rosada insistirán con que el Congreso apruebe la norma, que se dividirá en partes, y querrán que las partes más polémicas sean votadas en junio, cuando comience el Mundial Rusia 2018. Así lo reveló el diario La Nación. El Gobierno intentará que, luego del debate por la despenalización del aborto, se aprueba las partes menos polémicas de la reforma: aquellas que cuentan con el visto bueno explícito de la CGT dialoguista. En este punto se suman el blanqueo laboral, la creación de una agencia médica, la suba de las licencias y el régimen de pasantías. Sin embargo, Macri y Triaca no se conforman con eso y apuestan a que en junio puedan aprobar los puntos más algidos: aquellos que modifican a la baja el cálculo de las indemnizaciones por despido y la creación de un fondo de desempleo como existen en el sector de la construcción. La misma contó con el rechazo de parte de la CGT, sobre todo del ala moyanista, y fue el primer punto de quiebre en la relación entre Hugo Moyano y Mauricio Macri. El Gobierno ya tiene a su favor a la CGT dialoguista o cuasi oficialista, que viene firmando paritarias dentro de la pauta oficial del 15% y habían dado el visto bueno al proyecto de ley a fines del año pasado. "La CGT nos va acompañar, la mayoría entendió que no es una reforma salvaje. Vamos a depender de los legisladores", pronosticó un funcionario de Trabajo al centenario matutino. Anteriormente, el Gobierno logró aprobar la reforma previsional y la tributaria. Hubo dos que quedaron en gateras, a la espera de que Messi y Sampaoli le den el contexto favorable para avanzar: la laboral y la política, con la aprobación del voto electrónico.
