En el comienzo de un nuevo año legislativo, el jefe de Gabinete Marcos Peña se presentó en la Cámara de Diputados para dar el informe de gestión del Gobierno. Antes de iniciar su discurso, el funcionario respondió por escrito 1318 preguntas de los legisladores de todos los bloques, que se pasearon por todo tipo de cuestión. Entre las respuestas, se destacó una que reveló que el Estado destina más de 130 millones de pesos a la Iglesia Católica, presupuesto que se divide entre asignaciones por diócesis, seminaristas y parroquias de frontera. Entre las opiniones sobre el vínculo que guarda el Estado argentino y la Iglesia Católica, que es de mandato constitucional, el programa Terapia de Noticias emitido por LN+ reflotó una entrevista de Elisa Carrió en la que dijo que pidió que se separaran. "Me parece muy bien la separación entre Iglesia y Estado; yo, que soy creyente, si fuese Presidente derogaría la ley que le da sueldos de secretarios de Estado a los obispos porque creo que esas relaciones no son buenas para los creyentes", dijo la diputada nacional dos años atrás. "Quiero una iglesia independiente del Estado y quiero un Estado independiente de las distintas Iglesias", prosiguió la aliada de Cambiemos, y agregó: "(Quiero que el Estado) ayude a todas, yo soy católica, pero también quiero que se trate igual a los judíos, a los protestantes, a los islamitas, creo en la igualdad de cultos y no me parece que esa preferencia por la Iglesia Católica sea buena porque Dios es de todos".
