El papa Francisco es el argentino que más alto llegó en la historia, el más querido en el mundo y, lamentablemente, en Argentina divide en lugar de multiplicar. No entiendo. Es incomprensible. Desilusiona a mucha gente que lo venera. Por lo pronto una antigua amiga del Papa como la diputada Elisa Carrió dijo que como cristiana siente vergüenza ajena de que el Papa no haya recibido a Margarita Barrientos y que gracias a Dios, siempre se negó a ir al Vaticano. Ya pasaron 5 años de la consagración de Jorge Bergoglio y una pregunta resume lo que mucha gente piensa: ¿Qué le pasa al Papa? Arriesgo una respuesta. Por un lado está el señor Bergoglio, que en su juventud soñaba con ser Perón, formateado en la forja ortodoxa y rígidamente justicialista de Guardia de Hierro. Por el otro lado está Francisco, el Sumo Pontífice, educado en la excelencia y el sacrificio de los jesuitas que soñaba con llegar a Papa para honrar mejor al Dios de los pobres. Por eso digo que si el Papa fuera candidato a presidente del Planeta, yo lo votaría. Por su preocupación permanente por los que más sufren, más necesitan, por los refugiados y los perseguidos del mundo. Por su inagotable vocación de apostar a la convivencia interreligiosa y a la paz en el mundo y por su combate contra los corruptos de la banca vaticana y los abusadores sexuales que ensuciaron a la Iglesia. Ese es el hombre religioso, espiritual, absolutamente incuestionable por lo menos para mí que no soy un experto en las cuestiones no terrenales. De la misma forma digo que si el señor Bergoglio fuera candidato a presidente en la Argentina, no lo votaría. Porque tiene todos los vicios de la corporación peronista. Apuesta al verticalismo poco cuestionador, protege o por lo menos no condena ni aparta de sus fotos a corruptos hechos y derechos. Al Papa le tengo respeto y admiración. Y me inclino ante su tarea titánica en favor de los que menos tienen y de la paz universal. A Bergoglio lo critico desde la política porque él se mete en la política. Y por eso, pongo el grito en el cielo. Y eso que todavía no se había instalado esta nueva grieta entre Macri y el Vaticano que es la habilitación del debate sobre la despenalización del aborto, una herejía para la Iglesia. ¿Qué le pasa al Papa? A esta altura le confieso que no entiendo al papa Francisco. Me cuesta horrores explicar qué motivos lo llevan al Papa a multiplicar una relación de apoyo y amistad con Hebe Bonafini, una de las mujeres más desprestigiadas de la Argentina, según todas las encuestas. Es insólito cómo el Papa se dispara tiros en los pies. Son errores no forzados tal vez forzados por los consejos de algunos personajes nefastos de su entorno a los que el Papa quiere y respeta. Tal vez no le importe lo que le voy a decir. Pero sus firmes vinculaciones con varios impresentables le están generando un fuerte deterioro en su imagen positiva aún entre los más católicos. ¿Qué le pasa al Papa? Estas actitudes son solamente pérdida para él y ganancia para Hebe, Milagro Sala, El Caballo Suárez, Juan Grabois, Guillermo Moreno, Gustavo Vera y siguen las firmas. El único perjudicado con todo esto es el propio Santo Padre. Erosiona su credibilidad y el afecto que millones de compatriotas sienten por él. ¿Escuchó lo que dijo Hebe cuando leyó la última carta que le mandó el padre Jorge? Dijo que era un lujo y que se escribía bastante seguido con él. La carta se la llevó Juan. No aclara cuál Juan pero se supone que se trata de Juan Grabois con quien hizo una excepción y lo atendió especialmente en Chile. El Papa lo adora y confía en él y atrasó toda su agenda para poder charlar unos minutos. Es el mismo que dijo que el vicio de Macri es la violencia y que fogonea todos los cortes de ruta y de calles y apoya a delincuentes como Milagro Sala o Jones Huala, ambos detenidos por la Justicia democrática e independiente. Hace poco dijo que no le interesaban "los prontuarios", en referencia a Hugo Moyano y que "este es un gobierno colonial". Pero veamos frase a frase lo que el Papa piensa y dice de Hebe. Primero le expresa lo siguiente: "Rezo por vos y las madres y pido al señor que te conserve la salud para que puedas seguir ayudando a tanta gente". Pregunta con todo respeto: ¿A qué gente ayuda hoy Bonafini? A Cristina para fomentar ese discurso falso de que es una víctima de una persecución política cuando en realidad ha sido la jefa de una asociación ilícita dedicada a saquear al Estado y la que encabezó el gobierno más corrupto y autoritario desde la recuperación democrática. ¿A qué gente ayuda Hebe de Bonafini? ¿A los pobres propietarios que nunca recibieron las casas que nunca se hicieron de Sueños Compartidos? ¿A los pobres albañiles que quieren embargar a la Asociación para cobrar algo de lo que les quedaron debiendo Hebe y Sergio Schocklender, a quien Hebe definió como un hijo? Insisto: ¿a quién ayuda Hebe? A los que creen en la Justicia y en la democracia? Ella propuso que este gobierno elegido por el pueblo se caiga a pedazos, llamó a tomar el Palacio de Tribunales, insultó al Presidente y lo comparó con Hitler, celebró el terrorismo de Estado que mató a 5 mil personas en las Torres Gemelas, homenajeó a la ETA y a los grupos guerrilleros argentinos y se atrincheró para no acatar los fallos de jueces. ¿Cuáles son las señales que transmite el papa Francisco en este romance político que mantiene con Bonafini? ¿Qué le pasa al Papa? ¿A quién escucha? ¿A quién ayuda Hebe?, pregunto con todo respeto. Hebe ayuda a un malandra de Estado como Amado Boudou, a un violador de los derechos humanos como el general César Milani, a patoteros como Luis D'Elía y Fernando Esteche o a mega corruptos como Lázaro Báez. Se perjudica mucho el Papa cuando lo podría evitar simplemente con su silencio. En su última carta le aconseja que no les tenga miedo a las calumnias. Y le da argumentos comparando a Hebe con Jesucristo, nada menos. Es insólito. Bizarro. Tragicómico. Dice el Sumo Pontífice a Hebe que "la calumnia solo ensucia la conciencia y la mano de quien la arroja. A Jesús lo calumniaron y lo mataron después de un juicio dibujado por calumnias". Le juro que no miento. Esto es lo que Hebe leyó de la carta que le mandó el Papa. ¿Qué le pasa al Papa? ¿Quién calumnia a Hebe? ¿Las Madres Línea Fundadora que la abandonaron por su autoritarismo feroz? ¿Los políticos democráticos que rechazan su devoción por Hugo Chávez y Fidel Castro, dictadores y fabricantes de pobres por millones? ¿Los fieles católicos que en la propia Catedral vieron cómo ella humillaba a los creyentes, insultaba al cardenal Jorge Bergoglio al que le dijo "basura fascista" y lo acusaba de ser cómplice de la dictadura y de haber entregado sacerdotes para que la dictadura los asesinara? ¿Quién injuria a Hebe? ¿Los que recuerdan que hizo sus necesidades atrás del altar en el espacio sagrado de la Catedral de Buenos Aires? ¿La que robó o dejó robar tanto dinero y apoya todas las variantes de la violencia? ¿Qué le pasa al papa Francisco? ¿El Caballo Suárez y Milagro Sala tuvieron el privilegio de ser recibidos y tener varias fotografías con el Papa? Él les envió cariños y rosarios. Son delincuentes que están legalmente detenidos por una Justicia que certificó esa prisión en varias instancias. Ni los organismos internacionales cooptados por el kirchnerismo se atreven a seguir diciendo que esas detenciones son ilegales. Hoy se vienen juicios por falsos testimonios y abandono de persona a delincuentes que se esconden detrás de los verdaderos mapuches y mintieron para armar una historia de desaparición forzada de personas con Santiago Maldonado. Van a tener que declarar también los abogados de la APDH de Córdoba que embaucaron a la Justicia para inventar un escenario falso. Ya está probado como pocas cosas que Santiago Maldonado se ahogó en el río. Ellos decían que había sido secuestrado, torturado, asesinado y desparecido por la Gendarmería y la dictadura macrista. Sin embargo el Papa recibió y se fotografió con la familia de Maldonado como avalando esas mentiras infames. No se puede decir que el Papa sea ingenuo o ignore todas estas verdades y no injurias que estoy diciendo. Me duele por el papa Francisco porque podría jugar un rol integrador, sanador y ecuménico con la sola decisión de no meterse en política. Pero insiste. Desde que se reconcilió con Cristina no deja de recibir a dirigentes kirchneristas pese a que tuvo que soportar fotos con Martín Insaurralde que luego fueron afiches de campaña electoral o camisetas de La Cámpora que el Cuervo Larroque hizo flamear ante sus narices. El diablo con sotanas, el jefe de la oposición, le dijo Néstor Kirchner que lo persiguió y lo espió con la SIDE. Hasta la ex jefa de la Justicia K fue recibida con honores y premiada con bendiciones y rosarios. Alejandra Gils Carbó que, dicho sea de paso, también tiene que dar explicaciones ante la Justicia por una coima de 8 millones de pesos en la compra de un edificio para el Estado. ¿Qué le pasa al Papa? ¿En Chile estuvo tan mal asesorado que hizo una exhibición de debilidad con misas casi vacías y sin condenar con nombre y apellido a los que quemaron iglesias y hacen atentados incendiarios allá y acá? Además se enojó con los familiares de las víctimas de los que habían sufrido violencia sexual de parte de tantos curas y luego tuvo que pedir disculpas por su actitud. Es maravilloso que haya reconocido el error. Pero qué le pasa al Papa. ¿Por qué acierta tanto a nivel universal en su lucha contra el hambre, la injusticia y las guerras y se equivoca tanto cuando ingresa al territorio político?
El Papa bendice impresentables (y se dispara tiros en los pies)
Por Alfredo Leuco