El exembajador argentino en el Vaticano Eduardo Valdés considera que el papa Francisco quedó sumido en la "grieta" ideológica que divide a sus compatriotas y opina que es uno de los motivos por los que aún no visitó su país natal desde que lidera la Iglesia católica. "A Francisco le duele mucho que lo metan en la grieta argentina. Tenemos que sacarlo de ahí", dijo Valdés en una entrevista. “Parece que cada argentino quiere tener su propio papa, el que con su mensaje represente mejor su ideología”, opina Valdés. “Y si no nos gusta lo que dice, es un adversario. En vez de practicar sus valores, queremos meter en la grieta al mayor líder moral de la humanidad. Lo único que hizo Francisco desde que comenzó su papado fue tomar una opción por los más humildes del mundo”. Según el exdiplomático, a Francisco le “duele mucho” que lo metan en la grieta pero cree que “cuando se analicen los años de Francisco al frente de la Iglesia se verá que fue un papa ‘antigrieta’, constructor de puentes y destructor de muros”. Valdés recuerda la visita que Francisco realizó a Bolivia en 2015, cuando prometió trabajar para una salida boliviana al mar y cuando las gestiones papales relanzaron los acuerdos de paz entre el Gobierno de Colombia y las FARC. Consultado sobre si cree que Francisco visitará Argentina antes de finalizar su Papado, Valdés asegura que lo hará aunque “tiene una visión geopolítica de que desde las periferias se ve mejor el centro”. “En Europa, por ejemplo, todavía no visitó ninguna capital importante de los países centrales. Estuvo en Estrasburgo para visitar el Parlamento Europeo, pero no en París”, explica el exembajador. “Después recorrió países de la periferia como Armenia, Polonia y Azerbaiyán. Los argentinos creemos que la primera obligación de un papa compatriota era visitar su país de origen, pero no es así”. En enero pasado, con motivo de la gira que el papa realizó a Chile y Perú, la Iglesia argentina debió explicar, por medio de sus autoridades, que Francisco todavía no visitó su país natal porque "teme que su presencia en el país pueda ser utilizada para exacerbar aún más esta división". Así lo dijo monseñor Víctor Fernández en declaraciones periodísticas. Quienes apoyan al Gobierno de Macri sostienen que el pontífice avala con su silencio las críticas que realizan a su gestión algunos dirigentes sociales y políticos que estuvieron vinculados al religioso en la época en que era arzobispo de Buenos Aires. También recuerdan que Francisco se reunió en siete oportunidades con la ex presidenta Cristina de Kirchner, mientras que con el actual mandatario lo hizo sólo en dos ocasiones.
“A Francisco le duele mucho que lo metan en la grieta”
El exembajador argentino en el Vaticano Eduardo Valdés considera que el papa Francisco quedó sumido e