Luego de casi un mes de incertidumbre, el avión que desapareció del radar se encontró enterrado en una zona del río Paraná Guazú, cerca de la desembocadura con el río Uruguay en jurisdicción de Entre Ríos. "Creemos que lo que se encontró o lo que logramos ver son los restos de la cola de un avión, pero, por las dificultades del terreno y la noche, no se pudo identificar de qué tipo de aeronave se trataba", confirmó a LA NACION el presidente de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), Juan Irigoin. Además, Iroigoin indicó que la aeronave habría caído en picada, lo que provocó un agujero en la tierra en una zona muy pantanosa y agregó que el lugar está muy cerca del último punto del radar reportado. "Es una zona que los aviones de búsqueda sobrevolaron no menos de 50 veces", explicó al añadir que el punto en el que se encontró la avioneta era muy cercano al último registrado por el radar que los pilotos habían declarado. Según indicaron los encargados de la búsqueda, en esta oportunidad se vio por estas razones: el río Paraná está más bajo y, como llovió, el agua limpió dejando así a la vista una parte blanca, que sería la cola del avión. Respecto de los pilotos, Irigoin fue muy cauto a la hora de dar detalles. Según pudo saber LA NACION, mañana se va a proceder a iniciar con operativos para remover la aeronave siniestrada del punto de hallazgo. La zona es de difícil acceso, pantanosa, de arboleda y se encuentra a 100 metros de la costa, por lo que se esperaría a que se sea de día para comenzar con las pericias del avión y el lugar.
La zona en la que cayó el avión había sido sobrevolada cincuenta veces
Así lo confirmó el presidente de la ANAC Juan Irigoin a LA NACION; los motivos tienen que ver con las características de la zona