A través de un tecnicismo, la Cámara Federal de Casación Penal rechazó el pedido de excarcelación del ex secretario legal y técnico Carlos Zannini, detenido en el marco de la investigación por el presunto encubrimiento del atentado a la AMIA. El fallo de los jueces de la Sala IV, Mariano Borinsky y Gustavo Hornos, se limita a responder que el abogado defensor Mariano Fragueiro Frías no esgrimió “razones concretas y fundadas que permitan demostrar una afectación suficiente, al menos a esta altura del proceso, para tachar de arbitraria a la resolución recurrida”, es decir, la prisión preventiva del ex funcionario. “Esto que está pasando no es gratuito para el futuro de la República. Acá hay un cambio y es que rige el principio de culpabilidad y no el de inocencia”, aseguró a PáginaI12 Fragueiro Frías, quien señaló el absurdo de que incluso en el hipotético caso de que Zannini fuera condenado por encubrimiento, la pena no sería de cumplimiento efectivo. La defensa de Zannini adelantó, además, que apelará la decisión para llegar a la Corte Suprema y, de ser necesario, a la Corte Internacional de Derechos Humanos (CIDH). Por la mañana, el ex candidato a vicepresidente por el Frente para la Victoria recibió la visita de organismos de derechos humanos y, tras conocerse el fallo, manifestaciones de apoyo de distintos dirigentes. A más de dos meses de su detención, Carlos Zannini deberá continuar en el Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza. El juez federal Claudio Bonadio le había dictado el procesamiento y la prisión preventiva el 7 diciembre pasado, aún cuando el fiscal Gerardo Pollicita no lo había ni siquiera imputado y el difunto fiscal Alberto Nisman no lo mencionaba tampoco en la denuncia original contra Cristina Fernández de Kirchner, el ex canciller Héctor Timerman, el dirigente social Luis D’Elía, entre otros, por el encubrimiento del atentado a la mutual judía ocurrido en 1994. Borinsky y Hornos, quienes a fin de 2016 firmaron la reapertura de la causa por aquella denuncia de Nisman, ahora consideraron que el recurso presentado por Zannini “se presenta en el caso inadmisible por carecer de la debida fundamentación requerida por el artículo 463 del Código Procesal Penal de la Nación”. Dicho artículo sostiene que al presentarse el recurso “se citarán concretamente las disposiciones legales que se consideren violadas o erróneamente aplicadas y se expresará cuál es la aplicación que se pretende”. En la jerga judicial, lo que hicieron los camaristas es “poner la plancha”, usar un criterio aplicado en otros casos sin entrar al fondo del asunto. Quienes recorren a diario los pasillos de Comodoro Py señalan que cuando los jueces tienen la voluntad de liberar a un detenido siempre encuentran elementos para justificar tal decisión. Además de firmar la reapertura de la causa, Borinsky y Hornos fueron los jueces que habilitaron a Bonadio para quedarse con la causa, que originalmente estaba en manos de otro juez federal, Ariel Lijo. Entre otras cuestiones, Borinsky es el magistrado designado por el ministro de Justicia, Germán Garavano, como presidente de la comisión redactora del anteproyecto de reforma del Código Penal. “Este fallo es una demostración de impotencia porque los jueces no sabían como resolverlo. Si se hubiesen metido en el fondo de la cuestión no podían mantener esta decisión. Hoy Zannini es un rehén, un preso judicial”, agregó Fragueiro Frías. La defensa de Zannini sostiene que no se cumplen con los requisitos para la prisión preventiva: riesgo de fuga y/o de entorpecer la investigación. Respecto del primer supuesto, el ex secretario legal y técnico siempre estuvo a derecho y se presentó ante la Justicia. Sobre el segundo, la investigación ya fue cerrada por parte de Bonadio 26 de diciembre de 2017 cuando solicitó la elevación a juicio, por lo que mal podría entorpecerse algo que ya concluyó. “La decisión injusta de la Cámara de Casación de mantener preso a Carlos Zannini sin fundamentos y arbitrariamente es una decisión que avergüenza a la justicia Argentina. Carlos es un rehén cuyos captores son conocidos por el pueblo patrio”, aseguró el ex canciller Héctor Timerman, quien también se encuentra procesado y con prisión preventiva en el marco de la misma causa, aunque en su caso cumple arresto domiciliario por motivos de salud. “Este fallo miserable da vía libre a la persecución política y al encarcelamiento de opositores. Borinsky y Hornos, dos legítimos exponentes de un Poder Judicial corrupto, decadente y servil. Ni olvido ni perdón”, afirmó el diputado Rodolfo Tailhade (FpV-PJ). “La persecución que lleva adelante este gobierno y su brazo judicial no conoce límites. Casación le negó la excarcelación a Zannini sin siquiera discutir el pedido”, señaló Mónica Macha, diputada de Nuevo Encuentro. “No me cabe duda que este momento será recordado como una de las páginas más oscuras en la historia del Poder Judicial de nuestro país”, sostuvo el legislador porteño Mariano Recalde.
Una persecución que no conoce fundamentos
Los jueces Borinsky y Hornos evitaron analizar la apelación solicitada por la defensa del ex funcionario. “Hoy Zannini es un rehén, un preso judicial”, afirmó su abogado, quien presentará un recurso ante la Corte Suprema.