Sebastián Orrego (23) se graduó como oficial ayudante de la Policía Federal hace veinte días. Este viernes, mientras estaba de franco, le tocó arriesgar su vida por primera vez. Quiso frustrar un robo en una farmacia de Quilmes y terminó recibiendo cinco balazos por la espalda. Quedó internado en grave estado en el Hospital El Cruce de Florencio Varela. Por el brutal ataque fueron detenidos tres sospechosos. Todo comenzó alrededor de las 8.30, cuando dos ladrones entraron al local “Soy tu Farmacia”, ubicado en 12 de Octubre y Estanislao del Campo, de Quilmes Oeste. Uno de ellos apuntó al dueño del negocio con un arma mientras su cómplice pasó del otro lado del mostrador y comenzó a abrir las cajas registradoras en busca de dinero. Todo fue filmado por una cámara de seguridad ubicada detrás de la caja. En las imágenes se puede ver cómo los asaltantes, no conformes con la plata que habían tomado, continuaron revisando cada rincón del mostrador. Algo nervioso, el ladrón que estaba junto al farmacéutico decidió ir a buscar más cosas entre las góndolas. Fue en ese momento que el oficial Orrego, vestido de civil, entró al negocio para comprar. Cuando vio que el cajero estaba siendo amenazado con un arma, sacó su pistola reglamentaria y le dio la voz de alto a uno de los ladrones, que puso sus manos en la nuca y se arrodilló, como señal de que estaba rendido. El farmacéutico, al ver al policía y el ladrón enfrentados, se tiró al piso. Por un segundo, la situación parecía controlada. Sin embargo, por atrás de Sebastián apareció el otro asaltante y comenzó a disparar. Orrego cayó al piso al instante y los atacantes se fueron corriendo. Antes de escapar, uno de ellos le sacó el arma y el celular al policía. Afuera, un tercer cómplice esperaba a los ladrones en un Renault Clio negro con la patente tapada con una cinta. Los testigos llamaron al 911 y comenzó la búsqueda del auto. Un móvil del Comando de Patrulla de Quilmes vio ese coche estacionado en Cravioto al 2500 y detuvo al conductor, identificado como Marcelo Ariel Rajoy. Con el dato de que los otros dos sospechosos habían ingresado en una casa, la Policía ingresó al lugar y encontró escondidos abajo de una cama y en un baño a Jonathan Ariel Herrera y Pedro Ariel Parolin. Además, había dos armas arriba de una mesa y sobre una cama. Una de ellas era la Taurus de Orrego. La otra, una Bersa Thunder que tenía impresa la inscripción “Policía de la Provincia de Buenos Aires”. Mientras tanto, el policía baleado fue trasladado de urgencia al Hospital El Cruce de Florencio Varela, donde informaron que su pronóstico era reservado. Trascendió que recibió cinco tiros. Al menos dos de ellos impactaron en la columna y en la nuca del oficial. Las lesiones le provocaron serias complicaciones en los pulmones y por ese motivo no había podido ser derivado al Hospital Médico Policial Churruca-Visca. Orrego vive en San Francisco Solano y está casado hace un año. Hace 20 días tuvo su graduación en la Policía Federal, lo que le significó el reconocimiento de toda su familia. Con orgullo exhibe su foto con el uniforme de gala en su perfil de Facebook, junto a su esposa. Los detenidos quedaron imputados por los delitos de “tentativa de homicidio” y “robo agravado en poblado y en banda”, en la causa que lleva adelante el fiscal Jorge Saizar, de la UFI N° 5 de Quilmes. Orrego fue el segundo policía baleado esta semana en hechos de inseguridad en el Conurbano. El domingo, el oficial inspector de la Policía de la Ciudad Jorge Daniel Loto (42) recibió un tiro en el hígado cuando al menos dos ladrones quisieron robarle en la puerta de su casa, en Luis Guillón. Al igual que Orrego, Loto también estaba de franco y de civil. Al ver la intención de los asaltantes, bajó de su moto y se identificó. Pero uno de los atacantes sacó un arma, disparó y huyó en un auto, sin robar nada. El policía murió poco después en el Hospital Santamarina.
