Seguridad

"Quiero justicia para mi hijo"

Graciela Salvo contó que el joven asesinado durante la represión del Grupo Albatros había ido hasta la comunidad mapuche Lafken Winkul Mapu para acompañar a sus familiares que estaban en el lugar. "El asesino de mi hijo tiene que pagarla", sostuvieron los padres de Rafael, quienes dijeron que no van a bajar los brazos hasta conseguir que se castigue a los responsables.

La madre de Rafael Nahuel, el joven de 22 años que fue asesinado de un tiro por la espalda por efectivos del Grupo Albatros de la Prefectura cuando ingresaron violentamente a la comunidad mapuche Lafken Winkul Mapu, en Villa Mascardi, Bariloche, pidió justicia por el crimen de su hijo y pidió que se esclarezca quiénes fueron los responsables. “No voy a bajar los brazos. No puedo creer cómo me lo trajeron de esa manera. Sólo quiero justicia para mi hijo”, lamentó Graciela Salvo. Con la muerte de su hijo todavía a flor de piel, pasadas apenas unas horas del velorio que hizo la familia en su humilde casa del barrio Nahuel Hue, la madre exigió justicia para conocer quienes fueron los responsables del crimen. Tal como sostuvieron los integrantes de la comunidad mapuche, el informe preliminar de la autopsia confirmó que Nahuel fue asesinado con una bala 9 milímetros, compatible con las de Prefectura. “Sólo quiero justicia para mi hijo. No puedo estar tranquila y no puedo creer que mi hijo se fue de de esa manera”, lamentó la madre, que recordó a su hijo como “una persona muy buena y trabajadora”. Salvo contó también que su hijo era herrero y hacía “changuitas” y que iba a la comunidad mapuche a acompañar a parte de la familia. “Lo único que deseo es que se haga justicia. No voy a bajar los brazos”, remarcó la madre, quien dijo "nadie del Estado se contactó conmigo" y adelantó que hoy irá hasta el juzgado a hacer las averiguaciones de la causa. “Queremos hablar con el policía que lo mató. ¡¿Por qué lo mato?!”, afirmó entre lamentos el padre de Nahuel, que aclaró que su hijo nunca tuvo armas de fuego. El hombre dijo que Rafael había ido hasta la comunidad, donde vive su hermana –tía del joven fallecido- para hacer una “changuita”. “El asesino que mató a mi hijo tiene que pagarla”, reforzó Salvo. El desalojo de la comunidad Lafken Winkul Mapu fue ordenado por el juez Gustavo Villanueva. Con un gran despliegue, el Grupo Albatros de la Prefectura comenzó el operativo el jueves pasado por la mañana. El sábado los efectivos entraron a la comunidad y dispararon contra unos quince miembros, que intentaron resistir tirando piedras. Los efectivos les dispararon con balas de goma y plomo. Según la autopsia realizada por la Justicia rionegrina, la bala que terminó con la vida de Nahuel le ingresó por el glúteo izquierdo y dañó órganos, causando una hemorragia interna. Ayer, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, respaldó el actuar represivo de la fuerza y redobló la apuesta: remarcó que las fuerzas bajo su conducción enfrentarán a los “grupos de violentos”, en referencia a las comunidades mapuches en resistencia, y que no necesitan pruebas para justificar el accionar violento. “El juez necesitará elementos probatorios, nosotros no. Nosotros no tenemos que probar lo que hacen las fuerzas de seguridad. Le damos a la versión que nos da la Prefectura carácter de verdad”, afirmó Bullrich en la conferencia de prensa. Antes la vicepresidenta Gabriela Michetti había afirmado que “el beneficio de la duda siempre lo tienen que tener las fuerzas de seguridad".

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