La Copa Libertadores, camino a las seis décadas de su origen, tiene tradiciones, reglas tácitas, pactos, convenios mutuos. Es fútbol, 90 minutos y 11 contra 11, pero se juega distinto que en Metropolitanos, Estaduales o Nacionales, Aperturas, Clausuras, Superligas o Brasileiraos. Hay otro nervio, más intensidad, máxima atención, mínimos riesgos, protestas continuas, tarjetas exclusivamente en caso de faltas severas. En una época se usaba una única pelota... Y las finales son, bajo cualquier mirada, otra cosa. Gremio Football Portoalegrense -fundado en 1903 por inmigrantes anglosajones, por quinta vez en esta instancia, campeón en 1983 y 1995- y Club Atlético Lanús - una iniciativa de vecinos del Gran Buenos Aires en 1915, de estreno en la cita, dos títulos internacionales- jugarán desde las 20.45 (televisado por Fox Sports) el primero de los dos partidos para conocer al campeón. A diferencia de las eliminatorias previas, desde octavos hasta semi inclusive, no cuenta por dos en caso de empate el gol de visitante. Así consta en el artículo quinto, punto 5, inciso 3 del reglamento de Conmebol para este certamen. Tal vez por ese motivo, el match N° 1 de las finales suele salir especialmente cerrado. En las últimas ocho definiciones, sólo dos veces hubo un ganador en la ida: Olimpia en 2013 (2-0 en Asunción a Atlético Mineiro con un gol de uruguayo Alejandro Silva, hoy también presente) e Inter en 2010 (2-1 en Guadalajara a Chivas). O sea: seis empates, tres en cero, precauciones extremas. Y en esas ocho decisiones sólo en una oportunidad festejó la visita: Estudiantes en 2009. La condición de local en la vuelta es, entonces, un dato a favor de Lanús. Hay otra estadística que ali- menta su esperanza: Gremio enfrentó a dos equipos argentinos en finales, Independiente ( 1984) y Boca (2007). Perdió ambas, sin marcar goles en ninguno de los cuatro encuentros (0-1 y 0-5 los respectivos globales). En su contra, al Granate le pesan los antecedentes negativos en mano a mano fuera de La Fortaleza. Desde su primera intervención, en 2008, jugó siete series de mata-mata, como les gusta decir a los brasileños. Apenas ganó en una ocasión de visitante: en 2014 a Santos Laguna. En la actual edición, como recuerdan los 4000 hinchas que ayer empezaron a llegar a esta ciudad, empató 1-1 en el estadio Hernando Siles con The Strongest; cayó 2-0 en el Pedro Bidegain contra San Lorenzo y 1-0 en el Antonio Liberti ante River. Veremos cómo le va en la imponente Arena do Gremio, inaugurada hace cinco años. Números de lado, hay paridad de fuerzas. Si bien los brasileños utilizan un 4-2-3-1 y los argentinos un 4-33, ambos tratan de elaborar en el medio y buscar desequilibrios en las bandas. Es de esperar que en este primer round suba más Cortez que Gómez y viceversa en el segundo. ¿Cuál de los dos trotamundos que van de 9 será más efectivo, Lucas Barrios, el que anduvo por la Bundesliga, o José Sand, el que tomó mate en Emiratos Árabes Unidos? Es probable que los locales presionen arriba, sobre todo al comienzo. ¿Quién generará más, Luan o Martínez? Gremio ya ha padecido la inspiración de un Román argentino... La mesa está servida, con la Copa más preciada de América en juego.
