Fueron minutos de locura los que sucedieron al intento de los agentes de la comisaría 54 de la Policía de la Ciudad para detener a un Peugeot 208 negro que tenía pedido de captura en Liniers, un barrio que quedó conmocionado por tanta violencia. Es que el delincuente que iba en el coche no sólo quiso robarle el auto a una familia para huir sino que mató a un policía, hirió a otro de gravedad y murió cuando intentaba dispararle a un tercer policía, que se defendió a los tiros. Todo sucedió esta tarde cuando los policías de la comisaría 54 de la Ciudad detectaron un Peugeot 208 negro que tenía pedido de captura y comenzaron una persecución. A la altura de Tuyutí al 6700, en Liniers, el patrullero intentó detener la marcha del auto sospechoso y para ello lo chocó. La respuesta del delincuente fue bajarse del coche y escapar corriendo, informaron fuentes policiales a Clarín. Ante esto, uno de los policías comenzó a perseguir a pie al sospechoso. En Lisandro de la Torre al 500, entre Tuyutí y Humaita, a 50 metros del choque del patrullero al Peugeot, “el delincuente intentó subirse a un Renault Clio negro que estaba estacionado y al que se estaba subiendo una familia”, detallaron las fuentes. El sospechoso pretendía escapar con la familia como rehén, pero el policía que lo seguía anticipó la maniobra y, literalmente, lo manoteó de un brazo y se le tiró encima. “Fue entonces que comenzó un forcejeo en el que el delincuente logró quitarle el arma al agente y le disparó tres tiros en la cabeza”, informaron las fuentes. Sería la víctima fatal. Las fuentes agregaron que en ese instante arribó al lugar el compañero del agente baleado, que luego moriría, y también fue recibido a los tiros por el sospechoso. “Con la misma arma con la que había asesinado a su compañero, le disparó dos tiros en la cabeza y uno en un pómulo", explicaron la secuencia de los hechos. La segunda víctima quedaría en muy grave estado. Pero la violencia del delincuente no terminaría allí, porque cuando apareció un tercer policía en la escena se produjo un enfrentamiento a tiros que culminó con el ladrón muerto y el efectivo con una herida leve. Según las fuentes, el sospechoso tenía unos 25 años. A medida que fueron llegando los móviles a la zona y ante tremenda escena, el pedido de los policías al control era cada vez más desesperante: “Personal policial no responde, por favor manden una ambulancia”, decían a los gritos por radio sobre los agentes baleados, según pudo saber Clarín. A tal punto era la angustia de los compañeros de los agentes heridos que decidieron no esperar a la ambulancia ya que el hospital Santojanni estaba apenas a unos 600 metros de allí. Por eso, a uno lo subieron a un patrullero y a otro lo cargaron en una camioneta. Pero uno de los policías ya estaba muerto cuando llegó a la guardia. Su compañero, con heridas de gravedad en la cara y la cabeza, luego sería trasladado al hospital Churruca, donde fue operado y al cierre de esta edición permanecía en estado delicado.
Conmoción en Liniers: un ladrón mató a un policía e hirió a otro de gravedad
Fue cuando quisieron parar un auto que tenía pedido de captura. Un tercer agente baleó y mató al delincuente.