El 1 de agosto de 2017 será una fecha recordada para siempre en las diferentes comunidades que viven en Chubut. Ese día, una manifestación de la Resistencia Ancestral Mapuche que cortaba la ruta 40 terminó mal: la Gendarmería despejó el camino y a partir de ese momento uno de los jóvenes que apoyaba la marcha, desapareció. A Santiago Maldonado lo encontraron muerto 78 días después en la misma zona, enredado en las ramas de los sauces que nacen desde el río Chubut. Periodismo para todos viajó a la comunidad Cushamen, en esa provincia, donde habló con dos jefes mapuches que repudiaron el accionar del grupo anarquista. Antonio Fermín, presidente de una de las comunidades de Cushamen y exvocero de los abuelos mapuches, y Raducindo Calfupan, uno de los "lonkos" (líderes, en su idioma) reprocharon los métodos violentos que usa la RAM para hacer conocer su reclamo. Además, el primero, acusó a algunos integrantes de esa organización de no pertenecer a ese pueblo originario. "Todos estamos de acuerdo con el reclamo territorial, pero no con las formas. No estamos de acuerdo con la violencia ni con que se tapen la cara: nosotros jamas lo hicimos. La RAM no tiene nada que ver con nosotros. Si tuviéramos certezas de que son hermanos de pueblos indígenas los apoyaríamos pero no son todos de pueblos indígenas. Quien conoce la zona, lo sabe", definió Fermín, en una entrevista con Gastón Cavanagh. Calfupan se expresó en el mismo sentido. Repudió la forma en la que actúan y los acusó de intimidar a los trabajadores de las tierras de esa provincia. "Dicen que son mapuches pero no tienen nada de mapuches. No son mapuches. Los verdaderos mapuches no andan haciendo escándalo por ahí, tirando al agua a los trabajadores que están de puesteros, sacando a las familias, dejándolos encerrados. Ni se les ve la cara. Si son mapuches tienen que andar con la cara limpia", sentenció. En este punto sobre el accionar de la RAM también estuvo de acuerdo Fermín, que expresó que "hay formas distintas de reclamar a través del diálogo y del respeto". "No estamos de acuerdo con los métodos que usan. Privarle la libertad a un puestero está mal. Es gente de la comunidad. Los puesteros son hermanos indígena. Es familia nuestra. Te indigna", argumentó. Pero la crítica sobre la situación que viven desde que expotó el caso Maldonado no solo fue para los dirigentes de la RAM. Fermín apuntó a la investigación judicial que se elaboró una vez que desapareció el joven tatuador. Si bien habló de cierta responsabilidad de la política, sus cuestionamientos fueron para la Justicia. "Perdieron el rumbo desde que se inició esto. Pagamos los que no tenemos que ver. Pasó mucho tiempo y dejó hacer lo que se les ocurra. Cada uno se tiene que hacer cargo. Nosotros tenemos responsabilidad de lo que tenemos que seguir haciendo y hacia donde vamos. Tenemos que reflexionar y mirar lo que ha pasado", cerró.
