El juicio oral y público por supuesta corrupción en la adquisición de la imprenta Ciccone Calcográfica, en 2010, que tiene al ex vicepresidente Amado Boudou en el banquillo de los acusados, comenzó ayer en los tribunales de Comodoro Py con apenas una hora de audiencia, ya que pasó a un cuarto intermedio hasta el martes próximo tras una serie de planteos, entre ellos uno de nulidad del debate. El ex funcionario kirchnerista compareció con rostro serio, actitud reconcentrada y casi en soledad: únicamente cuatro personas se ubicaron en la platea del público, entre ellas el abogado Marcelo Parrilli y el ex presidente de la agencia de noticias Télam Martín García. Quien habló hoy fue Carlos Rívolo, fiscal que instruyó la causa Ciccone en el comienzo y aseguró que "es indudable que Boudou se quiso quedar con la máquina de hacer billetes". Por Radio La Red, el primer fiscal de la causa Ciccone dijo que el ex vicepresidente "cometió delito" en el caso de la imprenta y afirmó: "Corre serios riesgos de ir preso". Este martes, el Tribunal Oral Federal 4 (TOF4) encabezó la audiencia que arrancó a las 9.36, escuchó la lectura del requerimiento de elevación a juicio oral que en su momento hizo el fiscal federal Jorge Di Lello y, al cabo de una hora, dispuso un cuarto intermedio hasta el próximo martes 10. Los jueces Pablo Bertuzzi, Néstor Costabel y Gabriela López Iñiguez resolvieron suspender la audiencia al hacer lugar a las solicitudes de postergación de las defensas del ex jefe de asesores de la AFIP Rafael Resnick Brenner y de Alejandro Vandenbroele, que pidieron más tiempo para interiorizarse del expediente. A su turno, en el planteo de cuestiones preliminares Eduardo Durañona, abogado defensor de Boudou, solicitó la nulidad de la apertura de este juicio porque, a su criterio, este expediente debe fusionarse con la causa que investiga a funcionarios de la AFIP -cuando estaba encabezada por Ricardo Echegaray- por la deuda de Ciccone. Boudou, que era ministro de Economía cuando se concretó la operación cuestionada, se sentó en el mismo banquillo de los acusados en que estuvo su amigo y socio José María Núñez Carmona, mientras que en la fila de atrás se ubicó el sindicado como testaferro y titular de la sociedad The Old Fund SA, Alejandro Vandenbroele. Los tres comparecieron en el juicio por "cohecho" e "incumplimiento de los deberes de funcionario público", junto al antiguo dueño de la imprenta Nicolás Ciccone, Resnick Brenner y el ex funcionario del Ministerio de Economía Guido Forcieri. En su acusación, el fiscal Di Lello sostuvo que Boudou "desplegó su influencia" para facilitar las maniobras de "adquisición de la empresa Ciccone Calcográfica" y su posterior "habilitación para contratar con el Estado Nacional", con la colaboración" del resto de los acusados. The Old Fund SA había debutado en los negocios vinculados al Gobierno nacional cobrando 7 millones de pesos como intermediaria en la renegociación de la deuda que la provincia de Formosa, gobernada por el kirchnerista Guido Insfrán, había concretado con el Palacio de Hacienda que conducía Boudou.
Para el fiscal Rívolo, Amado Boudou "corre serios riesgos de ir preso"
Según el primer fiscal de la causa Ciccone, el ex vicepresidente "cometió delito".