SANTA FE. - En los últimos meses, los ataques a campos para el robo de animales, incendios o rotura de silos sigue siendo una constante en esta provincia. El martes pasado, un grupo de cuatreros mató 8 animales vacunos y disparó sobre 8 más, en campos de las localidades de Landeta y Las Petacas, departamento San Martín, unos 160 kilómetros al suroeste de esta capital. "Todos los días hay gente trabajando en los campos. Pero no hay nadie viviendo. Siempre pasan cosas, pero nunca como la del martes pasado. Vinieron por lo menos en 3 camionetas, entraron 6 o 7 personas y se llevaron los animales", dijo Martín Crespo, uno de los damnificados junto a Jesús Tamone y Adrián Gastaudo. Trascendió que la pérdida económica podría superar los $360.000. "Los que hacen esto son gente preparada. Se llevan los animales, elaboran chorizos que venden en la zona, porque no tienen otra forma de comercializar los cortes. Nadie compra carne clandestina", explicó Tamone. Según comentarios que recibió LA NACION, los propietarios de los campos creen que se trató de un grupo de varias personas con vehículos capaces de transportar los animales sin ser vistos por las autoridades. "No se trata de un grupo de cuatreros con hambre. Mataron, faenaron y redujeron la carne en poco tiempo y sin ser vistos por nadie. Se llevaron ocho animales pero en principio pensaban faenar 16, y cuando no los pudieron matar bajaron sus pretensiones", dijo Crespo. Los productores indicaron que la policía de patrulla rural allí "tiene solo un móvil y cuatro efectivos asignados a estas tareas en el departamento San Martín, que tiene unos 4800 km2 de superficie". "La desproporción entre la fuerza de los delincuentes y la de la policía que tiene que prevenir, investigar y reprimir el delito es descomunal. El poder político dice estar de nuestro lado pero no nos ayuda", apuntó Crespo. En tanto, en la provincia se conocieron casos de incendios intencionales, como el que sufrió hace unas semanas Facundo Varela con la quema de 700 hectáreas de pastizales en Cañada Ombú. Pero hay otros que se producen en medio de una fuerte sequía. Al respecto, el fin de semana pasado, un incendio de gran magnitud arrasó unas 1000 hectáreas en los departamentos Las Colonias y Castellanos, en el centro-oeste de esta provincia. Un bombero voluntario sufrió quemaduras en su cuerpo al quedar atrapado, junto a otros 15 efectivos, en una ola de fuego que alcanzó a una unidad móvil de apoyo logístico para las tareas del grupo. Siete dotaciones de bomberos trabajaron en la zona para aplacar el fuego que los propios bomberos de la región catalogaron como "pocas veces visto en esta región". En la zona central de la provincia de Santa Fe en los últimos cuatro meses llovió en promedio 8 milímetros. La zona afectada por el fuego fue de unos 12 kilómetros de largo por 300 metros de ancho. Un amplio tramo de la Ruta Provincial 70, que une Rafaela con Recreo, al norte de esta capital, debió ser cerrada y evacuada de autos y viajeros ya que el fuego avanzaba en esa dirección con una rapidez alarmante.
