Diversos sectores nicaragüenses criticaron al presidente del país, Daniel Ortega, por no dar la cara ante la pandemia por el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad del COVID-19, y porque su régimen continúa promoviendo eventos públicos y aglomeraciones, en un abierto desafío a las recomendaciones de la OMS. La ex guerrillera Dora María Téllez, que fue ministra de Salud durante el primer Gobierno sandinista (1979-1990), observó que tanto Ortega como su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, así como sus familiares, “están cuarentenados en alguna isla privada”, pero mandan a los ciudadanos a exponerse al COVID-19. LA OTRA NICARAGUA El Gobierno, a través del Instituto Nicaragüense de Turismo (Intur) y el Instituto Nicaragüense de Deportes (IND), efectuaron el sábado un maratón denominado “De amor de bienvenida al verano 2020” en el que participaron cientos de nicaragüenses, incluido niños y personas con discapacidad, y con el que dieron el banderillazo de salida al “Plan Verano”. “Son tres kilómetros y medio los que corrieron estas personas entre ciegos, personas en sillas de ruedas, adultos mayores, niños y jóvenes”, dijo a medios oficiales Roberto Rodríguez, director de recreación física del IND. “Esperamos que las personas gocen de este receso de Semana Santa en familia, alegres, recreándose”, señaló, por su lado, la delegada departamental en Managua del Intur, Martha Baltodano. DESOBEDECER AL GOBIERNO El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) hizo un llamado a la ciudadanía a desobedecer “los llamados irresponsables del régimen Ortega Murillo frente al COVID-19” y evitar aglomeraciones, no acudir a las playas, y sumarse a la campaña #QuedateEnCasa. Ese organismo ha tachado de irresponsable y criminal al Ejecutivo frente a la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2. El régimen tiene programa celebrar un festival veraniego en Semana Santa, que incluye fiestas populares en seis centros recreativos, entre ellos dos balnearios ubicados en el Pacífico, y uno en la turística y colonial ciudad de Granada (sureste) que acoge el Gran Lago. En total, el Intur tiene previsto realizar más de 80 actividades durante el período de Semana Santa, entre ellas celebraciones artísticas, deportivas, gastronómicas, religiosas y tradicionales. “ORTEGA INCAPACITADO” Para la activista de derechos humanos Haydee Castillo, Ortega está demostrando incapacidad para cumplir sus responsabilidades como Presidente en momentos en que la vida del pueblo está de por medio por el COVID-19, que en Nicaragua registra oficialmente cinco casos, con un fallecido, y 12 sospechosos. “La Constitución de Nicaragua habla de sanciones por acción u omisión”, advirtió. A Ortega, de 74 años, un ex guerillero que lleva 13 años consecutivos en el poder, no se le ve desde el pasado 12 de marzo, cuando participó, desde su residencia, en una teleconferencia con sus homólogos centroamericanos sobre la pandemia del coronavirus. Ante la ausencia del mandatario, que no participa en actos públicos desde el 21 de febrero pasado cuando lo hizo en uno con el Ejército, ha sido su esposa la que ha llevado la voz en medio de la emergencia sanitaria. Pero Murillo, que en junio cumple 69 años, tampoco ha dado la cara en público y sus mensajes los dirige a través de llamadas por teléfono que hace a los medios oficiales. ACOSTUMBRA A DESAPARECER Ortega y Murillo tampoco encabezaron una marcha organizada por el Ejecutivo el pasado 13 de marzo y denominada “Amor en tiempos del COVID-19”, en la que miles de simpatizantes sandinistas y trabajadores marcharon por Managua, pero sin la presencia de los convocantes y homenajeados, ni de sus hijos, que sí habían participado en marchas anteriores. El gobernante, contrario a otras ocasiones, tampoco se ha solidarizado en público con su aliado y par venezolano, Nicolás Maduro, quien la semana pasada fue acusado por Estados Unidos por los delitos de narcotráfico, lavado de dinero y terrorismo. Los nicaragüenses han comenzado a especular sobre el estado de salud de Ortega por la cercanía que su familia tenía con el único fallecido con COVID-19 en el país, un estilista. Sin embargo el mandatario también acostumbra a desaparecer durante las crisis. En abril de 2018, cuando comenzó un estallido social contra su Gobierno por unas controvertidas reformas a la seguridad social, apareció en público hasta el tercer día. En otra ocasión, en marzo de 2014, Ortega reapareció tras 10 días de ausencia en actividades públicas en el Aeropuerto de Managua para recibir al recién nombrado cardenal, Leopoldo Brenes.
Denuncian que el régimen de Nicaragua promueve eventos públicos mientras Ortega y Murillo “están cuarentenados en alguna isla privada” por el coronavirus
Al dictador no se lo ve desde el pasado 12 de marzo y fue su esposa la que ha llevado la voz en medio de la emergencia sanitaria, aunque tampoco dio la cara en público