Política

Rutas. Rebelión de ingenieros contra un ministro por la distribución de cargos

La simpatía de los sindicatos con el gobierno de Alberto Fernández adquiere claroscuros a medida que

La simpatía de los sindicatos con el gobierno de Alberto Fernández adquiere claroscuros a medida que se desarrolla la nueva gestión al frente de la Casa Rosada. En un clima general de aprobación por parte del sector gremial, la nota disonante la dio en el último tiempo la denominada Asociación Gremial de Profesionales y Personal Superior de Vialidad Nacional. El organismo reúne a los ingenieros dedicados a la construcción de caminos, que están molestos desde principios de febrero con el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, por la supuesta falta de profesionales con ese título universitario en los peldaños más altos de la Dirección Nacional de Vialidad (DNV). Se trata de una de las mayores reparticiones del Estado, con unos 5.000 empleados y un presupuesto hasta el año pasado que superaba los $55.000 millones. Los ingenieros llevaron ese enojo al papel y le enviaron una carta documento a Katopodis. Está fechada el 5 de febrero pasado y la firma José Raúl Rizzo, secretario general adjunto de la organización, según la copia que vio LA NACION, que intentó sin éxito contactarse con el gremio. "(. ) Vemos con tristeza que se propone designar a un maestro mayor de obras como gerente ejecutivo regional centro de las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe; un abogado como gerente ejecutivo de Planeamiento; un arquitecto como gerente ejecutivo de Obras Viales; un exlegislador provincial como gerente jefe de Distrito", sostiene la nota. El mencionado como maestro mayor de obras es Patricio García, el primer intendente de Florentino Ameghino -ubicado en el noroeste de la provincia de Buenos Aires-. Llegó a ese cargo tras la escisión de ese partido del colindante General Pinto, en 1991. También pasó por el Senado provincial y el año pasado fue otra vez por la intendencia, pero perdió con el candidato de Cambiemos, Calixto Tellechea, que fue reelecto. La nota de los ingenieros sostiene que la Asociación valora declaraciones de Katopodis en las que, sostienen, al frente del organismo se designaría a un político, pero a partir del segundo nivel de jerarquía sólo llegarían profesionales de carrera. Katopodis cumplió con la primera parte de la afirmación anterior. El titular de Vialidad es Gustavo Arrieta, tres veces intendente de Cañuelas, diputado nacional y ministro bonaerense de Asuntos Agrarios en la gestión de Daniel Scioli. Pero fue más allá en la distribución de los cargos para la política, según entienden los Jerárquicos, dado que Arrieta se rodeó parcialmente de personas que pasaron por la gestión pública. Las críticas vertidas en la carta documento avanzan con cuestionamientos sobre la incumbencia de la política en cuestiones técnicas. "El solo hecho de haberse desempeñado satisfactoriamente en un cargo en alguna intendencia del país o de haber sido concejal de alguna de ellas, no significa que tengan las condiciones técnicas, idoneidad e incumbencias requeridas para manejar los destinos de áreas clave (. )", sostiene. Para concluir, el gremio de los ingenieros le reclama a Katopodis que "observe con detenimiento" las designaciones para que no surjan objeciones sobre las decisiones que adopten "funcionarios que no se encuentran capacitados para tal fin". Diez días después de la carta documento, Arrieta parece haber desactivado el conflicto con una reunión. Participaron la comisión directiva del gremio, el subadministrador, Alejandro Urdampilleta, y el gerente de Recursos Humanos, Jorge Ruesga. Todos vienen de la política. Urdampilleta se define como un militante peronista. Fue funcionario del municipio de Merlo, estuvo en el Registro Nacional de las Personas (Renaper) y fue senador provincial por el Frente para la Victoria. Ruesga, en tanto, es un abogado que pasó por diversos peldaños en la carrera pública. Fue concejal, estuvo en la ANSES y alcanzó el senado de la provincia de Buenos Aires también con la boleta del Frente para la Victoria, en 2011. Hay más ejemplos. El 14 de febrero pasado se nombró a cargo de la jefatura técnico-administrativa a Bruno Oscar Vai, quien acompañó a Arrieta en su gestión municipal, mientras que en Chubut quedó a cargo Julio Otero, quien desempeñó cargos relacionados con el transporte en la provincia y se referencia en Mariano Arcioni. Fuentes del Ministerio de Obras Públicas sostuvieron que Vialidad heredó una estructura que juzgaron excesiva por parte de la gestión de Mauricio Macri, en la que se había aumentado, según sus términos, 80 cargos jerárquicos entre 2015 y 2019. "Se está ordenando todo eso, pero no ocurre de un día para el otro", respondió un colaborador de Katopodis ante una consulta de LA NACION. Y remarcó que el gremio le envió la carta al ministro menos de dos meses después de haber comenzado una nueva gestión en una cartera que recién se conforma. El comunicado difundido por los ingenieros tras la reunión del 10 de febrero pasado carece del tono crítico que llevaba la carta documento que lo precedió. Sostiene que uno de los puntos de discusión fue la "cobertura de cargos". Los funcionarios les respondieron, según la versión que relata el gremio, que "los cargos que actualmente se ocupan, son transitorios para poder funcionar". Los hombres de Katopodis, a su vez, calmaron las aguas con el argumento de que la actual estructura de Vialidad es "menor" y servirá para funcionar este año. También en 2020, prometieron definir la estructura final del organismo con la participación de los gremios. La DNV, que en la última gestión de Cristina Kirchner adquirió relevancia por la adjudicación de obras a Lázaro Báez, va camino a convertirse en un terreno de discusión política. La gestión actual hizo varios informes críticos de sus antecesores, mientras que un documento interno de Juntos por el Cambio asegura que "una veintena de ingenieros jefes de distritos (las estructuras operativas que Vialidad tiene en cada provincia) y jefes regionales, en su mayoría personas de carrera en la repartición, tuvieron que dejar la oficina para entregársela a abogados o políticos provinciales, ex intendentes o secretarios municipales que nunca en su vida habían construido ni una parada de colectivo".

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