El gobierno interino de Bolivia volvió a criticar este jueves a los países que han dado refugio a Evo Morales y sus funcionarios desde que el ex presidente abandonó el poder el pasado 10 de noviembre, después de dos semanas de protestas tras los cuestionados resultados de las elecciones generales. “Es gente que le robó y actuó como pirata en este país”, agregó. La funcionaria de la actual gestión interina de Jeanine Áñez consideró que Evo Morales “está desesperado” de cara a las nuevas elecciones que habrá el próximo año, y de las cuales no podrá ser candidato: “Está desesperado porque conozcamos más de una rearticulación que tiene que hacer, gente que tiene que tapar muchos hechos de corrupción, una rearticulación de delincuentes”. “Los bolivianos no vamos a aceptar que mande otra vez a gente a matar acá”, añadió, en referencia a las violentas protestas que dejaron decenas de muertos, y que incluyeron bloqueos de suministros para las principales ciudades que denunciaban al líder indígena de fraude. Lizárraga se refirió, además, a la reciente convocatoria que realizó Morales en Buenos Aires, donde se elegirán a los candidatos a la presidencia y vicepresidencia por el Movimiento al Socialismo (MAS) para los comicios que se desarrollarán en 2020. “En Argentina no será más que una concentración de personas procesadas, involucradas en varios delitos y quieren ver como convulsionan el país”, indicó. Morales espera reunir el próximo domingo 29 a unos mil dirigentes del MAS, con el propósito de debatir la elección de los candidatos y las candidatas del espacio político para competir en las próximas elecciones generales que se realizarán en Bolivia. “En corto tiempo, gracias a nuestro proceso de cambio, liberamos Bolivia en lo político, en lo económico, en lo social, en lo cultural, y este proceso debe volver. Volveremos en corto tiempo como siempre millones y millones democráticamente para continuar con nuestra revolución democrática cultural”, aseguró a través de una publicación. Tras renunciar a la presidencia de Bolivia el 10 de noviembre, en medio de protestas generalizadas y acusaciones de fraude en las elecciones presidenciales, Evo Morales abandonó el país y se trasladó rápidamente a México, donde recibió el asilo político “por razones humanitarias”. Allí permaneció casi un mes, para luego aterrizar en Buenos Aires el 12 de diciembre. Con la llegada de Alberto Fernández y Cristina Kirchner al poder, el líder del MAS, histórico aliado político del kirchnerismo, solicitó el estatus de “refugiado” en suelo argentino, donde por estos días diagrama la campaña de cara a los comicios del próximo año. Tras su arribo al país sudamericano, el gobierno interino de Bolivia, a través del ministro de la Presidencia Yerko Núñez, criticó a su par argentino por “favorecer” al ex presidente, y anticipó que la administración de Jeanine Áñez planea formalizar estas quejas ante organismos internacionales. El pasado 18 de diciembre, la Fiscalía de La Paz emitió una orden de aprehensión contra Evo Morales, en el marco de la denuncia presentada por el gobierno interino, por los cargos de “sedición, terrorismo y financiamiento del terrorismo”. La determinación firmada por los fiscales Jhimmy Almanza y Richard Villaca ordena a fiscales, policías y/o funcionarios públicos que “aprehendan y conduzcan al señor Juan Evo Morales Ayma, ante las oficinas de la fiscalía”. Sin embargo, casi en simultáneo con la emisión de la orden de aprehensión, Argentina confirmó su estatus de “refugiado”, lo cual imposibilita “cualquier posibilidad de extradición”. MÁS SOBRE ESTE TEMA:
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Roxana Lizárraga, ministra de Comunicación, reiteró que el ex presidente y dirigentes del gobierno anterior “no son perseguidos políticos”. "No vamos a aceptar que mande otra vez a gente a matar acá”, adelantó