En Europa cuentan que se terminó la hegemonía del Real Madrid, que había ganado los tres últimos Mundiales de Clubes, casi sin despeinarse. En este lado del océano la mirada pasa por otro lugar: después de varios años, un equipo de Sudamérica da la talla ante un gigante del Viejo Continente. Algunos campeones de la Libertadores ni siquiera habían llegado hasta el partido final (River en 2018, Atlético Nacional en 2016 y Atlético Mineiro en 2013), por eso es valioso lo que hizo ayer el Flamengo. Los puristas del resultado dirán que un campeón de nuestra Copa volvió a perder, que es el séptimo título al hilo que ganan los europeos y que desde Corinthians en 2012 ninguno de acá puede con uno de los poderosos de allá. Hay datos duros que no tienen otra lectura, pero este deporte también es de interpretación y lo que hizo el Fla fue interesante. “Estudiantes compitió con Barcelona, River no”, patentó Riquelme, en los días previos a las elecciones que luego lo vieron ganador. Pero en esa sentencia de Román, uno que supo domar a los gigantes de Europa jugando para Boca (si no que lo diga el Real Madrid), hay una verdad que se traslada a lo que ocurrió en Qatar: Flamengo fue competitivo, llevó al Liverpool hasta el alargue y mostró buenas credenciales. No fue simplemente un partenaire del campeón de la Champions para ver por cuántos goles iba a perder... Se sabe que llegar hasta la final de la Libertadores es durísimo. Que ganarla es mucho más complicado. Y ahora se agrega un condimento extra: el Mundial de Clubes que parece casi imposible, aunque ayer lo de Fla dio esperanzas... Pero si algo le faltaba a estos cruces es la globalización, que no juega a favor de los equipos de Conmebol que ven cómo las figuras que nacieron en Río de Janeiro, Rosario o Bogotá un día la rompen en la final más esperada, pero los goles los hacen para el Liverpool y el Barcelona. Firmino y un tal Leo Messi pueden dar fe...
Flamengo sí pudo competir
Después de muchas finales desparejas, el equipo brasileño estuvo a la altura y a Liverpool le costó ganar el Mundial de Clubes. Un paso adelante para Sudamérica.