La Organización de Estados Americanos publicó este miércoles su informe final sobre las elecciones en Bolivia del pasado 20 de octubre y concluyó que existió una “manipulación dolosa de los comicios en dos planos”. El primero refiere a la alteración de las actas y la falsificación de las firmas de los jurados responsables por ellas. Y el segundo al nivel de procesamiento de los resultados, a partir del “redireccionamiento del flujo de datos a dos servidores ocultos y no controlados por personal del TSE, haciendo posible la manipulación de datos y la suplantación de actas”. Además, el documento indicó que hay evidencia suficiente para confirmar “la parcialidad de la autoridad electoral”. "Los vocales del TSE, quienes debían velar por la legalidad e integridad del proceso, permitieron que se desviara el flujo de información hacia servidores externos, destruyendo toda confianza en el proceso electoral”, graficó el organismo que preside Luis Almagro. El informe explicó que su campo fue “acotado, tanto en el tiempo del que se dispuso como en relación con los componentes del proceso que fueron analizados". Por ende, expresó que “excede a este informe lo ocurrido en la etapa pre electoral y los hallazgos de la misión de la observación de la OEA respecto a la inequidad de la contienda y el accionar del TSE en la fase anterior a los comicios”. Sin embargo, aclaró, “los hallazgos son contundentes”. “El equipo auditor no puede ignorar el conjunto de manipulaciones e irregularidades observadas a través del trabajo en terreno y del análisis de las más de 200 denuncias y comunicaciones con información que se recibieron. Hacerlo sería un acto de suma irresponsabilidad y supondría incumplir el mandato asumido al momento en que se aceptó realizar la auditoría”. El pasado 10 de noviembre Almagro había pedido la anulación de las elecciones tras difundir los resultados preliminares del informe, realizado por auditores encargados de valorar la calidad democrática del proceso. Al igual que el reporte final, el organismo había determinado la existencia de “irregularidades muy graves” en el proceso. La declaración de la OEA elevó los niveles de agitación existente en la sociedad boliviana desde el día de las elecciones, marcado por denuncias de fraude contra el entonces presidente. Poco después de la publicación, el todavía presidente Morales anunció nuevas elecciones y la conformación de un nuevo TSE. Sin embargo, la decisión no logró calmar las tensiones. Y horas después, el comandante general de las Fuerzas Armadas, Williams Kaliman, y el de la Policía Nacional, Vladimir Calderón, le solicitaron al jefe de Estado que dimitiera para desactivar un escenario crecientemente convulsionado, cosa que Morales hizo ese mismo día. Noticia en desarrollo... MÁS SOBRE ESTE TEMA:
El informe final de la OEA sobre las elecciones en Bolivia concluyó que hubo una “manipulación dolosa” de los votos
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