Mientras en Bolivia recrudece la represión, en Buenos Aires una multitud salió a las calles y le dijo no al golpe. El racismo de la dirigencia que le arrebató el poder a Evo Morales. El acuerdo de Evo con Putin por el litio que Trump no toleró. El misterioso viaje del gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, a Santa Cruz y el despliegue militar argentino en el norte. El rol de la CIA y Macri. La oscura trama regional de un golpe al sueño indigenista. Los ojos de los 24 muertos siguen abiertos. Miran de frente a sus asesinos uniformados. La dictadura cívica, militar y policial que se instaló en Bolivia tras derrocar al Presidente constitucional Evo Morales y llevarlo a la dimisión y al exilio obligado en México, ahora fagocita el odio racial y la amenaza de encarcelar a las y los legisladores del Movimiento al Socialismo (MAS), con la excusa del delito de “subversión”. Como en una pesadilla que no culmina nunca regresan las antiguas palabras típicas de las dictaduras de los años ’70 y se propagan por los medios tradicionales –verdaderos emisores manchados de sangre como los militares genocidas- y hasta los periodistas argentinos tuvieron que huir de La Paz señalados como “sediciosos” por el régimen criminal que ellos mismos avalaron con el cuento de la “imparcialidad”. Al cierre de esta edición, miles de ciudadanos indígenas de El Alto habían decidido en un cabildo abierto, oponerse al golpe, pedir la renuncia de la autoproclamada presidente sin quórum, Jeanine Áñez, desconocer a Carlos Mesa y el racista evangelista, Luis Fernando Camacho; además de ampliar los bloqueos y las medidas de lucha para la recuperación de la democracia en Bolivia sin proscripciones políticas. Desde México, Evo Morales denunció el domingo 17, el uso del decreto 27.977 para autorizar la continuidad de la masacre y perseguir a la oposición. El Presidente depuesto por la dictadura militar de Bolivia señaló directamente a Mesa. En tanto, los mensajes del horror se precipitan desde diferentes zonas como Cochabamba y el sur de La Paz. Allí los pobres, los hombres y mujeres humildes “de pollera”, son “cazados” a tiros por paramilitares, policías y miembros del Ejército. Asesinados a balazos en la cabeza y en el tórax. Incluso desde helicópteros artillados una víctima fue rematada de un tiro en la nuca. En este vídeo un hombre que cruzaba el sábado 16 con una columna de manifestantes –casi todos y todas quechuas, aymaras y guaraníes- en la zona de Cochabamba grabó lo que llamó sus “últimas palabras”. El Ejército y la Policía habían cerrado los pasos del túnel y temía por su vida. Le dijo a su familia: “Los amo”. No sabemos si fue asesinado junto a sus compañeros. Pese a semejante matanza –suman 24 las víctimas- y ante la pasividad de las principales potencias del Primer Mundo, los pueblos originarios siguen resistiendo con la bandera wiphala que los representa flameando por las calles y avenidas que pavimentó la gestión de Evo Morales Ayma y Álvaro García Linera. “Nunca de rodillas”, gritan juntos desde el coraje y la nobleza de la humildad. Esta larga noche boliviana plagada de sangre de ciudadanos indígenas fue planeada desde los poderes fácticos de Estados Unidos para apropiarse de las riquezas naturales de Bolivia -el gas y el litio primordialmente-, luego de los acuerdos soberanos y con valor agregado que había firmado Evo Morales con Rusia y China para construir baterías para teléfonos celulares hechas con litio. Ver el acuerdo marco entre Evo y Vladimir Putin el pasado 11 de julio en Moscú y los dos informes de la cadera rusa RT. Sucede que Bolivia, Argentina y Chile poseen las mayores reservas de litio del planeta. Por eso, la hegemonía imperial estadounidense encontró la falsa excusa de un plan de Evo “para perpetuarse” en el poder y operó a través de la OEA y Luis Almagro para lograr destituirlo. La maniobra de guerra psicológica de la CIA, que posee no menos de seis mil agentes orgánicos distribuidos en todo el mundo, incluyó una gigantesca manipulación de las redes sociales a nivel continental con el uso de robots operados desde centros urbanos y cuentas creadas especialmente en las plataformas digitales. Al mismo tiempo la inteligencia estadounidense instaló en la región muy eficazmente una lógica de justificación moral del golpe de estado en Bolivia que fue impresa por los medios tradicionales –diarios, revistas, cadenas televisivas, portales de noticias de relación directa con las embajadas de Estados Unidos, columnistas, panelistas de todas las variedades del circuito de la nada-, que dispusieron de decenas de horas para balbucear que aquello que fue un golpe de estado en verdad había sido “un plan malévolo de Evo”. En esta entrevista desopilante con la BBC de Londres, que no es peronista, ni kirchnerista, la senadora autoproclamada presidenta de Bolivia, dijo en el minuto 8:23: “Tenemos los enemigos internos que son los hermanos campesinos, pero (…)”. Ver la nota: No es nuevo el racismo discriminatorio y criminal en Bolivia y América Latina. El asunto se remonta a la Conquista española e incluso mucho antes. El Imperio Incaico también se enfrentó con los aymaras y pactó alianzas para impedir el avance de los guaraníes en la actual zona de Santa Cruz de la Sierra. Luego la Corona española se valió de la espada y el tráfico de esclavos hacia el Pacífico vía Chile y más tarde al Río de La Plata por el Atlántico llegando por tierra a través de huellas de bueyes rumbo a Tucumán y Córdoba hasta el puerto de Buenos Aires –el emporio del contrabando de seres humanos, oro y plata ideado como una ruta alternativa de los saqueadores ibéricos, que competían por entonces con Francia y Gran Bretaña por los tesoros de Potosí, Cochabamba y La Paz, y se cultivaban en la Universidad de Chuquisaca-. Los mejores cuadros intelectuales y políticos de la Primera Junta de Mayo de 1810 habían estudiado allí y fueron el producto de la derrota de España, el avance de Francia y la avaricia del Reino Unido, que aprovechó el contexto e incluso invadió antes dos veces Buenos Aires en 1806 y 1807. No faltó mucho para que tomasen nota de que podían apropiarse de nuestras riquezas y nuestro territorio sin el uso de la fuerza militar corrompiendo a los dirigentes venales y controlando el comercio a través del puerto. Así nació nuestra clase dominante que aún hoy se siente más europea que criolla. El espionaje es la profesión más antigua de la historia y casi siempre viene con la prostitución, la dominación y el sigilo. No fue casual tampoco la llegada a Bolivia del criminal nazi, Klaus Barbie con su mujer y dos hijos en 1955. Con nombre falso abrió un aserradero y más tarde tejió alianzas comerciales e ideológicas con militares de ultra derecha. Entre ellos, el ex presidente de facto, René Barrientos Ortuño, quien gobernó desde 1964 a 1965 derrocando y traicionando a Víctor Paz Estenssoro. Más tarde, Barbie trabajó para los dictadores Hugo Banzer y Luis García Mesa Tejada hasta bien entrados los ‘80. Ya en 1983, en momentos en que los aires de las dictaduras quedaban para el revisionismo y los juicios históricos, Barbie fue extraditado a Francia. Cuando un periodista le preguntó si se considera “un nazi”, el sujeto humano que mató a niños indefensos y deportó a cámaras de gas a cientos de familias judías en la Francia ocupada por sus tropas, dijo: “La palabra nazi no existe”. Ver la entrevista en minuto 1:16: Desde mucho antes de las elecciones de en Bolivia, la CIA estableció una red de golpistas que representan los intereses de la oligarquía boliviana –el caso de Camacho-, quien posee fluidos contactos con los senadores estadounidenses Ted Cruz y Marcos Rubio, entre otros. Cruz y Rubio están alineados con el Secretario de Estado, Michael Richard “Mike” Pompeo, ex jefe de la CIA y ferviente opositor a Evo y al Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro. Ese núcleo de personajes vetustos sigue pensando como en la Guerra Fría de mediados del Siglo XX. Analizan que Cuba sería el culpable de todos los males de América Latina y ya habían adelantado que irían contra Nicaragua y Bolivia meses antes. Y así lo hicieron. Por lo general se toman su tiempo, pero su brazo es más largo como la Roma de la antigüedad. Nueve días después del acuerdo entre Evo y Putin en Moscú, el 20 de julio, el canciller de Bolivia, Diego Pary denunció la injerencia estadounidense y las amenazas de Donald Trump de accionar militarmente contra Venezuela. La contraofensiva quedó grabada para la posteridad. A tal punto que en uno de los 16 audios revelados por El Periódico CR, el pasado 9 de noviembre, el ex coronel boliviano Julio César Maldonado Leoni, presidente del Comité Militar Nacional, dio órdenes en el Audio 8 de “implementar acciones contra la embajada de Cuba y sus diplomáticos e infundir pánico a los cubanos para que abandonen el país”. Maldonado Leoni no es cualquier militar. Suele ser consultado por la cúpula del Ejército de Bolivia que colocó a la presidenta autoproclamada sin quórum en el poder. En su mensaje Leoni dejó claro que el objetivo no debía ser ni Maduro ni el gobierno de Evo, sino Cuba. Su gran obsesión. Típico de la Escuela de las Américas y de la extrema derecha estadounidense que nunca logró vencer la Revolución de Fidel Castro y el Che Guevara ni hablar de la conciencia del pueblo cubano. Sin embargo, esta casta de militares bolivianos en el poder, se regocija con el Evangelio y la Biblia como instrumento de dominación inquisitorial. Jesús los hubiese echado del templo, por aquello de los ricos, el Reino de los Cielos, el ojo de una aguja y los pobres. El 27 de junio de 2018, el Papa Francisco nombró Cardenal de Bolivia a Toribio Ticona Porco de origen quechua. En esta entrevista en Roma apareció rodeado de la Conferencia Episcopal de su país. Contó que sufrió “una pobreza única”. Fue limpiador de botas, minero, albañil, alcalde municipal, obispo auxiliar, y Cardenal. Apenas 16 meses después, la misma Conferencia Episcopal que lo acompañó a Roma sostuvo que “no había golpe de estado en Bolivia” y silenció la masacre. ¿Cuál Iglesia es la Iglesia? O mejor dicho, ¿por qué no habló el Cardenal y en su lugar hablaron otros? El golpe fue profetizado antes por sectas evangelistas bolivianas desde sus templos. Esos pastores parecen creados a la medida de Steve Bannon, autor de la campaña que llevó al poder a Trump y a Jair Bolsonaro en Brasil. Su compañía Cambridge Analytica tuvo participación en la campaña sucia contra CFK en 2015 y en la llegada al gobierno de Macri y su séquito de empresarios millonarios. ¿Quiénes fueron los auténticos financistas de esas operaciones continentales? Los hermanos estadounidenses, Charles y David Koch, dueños de una fortuna superior a los 100 mil millones de dólares. Sin olvidar al magnate de los fondos buitres, Paul Singer, a quien Macri hizo más rico. El mega-millonario David Koch murió a los 79 años en agosto pasado. El diario español El País lo reseñó así: “Muere David Koch, el símbolo del dinero oscuro en la derecha estadounidense”. Ver la crónica. Macri lo sabía Fuentes directamente vinculadas al Poder Ejecutivo en transición de 20 días de estadía saturada, deslizaron que Mauricio Macri se enteró del plan golpista en Bolivia mucho antes. “Hubo contactos con Mesa y con Camacho”, soltaron. Por eso nunca el Pro –en cuyo núcleo hay negadores de la dictadura y de los 30 mil desaparecidos- no expresó nada contra la senadora autoproclamada. En otro excelente artículo de su autoría, la periodista Alejandra Dandan publicó en El Cohete a la Luna, que Camacho se reunió a principios de noviembre con un funcionario de la Cancillería para pedir asilo en el caso de que el golpe fracasara. Y eso quedó registrado en un cable donde se informó al Presidente en transición. “El gobierno argentino supo con seis días de anticipación que se preparaba el golpe en Bolivia. Luis Fernando Camacho convocó a una reunión a los representantes diplomáticos de los consulados de Santa Cruz de la Sierra. La reunión que originalmente iba a hacerse el viernes 1° de noviembre pasó al lunes 4. Ese día se reunió con los representantes locales de la Argentina y de España. Pidió asilo al consulado argentino ante un eventual fracaso de lo que llamaba insubordinación civil. Asilo que el consulado no podía brindar porque la atribución le correspondía a la embajada en La Paz. Pero en ese contexto, les dijo que 48 horas más tarde las Fuerzas Armadas iban a entrar en la casa de gobierno”, advirtió Dandan. El encargado de recibir a Camacho fue el cónsul argentino en Santa Cruz de la Sierra, Roberto Dupuy. Su superior diplomático, el embajador en La Paz, Normando Álvarez García no habría estado de acuerdo. Pese a ello, no condenó el golpe de estado contra Evo Morales, se comportó bien con los periodistas argentinos para extraerlos de Bolivia tras ser amenazados por comandos civiles de ultra derecha, y no advirtió una sola palabra sobre la actitud de su protector Gerardo Morales –carcelero de la dirigente social e indígena Milagro Sala en Jujuy-. El embajador radical Álvarez García tiene un hermano desaparecido durante la dictadura y su accionar en esta epopeya del escarnio llamó la atención de la oposición a Morales en Jujuy. Morales realizó, además, un extrañísimo viaje a Santa Cruz de la Sierra (zona de donde proviene Camacho). Parece que todo se trató de “prevenir incendios” y para ello la Nación envió con Morales a un avión de la Fuerza Aérea Argentina. Fue el 4 de septiembre y los medios locales dijeron que “Jujuy aportó enviando brigadistas y bomberos para ayudar a combatir el fuego y este viaje servirá para cambiar al personal y traer de vuelta a 26 personas, entre bomberos y policías, que estuvieron trabajando de manera permanente desde que comenzaron los incendios. Los nuevos combatientes pasarán entre 7 y 10 días en el país vecino ayudando a sofocar el fuego”. En una crónica aparte se informó que Estados Unidos había enviado a Bolivia “un avión cisterna” para apagar el fuego en el Amazonas. https://www.todojujuy.com/mundo/un-avion-cisterna-estadounidense-llego-bolivia-apagar-incendios-del-amazonas-n124885 Todo este movimiento solidario internacional que incluyó un avión gigante de Estados Unidos se centró en Santa Cruz de la Sierra y Beni, donde Camacho y la presidenta autoproclamada, Jeanine Áñez tienen arraigo. El 25 de septiembre, una unidad especial del Ejército Argentino que venía de Córdoba viajó por tren y ruta a Palpalá. ¿Cuál fue el objetivo? Un supuesto “ejercicio” cerca de la frontera norte con Chile. En esta entrevista con un medio local, el general a cargo del Ejército lo explicó de esta manera: Entre el 22 de septiembre y el 3 de octubre, 1.200 efectivos del Ejército Argentino se desplegaron en el NOA. ¿Para qué? “En el marco de la Operación ‘Integración Norte’ buscará disuadir amenazas transnacionales mediante el despliegue y adiestramiento de las organizaciones de la brigada actuando de manera coordinada”, publicó el diario El Tribuno. El despliegue abarcó el aeropuerto de La Quiaca, Suripugio, Inticancha, Cangrejillos y Casabindo. Además, el aeródromo de Orán, los puentes del río Bermejo en Pichanal, Embarcación, Misión Chaqueña, Padre Lozano y cercanías de Pampichuela en la zona de Yungas salteña. En el caso de la ciudad de Oran donde se realizó ejercicios en el aeródromo limita al norte con los departamentos de Santa Victoria, Iruya y San Martín, el Estado Plurinacional de Bolivia, al este con el departamento de Rivadavia, y al sur con el de Anta, y al oeste con Jujuy. El Ejército se entrenó cerca de la frontera norte con Chile y Bolivia y toda la información fue pública y las prácticas militares finalizaron un mes antes del golpe de estado contra Evo Morales Ayma y Álvaro García Linera. ¿A qué amenazas trasnacionales se refería el Ejército? Lo que es trasnacional es global. Se trata de un concepto de la mundialización. Lo cierto es que en Chile hay un estallido social con una brutal represión estatal. Los Carabineros apuntan con balas de gomas a los ojos de las personas. Hay cientos de víctimas con un ojo menos. Brutal. Los manifestantes, en su mayoría jóvenes, buscan cambiar de cuajo el sistema desigual heredado del dictador Augusto Pinochet, que no les brinda seguridad social, educación ni salud. En Bolivia, poco más de 30 días después de los ejercicios del Ejército Argentino en Oran se produjo una masacre contra los pueblos indígenas con 24 víctimas asesinadas con disparos en la cabeza y el pecho. En marzo de este año, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reveló este detalle sobre los grupos multinacionales evangelistas. “Ya tenemos suficiente apoyo en Estados Unidos con los evangélicos. Con mucho gusto renunciaría al AIPAC (Nota del R: lobby israelí en Medio Oriente) si no los necesitáramos para contrarrestar a Wall Street”. En aquella reunión en Estados Unidos, el gobierno de Israel llevó a 18 mil delegados evangelistas a deliberar. A esa misma hora, una emisora norteamericana entrevistó al operador republicano, Steve Bannon desde Roma. El hombre se declaró “cristiano sionista” y defensor del estado judío. Entre otras cuestiones apoyó la anexión israelí del Golán sirio. Ver la crónica del diario español Público. es Como se ve el contexto del golpe a Evo Morales es complejo y está encriptado en la dominación de América del Sur por parte de Estados Unidos, su alianza con Israel e Inglaterra, y la puja comercial mundial por el litio, el gas, el petróleo, los alimentos y el agua con China y Rusia. Vienen por todo. Comentarios
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