Política

El oficialismo decidió su primer cambio electoral: reforzar la fiscalización

"Vamos día a día". Un alto funcionario con despacho en Casa Rosada hizo esta advertencia al retirars…

"Vamos día a día". Un alto funcionario con despacho en Casa Rosada hizo esta advertencia al retirarse ayer de la Quinta de Olivos y asegurar que no habría cambios en el Gabinete. Fue para justificarse por anticipado en caso de que, en medio de tanta vorágine e inestabilidad, Mauricio Macri sorprenda durante el fin de semana largo. No debería ocurrir: en principio el Presidente aguardará hasta el martes para analizar el impacto de las medidas que tomó tras la dura caída en las elecciones primarias. La primera variante que habrá puertas adentro será de cara a la campaña: si bien no hay denuncias por fraude, y se ocupan en remarcar que la derrota "no fue por la fiscalización" y que "nadie pone excusas", en el oficialismo detectaron irregularidades en el operativo y ya se trazan variantes en Nación, Provincia y Ciudad. Recibir newsletter La primera incorporación al proceso de cara a octubre será la del ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, quien ya había tenido un lugar importante en la campaña de 2015, en la que el por entonces incipiente Cambiemos desplegó una tropa que logró emparejar a la del PJ en todo el país. La decisión de sumarlo ahora a Dietrich fue adoptada por el jefe de Gabinete, Marcos Peña. El jueves, mientras escuchaba en los medios de comunicación las versiones surgidas desde el propio oficialismo que decían que Macri le había ofrecido su cargo a su compañero de fórmula, Miguel Pichetto, el ministro coordinador avisaba a los estrategas que Dietrich tendrá un rol activo rumbo a las generales. "Es un trabajo que Guillo ya hizo antes y que, por lo meticuloso que es, puede cumplir perfectamente, aunque no haya estado para las PASO", aseguró una fuente del oficialismo. Dietrich, que ya habló del tema con Macri, se sumará al trabajo que hizo el viceministro del Interior, Sebastián García de Luca, quien monitoreó a los fiscales generales; y al secretario de Voluntariado, Federico Morales: a cargo de los fiscales de mesa. Por su vínculo con Peña, Morales logró esquivar reproches inevitables: es uno de los responsables de los Defensores del Cambio", la plataforma digital que, según repitieron hasta el hartazgo en la sede partidaria de calle Balcarce al 400, logró reunir a 300 mil voluntarios; pero de todos modos Juntos por el Cambio no logró completar las 101.500 mesas en las que se votó en todo el país. Una salvedad: el comando nacional sólo se ocupó de la campaña y la fiscalización en las provincias en las que no gobierna el oficialismo. De hecho, Elisa Carrió apuntó por no cuidar el voto al mendocino Alfredo Cornejo, distrito en el que Macri sufrió un duro e inesperado revés. Más allá de lo que haga Dietrich, la idea, tal como quedó expuesto en la reunión de Gabinete Ampliado en el Centro Cultural Kirchner, es que todos los ministros tengan un rol más activo en la campaña. "Mauricio quiere que el 27 de octubre pongan a todos sus equipos para fiscalizar, pero antes también los quiere en la calle, pidiendo el voto", contó uno de los funcionarios que más rápido logró dejar atrás el golpe de la "paliza", como dijo Macri, que sufrió el oficialismo. En Provincia, el jefe de Gabinete bonaerense, Federico Salvai, ya planea reforzar no sólo en los distritos propios de Cambiemos, en los que pese a que el operativo dependió de los intendentes detectaron ausencias, sino en los que, advierten en su entorno, advierten "con los brazos caídos". Son aquellos en los que los "sin Tierra" fueron vapuleados por el PJ. Según fuentes bonaerenses que actuaron en la elección, hubo muchos problemas, más allá que en la gobernación aseguran que cuentan con un porcentaje alto de actas confeccionadas por fiscales propios. Así en las escuelas en que no se presentaban los presidentes de mesa, “los intendentes te sentaban sus punteros”.

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