Estela Percival, la esposa del exespía Raúl Martins, sorprendió a la jueza federal María Servini cuando se presentó la semana pasada en su despacho, pero la magistrada terminó por sorprender a la acusada al leerle 85 hojas de prueba que reunió durante los últimos seis años. La mujer sabía que le imputaría los delitos de trata de personas y lavado de activos, pero nunca se imaginó que ella descubriría lo que hasta entonces eran rumores: las relaciones comerciales del exespía con uno de los narcotraficantes más importantes de la historia nacional: Carlos Salvatore. La jueza Servini le había ordenado a la Policía Internacional (Interpol) buscar a Percival y Martins en México, puntualmente en Cancún, pero ella regresó a la Argentina luego de que la Sala I de la Cámara Federal porteña aprobó el 13 de mayo la captura internacional de ambos. Percival se supo complicada cuando la magistrada le mencionó uno por uno los prostíbulos que con Martins, bajo la inscripción legal como bar, café o whiskería, abrieron en la ciudad de Buenos Aires: Hot Area (Juan B. Justo 5302), Top Secret (Artigas 1444), Anchorena Swinger Club (Anchorena 1121), Brut (Vicente López 2257), Fama (Rivadavia 7373), Oba-Oba (Rivadavia 2434), Hippopotamus (Junín 1787), Aproach (San Martín 957), Extra Brut (Las Heras 2311) y Sweet Club (Chacabuco 160). A este último, ubicado a solo cuatro cuadras de la Casa Rosada, alguna vez también lo llamaron The One o Tributo. A pesar de la investigación de la fiscalía antitrata, ese local seguiría abierto: Rachel Holway, fundadora de la ONG Alerta Vida, denunció ahora que "Chacabuco 160 funciona hace tres años como si fuera un boliche swinger aunque es un prostíbulo de Martins". Y reclamó: "Generalmente tiene custodia policial". La denuncia la hizo ante la Oficina de Rescate y Acompañamiento, pero desde ese organismo, que depende del Ministerio de Justicia, le contestaron que "los datos aportados no resultan suficientes para confeccionar una denuncia por el delito de trata de personas". Claudio Navarese no era una persona conocida para los investigadores, pero cuando cruzaron sus datos migratorios descubrieron que fijaba domicilio en donde funcionaba uno de los prostíbulos del exespía. Lorena Martins, hija del exespía, declaró en la Justicia que Navarese fue el que presentó a Martins con Salvatore para "hacer algo de la AFIP". Martins y Salvatore finalmente hicieron negocios: tal es así que Virginia Solís -mamá de la mujer del exespía- le prestó u$s400.000 a Milenio Bienes Raíces SA, una de las tantas empresas con las que Salvatore lavó activos del narcotráfico, según la Justicia, con la que de hecho compró tres inmuebles y dos parcelas en la ciudad y provincia de Buenos Aires, decomisados por el Tribunal Oral Criminal Federal (TOCF) de Resistencia tras su muerte el 9 de mayo de 2018 en el Hospital Argerich. En total, el TOCF de Resistencia ordenó la extinción de dominio sobre 115 cuentas bancarias, 81 inmuebles y 25 autos que alguna vez pertenecieron a Salvatore, en lo que se convirtió en el decomiso a los herederos del narco más grande de la Argentina, luego de que al propio jefe narco lo procesaron y condenaron por los 4.806 kilos de cocaína que entre 2005 y 2012 contrabandeó -o intentó hacerlo- a Europa en los operativos investigados como "Carbón Blanco", "Pera Blanca" y "Operativo Trabajo". Por contrato, la suegra de Martins autorizó a su hija Estela y a su consuegra Cledi Presilla Coggiola a cobrar lo prestado a la compañía de Salvatore. La jueza Servini, entonces, determinó que parte del dinero obtenido por Martins con la trata de personas se mezcló con parte de la plata producida por Salvatore con el tráfico de cocaína. Percival, sin embargo, prefirió no hablar. Solo dijo, acompañada por el abogado que también representa al exespía, que está divorciada de él, que gana $270.000 por mes y que alquila un departamento de la Torre Bella Vista, muy cerca del condominio Maralago, donde tiene un piso Martins.
Denuncian que el exespía Raúl Martins tiene un prostíbulo en pleno centro y descubrieron vínculos con el narco más grande del país
La jueza Servini le tomó declaración a la mujer del prófugo, le leyó 85 hojas con pruebas y determinó relaciones del exespía con el fallecido Salvatore.