Tras un proceso de recambio que comenzó en 2013, la ciudad de Buenos Aires se convirtió en la primera metrópolis de Latinoamérica en utilizar luces LED en el 100% del alumbrado público. Según datos oficiales, esta tecnología permite reducir en un 50% el consumo de electricidad, es decir unos 85.000 KW al año (lo que equivale al consumo anual promedio de 25.300 hogares). Además, el ahorro energético también ayudó a bajar la emisión de dióxido de carbono (CO2) en 44.000 toneladas anuales. En 2013, cuando comenzó el programa de recambio de las viejas luces de sodio, Buenos Aires contaba con 125.000 luminarias. No obstante, desde el ministerio de Ambiente y Espacio Público estiman que para fines de este año ya habrá 165.000 funcionando. Para la incorporación de estas 40.000 luces LED -las siglas en inglés significan diodos de emisión de luz– en seis años, fue necesario mejorar la infraestructura (fuentes de abastecimiento, columnas y luces), que creció en un 25% desde 2016. De las 160.000 luces LED que ya funcionan, 78.000 fueron instaladas en calles, 34.000 en avenidas, otras 34.000 en peatonales y 14.000 en espacios verdes. Tienen una vida útil de más de 100.000 horas, una cifra ampliamente superior a las 30.000 horas de las luces de sodio. Por otro lado, las mejoras en la iluminación también optimizaron la visibilidad de las cámaras de seguridad ya que la luz blanca favorece el reconocimiento facial y la correcta percepción de los colores. Técnicamente, los LEDs son diodos (componente electrónico de dos terminales que permite la circulación de corriente eléctrica) que transforman la corriente eléctrica en luz. Fueron creados en los años '60 pero recién se comercializaron por primera vez en 1996 como dispositivos luminosos. La evolución de su rendimiento ha sido espectacular; pasando de 5 lm/w en sus inicios a los 150 lm/w de hoy en día. "La tecnología LED y su sistema de telegestión nos permite monitorear todas las luces de la ciudad en tiempo real. Esto contribuye a brindar un servicio más eficiente y hacer del espacio público un lugar más seguro para los vecinos", explicó el ministro de Ambiente y Espacio Público, Eduardo Macchiavelli. Hoy en día la totalidad del alumbrado público se opera desde un tablero de control centralizado, que cuenta con información actualizada al minuto, desde el cual es posible bajar o subir la intensidad de cada luz individual, detectar fallas y programar reparaciones. Según datos oficiales del Gobierno porteño, gracias a este sistema de gestión los reclamos disminuyeron un 40% por la reducción de los tiempos de reparación. Los gastos anuales en reparaciones se redujeron en un 30%. Además, el control centralizado coordina el encendido y el apagado a la salida y la puesta del sol, para un gasto más eficiente. El centro de telegestión permite, además, la intervención de fachadas y monumentos emblemáticos de la ciudad (Obelisco, Cabildo, Planetario, etc. ) ya que es posible programar de forma remota y anticipada iluminaciones temáticas con motivo de fechas patrias o jornadas de concientización. Seguí leyendo:
Buenos Aires es la primera ciudad latinoamericana con alumbrado público 100% LED
El proceso de recambio comenzó en 2013. Esta tecnología permite ahorrar un 50% del consumo de energía