Política

Esta semana pedirán elevar a juicio la causa de los cuadernos

El fiscal Stornelli lo solicitará para el primer tramo del caso, en el que están procesados Cristina Kirchner, exfuncionarios y empresarios por la red de pagos ilegales; el proceso judicial empezaría el año próximo

El fiscal federal Carlos Stornelli pedirá esta semana la elevación a juicio de la madre de todas las causas de corrupción contra el kirchnerismo: el caso de los cuadernos , en el que la expresidenta Cristina Kirchner tiene prisión preventiva firme y está acusada de liderar una banda que se dedicaba a la recaudación ilegal de dinero de manos de empresarios que confesaron haber pago coimas para seguir con sus contratos de obras públicas. Los empresarios procesados también serán elevados a juicio oral, junto con el exministro Julio De Vido y los exsecretarios Roberto Baratta y José López . Los exfuncionarios están acusados de integrar esta red de recolección ilegal de fondos que registró en sus cuadernos el chofer del Ministerio de Planificación Oscar Centeno, que se hicieron públicos tras una investigación periodística de LA NACION. El segmento del caso que va a juicio es la primera parte del expediente en el que Bonadio ya indagó y procesó a todos los acusados. Esas decisiones fueron revisadas por la Cámara Federal, que confirmó la mayoría de ellas y cambió la calificación en otros casos, y esas resoluciones a su vez fueron dejadas firmes por la Cámara de Casación Penal. El procedimiento es el siguiente: el juez Bonadio le dará vista al fiscal esta próxima por seis días prorrogables, para que opine si a su juicio está concluida la investigación. Stornelli, que viene trabajando desde hace semanas en el dictamen, puede decir que sí y formular requerimiento de elevación a juicio o pedir que se complete la causa o pedir que sea sobreseída. Según supo este medio de fuentes judiciales, el fiscal va a requerir que la causa se eleve. Tras el dictamen del fiscal, el juez deberá dar vista a los querellantes primero y a cada uno de los acusados después también por un plazo de seis días, para que opinen si se oponen o no a la elevación a juicio. Una vez recibidas todas las respuestas las evaluará y decidirá si finalmente le manda el caso a un tribunal oral federal. La elevación a juicio no es apelable. Pero las defensas pueden plantear la nulidad del requerimiento del fiscal con lo que, si Bonadio la rechaza, de todos modos recurrirán a la Cámara Federal y a la Casación. Todo este trámite puede llevar varios meses. Si todas las nulidades son rechazadas, el tribunal oral federal que salga sorteado para llevar adelante el primer juicio por el caso de los cuadernos deberá empezar a trabajar en los trámites previos al establecimiento de una fecha para ese proceso. Llevan bastante tiempo y es posible que recién puedan fijar fecha a fin de año para hacer el juicio el año próximo. Es decir que antes de que se haga este juicio se desarrollarán las elecciones presidenciales, en las que el Gobierno busca su continuidad y el kirchnerismo intenta regresar al poder. El dictamen que elevará Stornelli esta semana es clave porque allí definirá quiénes son los acusados, los hechos por los que se acusa a los exfuncionarios y a los empresarios, pero además determinará las calificaciones legales con las que llegarán a juicio. Bonadio procesó a todos por asociación ilícita, Stornelli apeló y pidió duras calificaciones, pero la Cámara cambió algunas de esas calificaciones. Las partes involucradas están atentas a ver qué dice ahora el fiscal. Cristina Kirchner está procesada como jefa de una asociación ilícita y 27 hechos de cohecho; Julio De Vido, como organizador y por siete hechos de cohecho; Baratta, como organizador y por 94 hechos de cohecho; Nelson Lazarte, como integrante de la banda con 64 cohechos; Rafael Llorens, como integrante con un cohecho; José María Olasagasti, como integrante con tres hechos de cohecho; Claudio Uberti, como miembro con un hecho de cohecho; José López, como organizador con un hecho de cohecho, y Centeno, como miembro. Además fueron procesados los empresarios Carlos Wagner, como integrante de la banda con 7 cohechos; Ernesto Clarens, como integrante de la banda con un cohecho; Gerardo Luis Ferreyra, como miembro con 15 cohechos, y Germán Nivello, como miembro, al igual que Oscar Thomas. Quedaron procesados solo por cohecho Hernán Gómez, Fabián García, Hernán del Río, Walter Fagyas; y los empresarios Carlos Mundin, Claudio Glazman, Juan Carlos de Goycoechea, Raúl Vertúa, Ángelo Calcaterra, Luis Betnaza, Armando Loson, Néstor Otero, Juan Carlos Lascurain, Alberto Tasselli, Aldo Roggio, Juan Chediack, Alejandro Ivanissevich, Manuel Santos Uribelarrea, Gabriel Romero, Jorge Balán, Hugo Dragonetti, Hugo Eurnekian, Enrique Pescarmona, Jorge Neira, Héctor Sánchez Caballero, Rodolfo Poblete, Héctor Zabaleta, Francisco Valenti y Osvaldo Acosta. Esta es solo la primera parte del caso, pues Bonadio, tras estas primeras indagatorias, siguió avanzando con más imputados y otros hechos que no están incluidos en esta primera parte de la investigación como los corredores viales, u otros contratos, la recaudación con fines electorales, o las ocho causas contra Cristina Kirchner por los documentos históricos hallados en su casa o los diarios que se hacía llevar en avión oficial a El Calafate, que son cuestiones que se investigan en otros expedientes paralelos. Otro de esos expedientes es en el que se investiga el delito de lavado de dinero de parte de Daniel Muñoz y su entorno familiar y de testaferros, en el que su viuda, Carolina Pochetti, se arrepintió y aportó numerosas pruebas. La elevación a juicio de esta parte de la causa le quita presión a Stornelli, que es investigado por el Juzgado Federal de Dolores por sus relaciones con el falso abogado Marcelo D'Alessio. Si prospera el pedido de juicio político que pidió el juez de Dolores Alejo Ramos Padilla, Stornelli ya habrá hecho la parte más sustancial de su investigación, que no quedará huérfana, ya que su colega Carlos Rívolo está nombrado en el mismo expediente. El primer juicio por el caso de los cuadernos es determinante porque la serie de nulidades que vienen oponiendo los abogados defensores, cuestionando el modo en que se realizó la investigación, su inicio en la fiscalía de Stornelli y el juzgado de Bonadio y el modo en que se registraron las declaraciones de los "arrepentidos", deberán pasar el test del juicio oral. Estos cuestionamientos ya fueron rechazados por la Casación y la Cámara Federal, pero se descuenta que serán recreados ante el tribunal oral al que le toque hacerse cargo de este proceso.

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